2. Introducción
La comunión espiritual es poco conocida y poco
practicada, sin embargo es un manantial
especial e incomparable de gracias. Por medio
de ella muchas almas llegaron a gran perfección.
Esta es una catequesis para explicar esta
antigua devoción y animar a los fieles a desear
ardientemente recibir al Señor en la Sagrada
Eucaristía.
3. Catecismo del Concilio de Trento
“Hace falta que los pastores de almas enseñen que no
hay sólo una manera para recibir los frutos admirables
del sacramento de la Eucaristía, sino que hay dos: la
comunión sacramental y la comunión espiritual”.
4. Qué dice
Santo Tomás de Aquino
• "De dos maneras se puede recibir espiritualmente a Cristo. Una en
su estado natural, y de esta manera la reciben espiritualmente los
ángeles, en cuanto unidos a Él por la fruición de la caridad perfecta
y de la clara visión, y no con la fe, como nosotros estamos unidos
aquí (en la Tierra) a Él. Este pan lo esperamos recibir, también en
la gloria”.
• Otra manera de recibirlo espiritualmente es en cuanto contenido bajo
las especies sacramentales, creyendo en Él y deseando recibirlo
sacramentalmente. Y esto no solamente es comer espiritualmente a
Cristo, sino también recibir espiritualmente el sacramento"
5. ¿Qué es?
• Con el nombre de Comunión Espiritual se entiende el
deseo piadoso de recibir la Sagrada Eucaristía, cuando no
se la puede recibir sacramentalmente.
• Por su gran provecho espiritual, el Concilio de Trento la
recomendó vivamente y ha sido practicada por todos los
santos.
• Según Santo Tomás de Aquino, la Comunión Espiritual
nos trae, de cierto modo, el fruto espiritual de la propia
Eucaristía recibida sacramentalmente, aunque no sea ex
opere operato, sino únicamente ex opere operantis...
6. Ex opere operato
• Se refiere a la manera en que la gracia es
conferida por la válida administración y digna
recepción de un sacramento.
• El término fue definido en el Concilio de Trento en
1547.
7. Ex opere operantis
• Término que se refiere a la buena disposición con la
que recibimos un sacramento, lo cual determina en
algún grado cuanta gracia obtiene la persona que
hace un acto de piedad.
• En el uso de sacramentales o la ganancia de
indulgencias, las bendiciones dependen en la fe y
amor a Dios con que se realizan.
• Se usa este término para distinguir de las gracias
comunicadas por un sacramento Ex Opere Operato.
8. Excelencia
• Por lo explicado anteriormente, podemos realizar cuan
excelente es la Comunión Espiritual.
• Sin lugar a dudas, constituye una fuente abundante de
gracia para quien la practique frecuentemente con fervor.
• Tan así que bien podría suceder que con una Comunión
Espiritual muy fervorosa se reciban mayor cantidad de
gracias que con una Comunión Sacramental recibida con
poca devoción. Con la ventaja de que la Comunión
Sacramental no puede recibirse más que una sola vez por
día, y la Espiritual puede hacerse muchas veces.
9. Modo de hacerla
No existe ninguna fórmula específica, ni se necesita recitar alguna oración.
Basta un acto interior por el cual se desee recibir la Eucaristía. Es
conveniente, sin embargo, hacer tres actos, aunque sea de forma breve:
• Un acto de Fe, por el cual renovamos nuestra firme convicción de la
presencia real de Cristo en la Eucaristía.
• Un acto de deseo de recibir sacramentalmente a Cristo y de
unirse íntimamente con Él. En este deseo consiste formalmente la
Comunión Espiritual;
• Una petición fervorosa, pidiendo al Señor que nos conceda
espiritualmente los mismos frutos y gracias que nos otorgaría la
Eucaristía realmente recibida.
10. Advertencias
• La Comunión Espiritual se puede hacer varias veces al día.
Puede hacerse en la iglesia o fuera de ella, a cualquier hora del
día o de la noche, antes o después de las comidas.
• Todos los que no comulgan sacramentalmente deberían
hacerlo al menos espiritualmente, al participar en la Santa
Misa. El momento más oportuno es cuando comulga el
sacerdote.
• Los que están en pecado mortal deben hacer un acto
previo de contrición, si quieren recibir el fruto de la
Comunión Espiritual. De lo contrario, para nada les
aprovecharía y, aunque no sería un sacrilegio, sería una
irreverencia.
12. San Juan María Vianney
“Una Comunión espiritual
actúa en el alma como un soplo
de viento en una brasa que está
a punto de extinguirse. Cada
vez que sientas que tu amor por
Dios se está enfriando,
rápidamente haz una Comunión
espiritual”
13. Santa Teresa de Jesús
“Cuando no podáis
comulgar ni oír misa, podéis
comulgar espiritualmente,
que es de grandísimo
provecho”
14. San Antonio María Claret
“Tendré una capilla
fabricada en medio de mi
corazón y en ella, día y
noche, adoraré a Dios con
un culto espiritual”
15. Santa Catalina de Siena
Vio a Jesús con dos
cálices y le dijo:
“En este cáliz de oro pongo
tus comuniones sacramentales
y, en éste de plata, tus
comuniones espirituales Los
dos cálices me son agradables”
16. San Maximiliano Kolbe
“A veces la Comunión
espiritual puede traer las
mismas gracias que la
sacramental”
17. Santa Faustina Kowalska
Jesús Misericordioso le
comunicó esto:
“Si practicas el santo ejercicio
de la Comunión Espiritual
varias veces al día, en un mes
verás tu corazón
completamente cambiado”
18. San José María Escrivá de
Balaguer
“¡Qué fuente de gracias es
la Comunión Espiritual!
—Practícala frecuentemente
y tendrás más presencia de
Dios y más unión con El
en las obras”
19. San Juan Pablo II
“Es conveniente cultivar
en el animo, el deseo
constante del sacramento
eucarístico. De aquí ha
nacido la practica de la
Comunión Espiritual”
20. Fórmula de San Alfonso
María de Ligorio
Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el
Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi
alma.
Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado,
ven a lo menos espiritualmente a mi corazón.
(Pausa en silencio para adoración)
Como si ya te hubiera recibido, te abrazo y me uno todo
a Vos.
No permitas, Señor, que jamás me separe de Vos.
Amén.