La deuda pública en Venezuela ha aumentado significativamente desde 2013 hasta la actualidad y supera el 100% del PIB. Esta deuda es ilegítima porque la Asamblea Nacional Constituyente se ha atribuido la autoridad para aprobarla en lugar de la Asamblea Nacional. Además, la deuda puede considerarse "odiosa" porque el gobierno ilegítimo la ha contraído para violar derechos humanos y cometer actos de corrupción.