La crianza de los hijos no termina entre los 2 y 3 años, sino que continúa a lo largo de los años. Aunque la primera infancia es crucial, los patrones comunicativos violentos y jerárquicos de la sociedad afectan a las familias cuando los niños entran en la producción del lenguaje. Para lograr un cambio a largo plazo se debe dar otra batalla en la crianza y crear familias diferentes que permitan el surgimiento de seres nuevos en una sociedad más compasiva.

1. La tarea de crianza no se termina
entre los 2 o 3 años de edad de
nuestras hijas y nuestros hijos.

2. A lo largo de los años de ejercicio
profesional de consultoría en temas
de crianza y vida familiar, sigo
viendo con preocupación como todo
lo que se hace con empeño y amor
durante la primera infancia se
deshace, a veces dramáticamente,
después de esa etapa.

3. La etapa de crianza en la primera
infancia es crucial, sin duda alguna.
Todos los cambios que las mujeres, por
sobre todo, estamos promoviendo para
transformar el modo y el contexto de
vida de la mujer madre y del bebé son
una batalla indispensable. Una batalla
que está siendo bien ganada a lo largo
de los últimos 25 años en argentina.

4. Hasta los 2 años de edad, el niño o la
niña habrán de crecer "en" el lenguaje e
irán haciéndose expertos en su
comunicar. Pero recién después de esa
edad habrán entrado de lleno en la
"producción" de su propio lenguaje, un
lenguaje donde se autodenominan
como "yo”. En el marco de las
relaciones familiares y extra-familiares
en las que participan, el lenguaje será
el medioambiente en el cual construirán
y afirmarán su identidad.

5. Cuando el niño o la niña entran de lleno
en el lenguaje también la familia toda
entra de lleno en otros ámbitos de la
trama de la sociedad y la cultura.

6. En ese momento, sus integrantes
comienzan a verse atravesados y
atrapados -en general, sin darse
cuenta- por la perspectiva y los
patrones comunicativos violentos,
jerárquicos y normalizadores que aun
se mantienen "encriptados" (presentes
aunque no reconocidos) en la dinámica
de las relaciones comunicativas
habituales.

7. En estos patrones comunicativos
perviven invisibilizados los modos
propios del patriarcado, unos modos
que definen los modos de relación
predominantes en todos los ámbitos de
convivencia de nuestras instituciones
sociales, la familia incluida.

8. Así, padres y madres honestamente
preocupados por la calidad de vida que
sostienen, se encuentran carentes de
las herramientas para reconocer por
donde es que el cambio ha de
producirse.
Así, muy a su pesar, repiten los viejos
modelos aprendidos.

9. Esta es otra batalla que debemos
dar en el ámbito de la crianza si
realmente queremos un cambio a
largo plazo.
Seres nuevos y una sociedad más
compasiva requieren familias
diferentes.

10. Lic. Lía Goren
Consultor Familiar y Educativo

11. www.awayo.com.ar | info@awayo.com.ar
(011) 4786 9172 | (011) 15 5966 8237

12. ESPACIOS DE APRENDIZAJE