El documento resume los principales concilios ecuménicos de la Iglesia católica desde el Concilio de Jerusalén en el año 51 d.C. hasta el Concilio Vaticano II en 1962. Los concilios discutieron doctrinas como la naturaleza de Cristo, la Trinidad, el papado y las herejías, y ayudaron a establecer la ortodoxia de la fe católica. El último concilio, el Vaticano II, se centró en la Iglesia como "luz de las naciones".