1. La Montaña, 11 de enero de 2014.
¡Campanas es Alegría!
Buenos días mis estrellas,
¿Qué tal ha sido vuestra noche de reposo, de sueño, de viajes?
Omití deciros que cada día tenéis que poner en vuestra cama y sobretodo
en vuestras almohadas Nenuco ¿qué es Nenuco? Sencillamente un agua de
colonia muy fresquita, especialmente para los niños, es muy clásica aquí
en Europa, para todos los niños, los bebés se les pone Nenuco y es lo que
hacemos en la Casa Templaria y todos lo que somos de La Enseñanza,
descansas bien en esa cama limpia, perfumada y siempre aireando bien la
habitación. Abrir cada día la ventana, aunque sea un minuto, por mucho
frío que tengáis enseguida se ha renovado el oxígeno que tanto se necesita
para vivir. Si no tenéis Nenuco, vuestra colonia preferida, están los aromas
de lavanda, de romero, de limón, la que más os convenga, es muy
agradable ese momento donde estáis protegidos, guardados y el Ángel de
la Guarda os lleva, porque guía vuestra alma para estudiar, para recordar
esa memoria de otras vidas, por eso hay que preparar muy bien el
descanso que tanto merece nuestro físico.
Este cuerpo tan maravilloso que tenéis todos, hay que cuidarlo y
empezamos por darle una bonita y tranquila noche en una cama lo más
limpia posible, pequeña, grande, pero que sea siempre vuestro rincón. Si
podéis cuando ya estéis dentro de vuestras dulces y acogedoras sábanas o
edredones o mantitas, encendéis un bastoncito de incienso,
automáticamente el cerebro se pone en onda alfa, pero os digo si podéis,
porque a veces tenemos que respetar la persona que duerme con nosotros
o que comparte esa cama y a veces puede molestar el olor.
Tener siempre esa delicadeza cuando compartáis una habitación
con la persona que tengáis esa suerte o privilegio o necesidad y así os
respetarán. Es un Principio Divino, Amor con Amor se paga.
2. Oímos mucho las campanas sobretodo
el domingo, es la llamada para todos los que
quieren ir a asistir a Misa, el acto religioso tan
esperado por los católicos o por los beatos,
puede ser simplemente recordarles que el reloj
ha sonado. Si son las 12 será la hora de la
comida, si son las 6 se acerca la cena, pero las
campanas cuando suenan siempre son alegría.
Ese símbolo viene desde la más antigua
era, empezaron con el hombre prehistórico, sin
saber con un palo asustando a los animales, fue el primer ruido y fue
buscandosonidos diferentes, en el agua, en el viento, después fue
encontrando los árboles y de ahí un salto al hierro hasta hoy en día
cuando fabricaron la primera campana, una aleación de diferentes
metales.
Los hinduistas, religión de la India la suenan individualmente al
menos de 100 a 200 veces al día, porque en las calles de la India hay
millares de Dioses y en cada altar tienen que sonar la campana, para
anunciar a los Dioses que vienen a rezar o a pedirle favores o a darles las
ofrendas. Imaginaros si hay más de 100 millones de habitantes y cada día
lo hacen unas 50 veces, imaginaros cuántos sonidos de campanas y
solamente sonando, saben que su plegaria y su visita ha sido atendida por
los dioses.
Los taoístas, religión japonesa, también suenan campanas,
individual, cada ser que va a ofrecer su incienso o una ofrenda, suena tres
veces la campana. En la entrada tienen una campana enorme de más de un
metro de alto por 80 centímetros de ancho y con gran bambú enooorme, lo
lanzan para también anunciar.
Los budistas, existe la misma campana grandiosa y también un
tambor de cobre redondo, en cada templo hay que sonar para entrar, la
campana anuncia a los Dioses.
Las otras ramas de religiones que todas parten de la principal que
es la católica, también instalaron la campana para llamar a los fieles.
Existen las campanas que utilizaban los reyes en su mesa de servicio, para
llamar también al servicio, pero lo hacían con la campanilla daba alegría.
3. También existe la campana de los bomberos, es una llamada especial, pero
también es para ayudar.
Antiguamente en los pueblos se llamaba con la campana cuando
había una urgencia, una llamada importante y desde ya muchos años se
han fabricado las campanitas pequeñas para Navidad, en todos los árboles
tiene que haber campanitas o campanillas y en todos los lugares hay que
tenerlas.
En China la filosofía de Confusius es tener también unas monedas
o campanillas colgadas en la puerta con un lazo rojo y ahuyentar, echar
fuera las malas vibraciones, mirarlo, en casa de todos los chinos están. Si
tenéis vosotros esas campanillas pequeñitas colgarlas, podéis ponerlas en
la puerta principal, donde queráis y lo mejor es en un balcón, en una
terraza porque el viento las moverá y al moverlas los Ángeles las escuchan
y piden por vosotros.
