Este documento describe la formación para la vida consagrada. Explica que la formación tiene como objetivo la progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo hacia el Padre y la humanidad. El fin último de la formación es la configuración total con Cristo. La formación debe acompañar a los religiosos a lo largo de toda su vida y tiene como destinatarios a la humanidad necesitada.
El documento presenta el Itinerario de Formación Cristiana para Adultos (IFCA), un plan de formación para laicos. El IFCA busca ayudar a los laicos a conocer mejor a Jesucristo y dar testimonio de él. Consta de cuatro dimensiones: la Palabra de Dios, la síntesis de fe, la espiritualidad cristiana y el compromiso cristiano. Más de 4.000 personas en España están participando en el IFCA a través de 450 grupos en 240 parroquias.
Boletín de contenidos nº4. noviembre 2019. Congreso de Laicos.Laicos2020
Este boletín presenta varios temas relacionados con la formación cristiana, incluyendo el Itinerario de Formación Cristiana para Adultos (IFCA), la formación conjunta de laicos y religiosos para promover la vitalidad del carisma, y la propuesta MAG+S para jóvenes adultos. El IFCA ofrece una formación integral centrada en la Palabra de Dios, la fe, la espiritualidad y el compromiso social. La formación conjunta de laicos y religiosos busca enriquecer sus identidades compartiendo la fe, la misión y la
01 la iniciacin_cristiana_y_la_formacin_de_losDinia Masis
La iniciación cristiana y la formación de los catequistas requieren una renovación desde la iniciación cristiana. La iniciación cristiana comprende el misterio pascual de Cristo, la Iglesia como comunidad de salvación, la unidad de los sacramentos del bautismo, confirmación y eucaristía, el anuncio del evangelio y la adhesión a la fe. La formación de los catequistas debe estar configurada con la naturaleza de la iniciación cristiana y ser un proceso gradual, integral y comunitario orientado a la
Este documento presenta un itinerario de formación en la fe para adultos dividido en tres etapas: precatecumenado, catecumenado e iluminación-mistagogía. Para cada etapa se proponen objetivos, contenidos y momentos. En el precatecumenado, el objetivo es el encuentro, abordando temas como Jesús, la oración y la comunidad. En el catecumenado, los objetivos son la profundización y celebración, con contenidos como la Palabra de Dios, la madurez humana y la liturgia. Finalmente
El documento describe el modelo catecumenal de iniciación a la vida cristiana a través del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). Este modelo propone un itinerario de formación en etapas que incluye el precatecumenado, catecumenado, purificación e iluminación, y mistagogía, llevando a la persona a una maduración de la fe a través de la experiencia sacramental y comunitaria.
Este documento describe la naturaleza y componentes esenciales de un itinerario de maduración en la fe. Explica que un itinerario busca la madurez cristiana tanto de la comunidad como de cada uno de sus miembros. Debe ser dinámico, comunitario y educativo, integrando la dimensión humana y de fe para formar discípulos que vivan como Jesús. Un itinerario incluye un plan de formación integral para llevar a los creyentes a conocer, celebrar y vivir su fe en el mundo.
Este documento discute los desafíos y caminos de la misión evangelizadora a la luz del Sínodo sobre la Nueva Evangelización. Presenta seis desafíos clave: 1) el testimonio de vida, 2) la primacía del amor, 3) la comunidad solidaria, 4) educar la mirada, 5) aprender a hacer lectura de la realidad, y 6) una sólida formación cristiana. También menciona dos lugares clave para el compromiso: la familia y la escuela. El objetivo general es ayudar a las
El documento describe un curso avanzado de pastoral escolapia con el objetivo de formar a los educadores que asumirán mayores responsabilidades en el Movimiento Calasanz. El curso abarcará varios contenidos como fundamentos teológicos, procesos pastorales, identidad escolapia y cultura vocacional a través de modalidades como sesiones intensivas, módulos mensuales o semanales. El curso busca profundizar la formación de los educadores, mejorar las prácticas educativas y ofrecer herramientas metodoló
El documento presenta el Itinerario de Formación Cristiana para Adultos (IFCA), un plan de formación para laicos. El IFCA busca ayudar a los laicos a conocer mejor a Jesucristo y dar testimonio de él. Consta de cuatro dimensiones: la Palabra de Dios, la síntesis de fe, la espiritualidad cristiana y el compromiso cristiano. Más de 4.000 personas en España están participando en el IFCA a través de 450 grupos en 240 parroquias.
