¿Cómo se traduce un libro? ¿Qué pasos hay desde que contactas con la editorial hasta que se edita el libro?
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Ponencia en TraduEmprende del 22 de noviembre de 2013 (8:26:13)
2. Capítulos
Érase una vez
Búsqueda de trabajo
Pruebas de traducción
Condiciones laborales
Tarifas
Manos a la obra
¿Y ahora qué?
Epílogo
3. Érase una vez
Scheherezade Surià
Traductora literaria y audiovisual EN/DE-ES/CA desde 2005
Postgrado en traducción literaria
Máster en traducción audiovisual
@Scheherezade_SL
www.las1001traducciones.com
www.enlalunadebabel.com
pinuptranslator.tumblr.com
4. Buscar trabajo
¿Cómo consigo trabajo?
•
Envío de solicitud a la editorial
(formulario, correo electrónico, carta)
¡Atentos en librerías!
•
A través de un compañero o profesor
(contactos)
•
La editorial o el autor contacta contigo
¡Nunca olvides que eres traductor!
5. Buscar trabajo
Material de promoción:
•
Currículum actualizado (sin faltas, breve, visualmente
atractivo).
•
Carta de presentación (adaptada a la editorial y dirigida a
una persona).
•
Tarjeta de visita (cómoda de guardar).
Perfil profesional en las redes: ¡tienen que
encontraros!
•
Sitio web / plataforma online (www.about.me).
•
Tener perfil en LinkedIn.
•
Ser activo en Twitter y en grupos de traducción de
Facebook
8. Pruebas de traducción
De entre tres y seis páginas (envío de capítulo
entero).
A veces no hay fecha fija de entrega (no os
confiéis).
Preguntad por el formato y los requisitos
(tono, estilo, etc.). Demostrad interés.
Traducid, dejad reposar y revisad. ¡Comodín del
compañero!
Enviad con comentarios, si procede.
9. Condiciones laborales
Se suele trabajar con contrato.
¡Leer bien las cláusulas!
Fecha de entrega (acordada por correo).
Tarifa (precio y modalidad: página, plantilla,
etc.).
Explotación (suele abarcarlo todo: formatos,
países).
Royalties (pocas veces se cobran).
Penalización por retrasos.
Revisión y modificaciones.
15. Manos a la obra
Método de trabajo
Antes de empezar:
• Pide directrices:
•
Formato: tipo y cuerpo de letra, interlineado, guiones, separación
de escenas, etc.
•
Ortografía: acentuación de demostrativos, usos distintos a la
RAE, etc.
•
Tono: minimizar el uso de «joder» y «coño»; intentar cambiarlos
por «mierda», «caray», etc.
•
Estilo: evitar palabras muy españolas
(genial, tío, flipar, chorrada, vale), cuidado con el verbo «coger» o
«chaqueta» (masturbación en México), etc.
• Lee al menos el capítulo entero para traducir.
• Anticipa cuestiones de traducción (tratamiento, idiosincrasia
16. Manos a la obra
Método de trabajo
Durante la traducción:
•
Disposición del material
en la mesa.
•
Marca, tacha, subraya…
¡Haz tuyo el texto!
•
Redacta un documento
con decisiones de traducción.
17. Manos a la obra
Método de trabajo
Después de traducir:
•
Deja reposar la traducción.
•
Ten a mano una lista con los pasos en los que quieres centrarte:
pasar corrector ortográfico, revisar concordancias, comprobar la
puntuación y el formato, vigilar con los nombres de los personajes,
etc.
•
Imprímela en papel si te cuesta revisar en pantalla.
•
Aborda la revisión por capítulos (menos pesada).
18. Manos a la obra
Decálogo del traductor literario (La linterna del
traductor)
1.
Humildad (también fidelidad al texto). No trates de ser más
brillante que el propio autor.
19. Manos a la obra
Decálogo del traductor literario
2.
Sensatez. Si algo sorprende sobremanera o parece no tener
ningún sentido, indaga. Seguro que algo se te escapa.
3.