Aquí en la Montaña Servidora tiene por centenares, campanas y
móviles que hacen ruidos me encantan! Suenan sin parar, suave y dulce y a
cada instante son los Ángeles que mandan esos Mensajes para decir que
aquí en la Montaña estamos siempre con el corazón abierto para dar y
recibir. Ya lo sabéis mis semillas, buscar si tenéis campanillas si no
comprarlas en los chinos las tendréis muy baratitas, ponerlas en vuestro
árbol, en vuestro balcón, en vuestra casa. O esos móviles que tienen unos
tubitos de metal, hacen un ruido muy bonito, cuidado, el justo medio, no
vaya a ser que tanto ruido os impida de oíros o escucharos los unos a los
otros.
Una vez, había una niña muy bonita, la clásica niña que representa
a los Ángeles, rubia, ojos azules, cara dulce, se llamaba Loira, muy buena,
ella lo sabía y era perfecta, una blanca paloma. En la escuela siempre
felicitaban a su mamá porque estaba siempre limpia y bien arreglada, era
perfecta, siempre quería hacer placer a los otros y nuuunca le encontraban
ningún defecto. Esa niña creció; y un día, se encontró una persona y le
dijo: “¿Qué tienes niña, pareces feliz y no lo eres, vives toda tu vida con
una máscara y te escondes, por qué siendo tan bonita?” La niña
respondió: “Nooo, si yo soy muy feliz, tengo todo”.
Entonces esa persona le dijo como era y sus verdades, la niña se
puso muy rabiosa y dijo: “¡Basta ya! ¡No quiero estar injustamente
4. tratada, no me gusta aprender con patadas!” Entonces la persona la miró
y le dijo: “Mira niña, aquí tengo una moneda, mírala bien tiene dos caras
la moneda, mira ésta” La moneda era de oro y tenía una imagen preciosa,
pero del otro lado no y dijo: “Sólo me gusta este lado, pero el otro no me
gusta” “¿Pero la quieres?” Dijo: “¡Sí!”. Entonces ese anciano le
contestó: “Mira niña, te has vendido tú sola, quieres la moneda, pero no
quieres las dos caras, cuando quieras ser sincera, obedecer, cambiar y ser
tu misma, encontrarás la felicidad, sólo hay un secreto: Abrir el corazón.
Si lo tienes, aprende, si no tienes corazón, búscalo y lo encontrarás.”
La niña se dio media vuelta y se fue a meditar sin comprender, sin
buscar, sin compartir. Mis semillas, lo único que no se pierde es la
Esperanza.
Voy a compartir con vosotros otra historia. Había un niño que
todos le llamaban “El Idiota” siempre se ponía en la plaza principal y la
gente pasaba y lo miraba, se acercaban a él y empezaban a decirle: “Toma
niño ¿qué quieres elegir un billete de cien dólares o uno de 5 dólares?” El
niño miraba los dos billetes y después
de un momento de pensar decía: “El de
cinco dólares”. Se echaban a reír y le
daban los 5 dólares. Al día siguiente,
venían y le decían “Es tan idiota que ni
siquiera se da cuenta” y le hacían la misma pregunta, “toma niño qué
quieres te damos cien dólares o cinco dólares” El niño de nuevo, lo
miraba, reflexionaba, analizaba, dudaba y todos se echaban a reír y le
daban los cinco dólares.
Tanto se habló de ese idiota que venían de pueblos y de ciudades
enteras, le hicieron un gorro con las clásicas orejas de burro y se lo
colocaron. Y continuaban a preguntarle, hasta los niños más pequeños, los
padres les decían: “Ir a reíros del idiota, para que vosotros no os
parezcáis a él, escucharle bien”. Y le hacían la misma pregunta: “¿Qué
billete quieres?” Y contestaba siempre: “El de cinco dólares”.
Pasaron los años y un día se acercó un hombre, llamado por la
curiosidad y le dijo: “Pero niño, ¿cómo es posible que seas tan idiota?
Porque no coges el de cien dólares” Y el niño le dijo: “Señor, señor, no
soy tan idiota como parece, si el primer día hubiese cogido el billete de
5. cien dólares, ya no me hubieran dado más, no todo el mundo tiene cien
dólares para dar, pero si me contenté con los cinco dólares, hoy en día soy
millonario, y tengo más dinero que todos aquellos que vienen a reírse y
puedo mostrarles que en realidad son ellos que hacen el ridículo y que son
los idiotas, porque se creen que están enfrente de un circo y el circo son
ellos. Hoy yo soy millonario, se ríen de ellos mismos, pero de idiota no
tengo nada.”
Aquel señor, lo miró, le sonrió, le dio la mano y le contestó: “Ojalá
todos los idiotas fueran como tú, el mundo estaría lleno de inteligentes”.
Mis queridas estrellas, copiar a ese niño en todos los buenos
sentidos y en la Nobleza, dejar que hablen de vosotros, dejar que digan, no
escuchéis y hacer siempre lo que vuestro corazón os dicta. Poco importa
que no seáis famosos, que no salgáis en la televisión, que no consumáis
drogas o alcohol como vuestros amigos o como los jóvenes están haciendo,
que no participáis en la violencia como ellos, no os preocupéis. El más
rico siempre será aquel que sabe quedarse en su lugar y deja decir las
críticas y los malos pensamientos, pero que guarda siempre la Fuerza, la
Fe y el Honor.
Con todo mi amor,
La Jardinera
¡Ahí van mil campanillas de Alegría y de Esperanza!