La depresión es un trastorno mental común que se caracteriza por sentimientos profundos de tristeza y pérdida de interés. Provoca cambios en el estado de ánimo, apetito, sueño y autoestima de la persona. La depresión puede ser leve, moderada o grave dependiendo de la cantidad y gravedad de los síntomas, que incluyen falta de energía y dificultad para concentrarse. La depresión se trata generalmente con antidepresivos, psicoterapia o terapia electroconvulsiva en casos graves.
Presentación realizada por Luis Cortés en el marco del encuentro "Depresión. Importancia de la familia", dentro del ciclo de Jornadas Pacientes y Salud: Foros en el CIBA
De los trastornos afectivos, la distimia es uno de los menos estudiados, aunque paradójicamente es la entidad que mayor impacto negativo tiene en la calidad de vida de las personas.
Es una forma crónica e incapacitante de depresión, con una prevalencia significativa que aumenta los riesgos de padecer trastorno depresivo mayor.
Está asociada a dificultades sociales, laborales, familiares y elevada comorbilidad, por lo que es necesario identificarla oportunamente y tratarla adecuadamente.
Actualmente, el tratamiento que se considera más eficaz es la combinación de farmacoterapia y psicoterapia.
El paciente distímico prototípico se queja de estar deprimido “desde que nació”, por lo que surge la disyuntiva acerca de si la distimia pertenece al dominio afectivo o al de los trastornos de personalidad.
Se necesita más investigación acerca de los rasgos de la personalidad depresiva, además de identificar su contribución potencial al ánimo deprimido crónico y a la aparición de episodios depresivos mayores, lo que contribuirá a comprender mejor la interrelación entre el afecto y la personalidad.
Aunque la distimia representa un concepto más restrictivo que su antecesora, la depresión neurótica, sigue siendo muy heterogénea. La identificación de subtipos de distimia es un aspecto importante para determinar el tratamiento óptimo para cada paciente.
Presentación realizada por Luis Cortés en el marco del encuentro "Depresión. Importancia de la familia", dentro del ciclo de Jornadas Pacientes y Salud: Foros en el CIBA
De los trastornos afectivos, la distimia es uno de los menos estudiados, aunque paradójicamente es la entidad que mayor impacto negativo tiene en la calidad de vida de las personas.
Es una forma crónica e incapacitante de depresión, con una prevalencia significativa que aumenta los riesgos de padecer trastorno depresivo mayor.
Está asociada a dificultades sociales, laborales, familiares y elevada comorbilidad, por lo que es necesario identificarla oportunamente y tratarla adecuadamente.
Actualmente, el tratamiento que se considera más eficaz es la combinación de farmacoterapia y psicoterapia.
El paciente distímico prototípico se queja de estar deprimido “desde que nació”, por lo que surge la disyuntiva acerca de si la distimia pertenece al dominio afectivo o al de los trastornos de personalidad.
Se necesita más investigación acerca de los rasgos de la personalidad depresiva, además de identificar su contribución potencial al ánimo deprimido crónico y a la aparición de episodios depresivos mayores, lo que contribuirá a comprender mejor la interrelación entre el afecto y la personalidad.
Aunque la distimia representa un concepto más restrictivo que su antecesora, la depresión neurótica, sigue siendo muy heterogénea. La identificación de subtipos de distimia es un aspecto importante para determinar el tratamiento óptimo para cada paciente.
2. Es una enfermedad que se caracteriza por un
sentimiento de profunda tristeza, decaimiento
anímico, pérdida de interés por todo e imposibilidad
de experimentar placer o capacidad de disfrutar de
cualquier experiencia. Se prolonga por un extenso
periodo de tiempo, afectando el orden de la vida
cotidiana y relaciones sociales; tanto es así que es la
segunda enfermedad mental más incapacitante en
cuanto al grado de discapacidad y el gasto social
3. La depresión es, quizás, el problema
más común de todos los problemas
de salud mental. La depresión es un
problema del estado de ánimo de
las personas, que se describe como
un sentimiento de tristeza. Se
presenta la pérdida de interés o
placer en casi todas las actividades.
Este trastorno afecta, los hábitos
alimenticios, ciclos de sueño y
autoestima, entre otros.
4. • Cambios en el apetito (por lo general pérdida del apetito,
pero a veces aumento).
• Dificultad para concentrarse.
• Dificultad para tomar decisiones.
• Episodios de pérdida de la memoria.
• Fatiga.
• Sentimiento de agitación, inquietud e irritabilidad.
• Sentimientos de minusvalía, desesperanza, tristeza u odio
hacia sí mismo.
• Pérdida del interés o el placer en actividades que alguna vez
eran divertidas.
• Pensar o hablar acerca del suicidio o la muerte.
• Problemas para dormir, sueño excesivo o somnolencia
diurna.
5. • La depresión no es originada por una sola causa, es el resultado de uno o más
factores, como neuroquímicos, genéticos, ambientales, tal es el caso del estrés,
los cuales, varían de niño a niño. Algunos estudios han reportado anormalidades
en los sistemas de neurotransmisión, como es el caso de la serotonina,
norepinefrina, corticotropina y cortisol.
• Asimismo, existen estudios en los que se menciona que en la neurobiología de la
depresión existe una relación entre la predisposición genética y factores
ambientales
• Se ha encontrado una relación en el desarrollo de trastornos de ansiedad y el
estrés postraumático, que puede ser un factor predisponente para el desarrollo de
depresión, sobre todo durante la adolescencia.
• El abuso físico o sexual durante la niñez, son factores que pueden generar baja
6. Se caracteriza por repetidos episodios de depresión
durante los cuales se manifiesta un estado de ánimo
deprimido, pérdida de interés, capacidad de disfrute,
reducción de energía y actividad física, durante un
periodo mínimo de dos semanas. Otros síntomas
puede ser la ansiedad, alteración del sueño, falta de
apetito, sentimiento de culpa, baja autoestima y
dificultades de concentración.
Dependiendo la cantidad y la intensidad de los
síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse
como leves, moderados o graves.
7. Consiste en una serie de episodios maníacos y
depresivos separados por intervalos con un estado
de ánimo normal. Entre las causas de estos
episodios maníacos se encuentran estados de ánimo
elevado o irritable, hiperactividad, autoestima
excesiva y disminución del sueño.
8. TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO CON
ANTIDEPRESIVOS:
Los antidepresivos se
utilizan para corregir
desequilibrios en los
niveles de las sustancias
químicas del cerebro,
especialmente la serotonina,
un químico cerebral que
transmite mensajes en el área
del cerebro que controla las
emociones, la temperatura
corporal, el apetito, los
niveles hormonales el sueño
y la presión sanguínea.
PSICOTERAPIA:
Su fin es ayudar al paciente a
conocerse mejor y cambiar
sus malas formas de pensar,
sentir y actuar.
TERAPIA ELECTRO
COMPULSIVA:
Se utiliza cuando el paciente
no puede tomar medicación
o no mejora con ella; cuando
el riesgo de cometer el
suicidio es alto o si existe
debilitamiento por otra
enfermedad física.