Boletín de contenidos nº4. noviembre 2019. Congreso de Laicos.Laicos2020
Este boletín presenta varios temas relacionados con la formación cristiana, incluyendo el Itinerario de Formación Cristiana para Adultos (IFCA), la formación conjunta de laicos y religiosos para promover la vitalidad del carisma, y la propuesta MAG+S para jóvenes adultos. El IFCA ofrece una formación integral centrada en la Palabra de Dios, la fe, la espiritualidad y el compromiso social. La formación conjunta de laicos y religiosos busca enriquecer sus identidades compartiendo la fe, la misión y la
01 la iniciacin_cristiana_y_la_formacin_de_losDinia Masis
La iniciación cristiana y la formación de los catequistas requieren una renovación desde la iniciación cristiana. La iniciación cristiana comprende el misterio pascual de Cristo, la Iglesia como comunidad de salvación, la unidad de los sacramentos del bautismo, confirmación y eucaristía, el anuncio del evangelio y la adhesión a la fe. La formación de los catequistas debe estar configurada con la naturaleza de la iniciación cristiana y ser un proceso gradual, integral y comunitario orientado a la
Este documento presenta un itinerario de formación en la fe para adultos dividido en tres etapas: precatecumenado, catecumenado e iluminación-mistagogía. Para cada etapa se proponen objetivos, contenidos y momentos. En el precatecumenado, el objetivo es el encuentro, abordando temas como Jesús, la oración y la comunidad. En el catecumenado, los objetivos son la profundización y celebración, con contenidos como la Palabra de Dios, la madurez humana y la liturgia. Finalmente
El documento describe el modelo catecumenal de iniciación a la vida cristiana a través del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). Este modelo propone un itinerario de formación en etapas que incluye el precatecumenado, catecumenado, purificación e iluminación, y mistagogía, llevando a la persona a una maduración de la fe a través de la experiencia sacramental y comunitaria.
Este documento describe la naturaleza y componentes esenciales de un itinerario de maduración en la fe. Explica que un itinerario busca la madurez cristiana tanto de la comunidad como de cada uno de sus miembros. Debe ser dinámico, comunitario y educativo, integrando la dimensión humana y de fe para formar discípulos que vivan como Jesús. Un itinerario incluye un plan de formación integral para llevar a los creyentes a conocer, celebrar y vivir su fe en el mundo.
Este documento discute los desafíos y caminos de la misión evangelizadora a la luz del Sínodo sobre la Nueva Evangelización. Presenta seis desafíos clave: 1) el testimonio de vida, 2) la primacía del amor, 3) la comunidad solidaria, 4) educar la mirada, 5) aprender a hacer lectura de la realidad, y 6) una sólida formación cristiana. También menciona dos lugares clave para el compromiso: la familia y la escuela. El objetivo general es ayudar a las
El documento describe un curso avanzado de pastoral escolapia con el objetivo de formar a los educadores que asumirán mayores responsabilidades en el Movimiento Calasanz. El curso abarcará varios contenidos como fundamentos teológicos, procesos pastorales, identidad escolapia y cultura vocacional a través de modalidades como sesiones intensivas, módulos mensuales o semanales. El curso busca profundizar la formación de los educadores, mejorar las prácticas educativas y ofrecer herramientas metodoló
La pastoral juvenil es la acción de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a seguir a Jesucristo y comprometerse con la construcción de la civilización del amor. Se basa en una pedagogía pastoral que propone procesos integrales de formación mediante una metodología como el ver, juzgar, actuar y revisar, con agentes capacitados para acompañar a los jóvenes en su fe y compromiso social.
El documento describe las cualidades de un catequista al estilo de Jesús. Indica que un catequista debe ser un discípulo convencido que transmite su fe con obras y palabras. También destaca la importancia de que un catequista viva su fe de manera auténtica para poder transmitirla efectivamente a otros.
El documento habla sobre el liderazgo cristiano, destacando que Jesús fue el líder supremo al fundar su ministerio en el amor y servicio desinteresado. Un verdadero líder cristiano debe guiar a la gente hacia Dios a través de su ejemplo de humildad y entrega, no para su propio beneficio.
