Este documento describe la función educativa de la familia. Resalta que la educación es un deber y derecho de los padres y que debe ser una educación conjunta entre ambos. También enfatiza la importancia de educar los afectos y sentimientos en los hijos, y que el juego puede ser una herramienta pedagógica para ello siempre que se juegue de manera correcta. Finalmente, señala que la educación debe apuntar a formar personas con libertad, serenidad afectiva y capacidad de ganar y perder.