La historia romana en la península ibérica se extendió desde el siglo III a.C. hasta el siglo V d.C. Roma conquistó Hispania en una serie de guerras que duraron casi dos siglos, tras lo cual impuso su cultura y gobierno a través de la romanización. Hispania se organizó en varias provincias gobernadas por pretores y se desarrollaron importantes ciudades que difundieron la cultura romana. Las ciudades tenían diferentes estatus legales y derechos para sus habitantes.