Este documento discute la enseñanza de la catequesis católica y la aplicación de la pedagogía a la transmisión de la fe. Argumenta que la catequesis no debe limitarse a la enseñanza de contenidos, sino que también debe crear una cultura católica y llegar a lo más profundo del ser humano. Además, señala que la catequesis debe guiar hacia una nueva visión del mundo centrada en Cristo, la Iglesia y la vida eterna, más allá del simple conocimiento.
Un cuadernillo donde se encuentran tips para hacer propaganda a un grupo espiritual al que asistas como darlo a conocer con la demas gente & tambien como ponerlo en practica en tu vida.:)
Este documento presenta el Tercer Plan Corto de la Programación Pastoral 2014-2016 para la Arquidiócesis de Córdoba. El objetivo es que el pueblo de Dios experimente la fraternidad caminando como hermanos junto a Jesús. Propone lemas anuales, citas bíblicas, actividades, formación y encuentros para renovar las relaciones fraternales.
Este documento presenta los conceptos de maestro, discípulo y mentor, así como ejemplos bíblicos de mentoría como Moisés y Josué, Noemí y Ruth, y Elías y Eliseo. También discute las funciones de un maestro como mentor, incluyendo proveer motivación, retroalimentación, perspectiva y consejo específico. Finalmente, destaca algunas cualidades importantes para un mentor cristiano como preparación académica y ser un modelo a seguir.
Este documento presenta los principios y valores de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción (HFIC) y su aplicación en la pastoral educativa de una institución. Resume la misión de las HFIC como reparar la viña del Señor a través de la oración, el sacrificio y la acción apostólica. También describe los valores franciscanos de fraternidad, minoridad, pobreza, alegría, paz y armonía con la naturaleza, así como las obras de misericordia corporales y espirituales en las
Este documento discute la importancia de la enseñanza de la religión en la educación. Argumenta que la dimensión religiosa es fundamental para la experiencia humana y que una educación completa debe incorporar esta dimensión. También explica que la religión está estrechamente vinculada con la ética y la moral, y que la educación religiosa debe ayudar a los estudiantes a comprender mejor a Dios y a desarrollar valores apropiados para construir una sociedad pacífica.
El documento presenta una introducción al programa de MentorLink Internacional sobre Mentoreo Transformacional. Explica que MentorLink nació en 1999 para abordar la falta de líderes espirituales efectivos en todo el mundo. Su objetivo es acelerar el desarrollo del liderazgo a través del mentoreo basado en el modelo de Jesús de orar, escoger, entrenar, enviar y multiplicar discípulos. El programa busca proveer herramientas para que los participantes se conviertan a su vez en mentores efectivos.
Este documento describe varios elementos clave de la metodología catequética. Explica que los métodos deben servir para transmitir los valores de la fe y expresar las convicciones cristianas. Describe dos grandes grupos de métodos: los inductivos, que parten de la vida para llegar a la fe, y los deductivos, que parten de la fe para llegar a la vida. También analiza factores como la experiencia humana, la memorización y la función del catequista en el proceso de transmisión de la fe.
Este documento presenta una introducción al tema de la persona humana desde una perspectiva cristiana. Resume dos charlas que exploran la naturaleza del ser humano como cuerpo y espíritu, y discuten la gracia y el pecado. Los objetivos son ayudar a los participantes a entender mejor su propia naturaleza como imagen de Dios y a comprender mejor el papel de la gracia y la conciencia en la vida cristiana.
Este documento presenta el plan de pastoral juvenil de la Iglesia Católica en Colombia. El plan busca revitalizar la pastoral juvenil a través de procesos de formación, acompañamiento, articulación y espiritualidad que ayuden a los jóvenes a encontrar a Jesucristo y comprometerse con la transformación de la sociedad. El plan describe la estructura de la pastoral juvenil en el país, incluyendo las delegaciones diocesanas, equipos regionales y el equipo nacional.
Este documento describe el perfil del educador cristiano a la luz de la carta apostólica Porta Fidei de Benedicto XVI. Argumenta que el educador cristiano debe ser un testigo de Jesucristo que ayude a los estudiantes a desarrollar su capacidad de reflexión y discernimiento más que simplemente transmitir conocimientos. También debe recuperar valores como la esperanza y promover el encuentro con Cristo en la escuela para contrarrestar la crisis de fe en la sociedad.
