La justicia de Dios se refiere a que sus acciones están completamente de acuerdo con su naturaleza santa y que se opone a todo pecado. Dios revela su justicia al instruir a los hombres en su palabra, cumpliendo sus promesas, juzgando a Israel por su pecado, y salvando a los pecadores. Jesús enseñó que la verdadera justicia viene de Dios y evalúa el corazón, no las apariencias externas. La justicia de Dios es importante para la salvación, ya que a través de la justicia