La Princesa Listilla no quería casarse pero su madre, la Reina, insistía. Retó a varios príncipes a cumplir una serie de tareas imposibles para probarlos. Ninguno lo logró hasta que apareció el Príncipe Fanfarroni, quien completó todas las tareas. Sin embargo, la Princesa Listilla lo convirtió en un sapo gigante con un beso mágico. Los demás príncipes declinaron casarse con ella y la Princesa Listilla pudo vivir feliz y soltera para siempre.