El documento describe la economía de América Latina en los siglos XIX y XX, comenzando con la especialización en la producción y exportación de alimentos y materias primas. La crisis de 1930 interrumpió este modelo. En la posguerra, la CEPAL promovió el pensamiento estructuralista para impulsar la industrialización y reducir la dependencia de las exportaciones, ya que la "restricción externa" limitaba el desarrollo. Los estructuralistas propusieron la integración regional para ampliar los mercados.