El documento describe el proceso de extranjerización de la banca mexicana desde la década de 1990 hasta principios de los 2000. Este proceso incluyó la privatización de los bancos en 1991, la apertura al capital extranjero en 1994 tras la crisis de 1995, y la eliminación de restricciones a la participación extranjera en 1998. Como resultado, los dos bancos más grandes de México (Banamex y Bancomer) fueron adquiridos por bancos extranjeros en 2001 y 2000 respectivamente.