Sentido estético. Traducir correctamente el contenido de la
obra original puede ser fácil, pero no hay que olvidarse de la
forma estética. Analiza los recursos estilísticos y estéticos del
autor.
4.
Paciencia. Al acabar de traducir, olvida tu versión y borra de
tu mente el original. Haz una última lectura sin tener presente
más que tu sentido lingüístico y literario. Tómate todas las
libertades que quieras con el texto hasta hacerlo
completamente tuyo.
20. Manos a la obra
Decálogo del traductor literario
5.
Cultura. Hay que tener cientos de horas de lectura
acumulados, una sólida cultura general y cierta experiencia
vital, conocer los clásicos… Pasión y curiosidad a partes
iguales.
6.
Naturalidad. Es más importante que la obra suene bien en tu
idioma y conseguir un texto natural y fluido, carente de todo
artificio, que el que se cuele alguna disculpable metedura de
pata.
7.
Buena pluma. Si no tienes talento para escribir con gracia y
soltura en tu propio idioma no podrás ser nunca un buen
traductor literario. Solo el que escribe bien traduce bien.
21. Manos a la obra
Decálogo del traductor literario
8.
Dominio de tu lengua. Ser bilingüe ayuda mucho, pero no es
garantía. Conocer bien la lengua de llegada, saber jugar con
ella: esa es la condición para ser un buen traductor.
9.
Actualidad. No envejezcas a propósito una traducción para
acercarla a la época del autor. Los lectores contemporáneos
del autor pudieron disfrutar de una lectura fluida y natural en
el idioma de su tiempo. No castigues a tus lectores con una
barrera idiomática artificial.
10. Amor. Traducción correcta no equivale a buena traducción.
También hacen falta grandes dosis de empatía. Además de
profesión, hace falta un poco de vocación.
23. ¿Y ahora qué?
Correcciones, cuando el texto cambia de manos
•
de estilo: dejar texto fluido, legible y elegante. Revisión
literaria desde el punto de vista lingüístico, gramatical y
ortográfico, como semántico y léxico. A veces, reescritura de
pasajes. Cotejo con el original (no siempre).
•
de galeradas: dejar texto conforme al estilo editorial
(formato, diseño, etc.), más corregir erratas que puedan
haber quedado de la revisión de estilo, faltas de
impresión, gazapos y cambios que deban implementarse.
Disparidad: algunas editoriales piden revisar lo justo para no
descolocarles la maqueta; otras piden cambiar todo lo que haga
falta hasta dejar irreconocible el trabajo del traductor. Las tarifas
no son muy distintas.
24. ¿Y ahora qué?
Correcciones
•
¿Comentarios sobre la traducción? No suelen pedirlos, solo
avisar si la calidad es tal que la corrección acaba siendo
retraducción.
•
Errores recurrentes
• En traducciones aceptables:
• Construcciones calcadas: «El pastel que Pepe se comió»,
«El pastel que se comió Pepe».
• Construcciones regionales: «¡Vete a pastar!».
• Abuso de pronombres personales.
• En traducciones no tan buenas:
• Redacción pobre.
• Exceso de frases pasivas.
• Uso incorrecto de posesivos.
• Falsos amigos.
• Fallos de concordancia: «la gente son…».
25. ¿Y ahora qué?
Correcciones
•
¿Hay comunicación con el traductor? No suele haberla, pero
sería ventajosa para ambos implicados:
•
Traductor: puede corregir errores recurrentes, sobre todo al
empezar, cuando se carece de rodaje.
•
Corrector: evita cometer errores en su trabajo, como
cambiar algo que el traductor haya puesto expresamente.
También se puede corregir sobre la marcha y evitar retocarlo
mismo continuamente.
La calidad sería mejor, pero los plazos son tan apurados que no
hay tiempo y casi ni interés (dependiendo siempre de la
editorial, claro).
Profesión poco valorada y remunerada. Casi siempre sin contrato
y suelen cobrar un tercio de lo que cobra un traductor.
26. ¿Y ahora qué?
Correcciones:
•
El texto no suele volver al traductor (salvo por cuestiones de
formato y maquetación o errores graves)
•
No hay feedback sobre la traducción