La pronosupinación implica la rotación del antebrazo alrededor de su eje longitudinal y requiere la intervención de las articulaciones radiocubital proximal y distal. La pronosupinación está limitada a unos 180° y permite controlar la posición de la mano, siendo una de sus funciones más importantes. Tanto la membrana interósea como el ligamento triangular desempeñan un papel esencial en la estabilidad y coaptación de las articulaciones durante la pronosupinación.