Catequesis que llega al Alma. Cómo cautivar a los niños y jóvenes en las parroquias. Característica esencial del catequista y del evangelizador. Jóvenes primero. Cómo formar un grupo de jóvenes. Cómo formar un grupo de padres y madres. Clave principal para ser buen catequista.
La CVX es una vocación particular en la Iglesia católica a la que sus miembros se comprometen de por vida. La CVX está formada por hombres y mujeres cristianos de todas las edades y condiciones que desean seguir más de cerca a Jesucristo y construir el Reino de Dios. La vocación a la CVX implica transformar gradualmente las relaciones personales y el estilo de vida para centrarlo en Jesús.
El documento habla sobre la diferencia entre conceptos como kerigma, misión, acción pastoral, educación cristiana, catequesis, ERE y evangelización. Explica que la evangelización es la proclamación del Evangelio con el fin de atraer a todos a Cristo y su Iglesia. También discute la relación entre evangelización y promoción humana, por qué el Evangelio debe ser propuesto y no impuesto, y cómo la ERE no debe confundirse con la catequesis. Finalmente, menciona que la finalidad de la ERE es contribuir a la form
Este documento describe los elementos fundamentales de una pedagogía de iniciación cristiana para la transmisión de la fe. En primer lugar, enfatiza la primacía de la libertad y el don de Dios. Segundo, propone un proceso gradual y progresivo inspirado en el catecumenado bautismal. Tercero, destaca la importancia del acompañamiento en este itinerario de fe.
El profesor de religión su rol y aporte en la búsqueda de sentido de la vidaReligión y escuela
La educación religiosa permite a la persona descubrir lo más profundo y escencial de su propio ser, con lo cual descubre el horizonte y trascendencia de su vida; por lo tanto, el profesor de Religión debe desarrollar capacidades y actitudes clavles que se ejerciten en la clase.
Este documento discute la crisis actual del celibato sacerdotal y cómo puede superarse. Argumenta que el celibato no es una imposición sino un don espiritual que requiere esfuerzo constante para vivirse. También señala que la crisis a menudo se debe a la ausencia de verdaderas motivaciones vocacionales como el amor a Cristo, y que para vivir el celibato se necesita tener objetivos claros y fortalecer las convicciones a través de la oración. Concluye que la crisis solo se superará cuando quienes eligen esta
Este documento fornece instruções sobre como criar apresentações digitais usando o software LibreOffice Impress. Ele descreve os recursos básicos do Impress para criar slides, adicionar imagens, efeitos de transição e publicar a apresentação online. Inclui atividades passo-a-passo para planejar, construir e editar uma apresentação sobre o Projeto Integrador Anual do aluno.
Este documento resume tres encuentros de la Orden Franciscana Seglar en España:
1) Un encuentro anual de todas las fraternidades donde comparten y conviven durante un día.
2) Dos fraternidades locales eligieron nuevos consejos.
3) Se mencionan brevemente el Capítulo Nacional de la OFS y una peregrinación a Tierra Santa.
La pastoral juvenil es la acción de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a seguir a Jesucristo y comprometerse con la construcción de la civilización del amor. Se basa en una pedagogía pastoral que propone procesos integrales de formación mediante una metodología como el ver, juzgar, actuar y revisar, con agentes capacitados para acompañar a los jóvenes en su fe y compromiso social.
El documento describe las cualidades de un catequista al estilo de Jesús. Indica que un catequista debe ser un discípulo convencido que transmite su fe con obras y palabras. También destaca la importancia de que un catequista viva su fe de manera auténtica para poder transmitirla efectivamente a otros.
El documento habla sobre el liderazgo cristiano, destacando que Jesús fue el líder supremo al fundar su ministerio en el amor y servicio desinteresado. Un verdadero líder cristiano debe guiar a la gente hacia Dios a través de su ejemplo de humildad y entrega, no para su propio beneficio.
Este documento discute la enseñanza de la catequesis católica y la aplicación de la pedagogía a la transmisión de la fe. Argumenta que la catequesis no debe limitarse a la enseñanza de contenidos, sino que también debe crear una cultura católica y llegar a lo más profundo del ser humano. Además, señala que la catequesis debe guiar hacia una nueva visión del mundo centrada en Cristo, la Iglesia y la vida eterna, más allá del simple conocimiento.
Un cuadernillo donde se encuentran tips para hacer propaganda a un grupo espiritual al que asistas como darlo a conocer con la demas gente & tambien como ponerlo en practica en tu vida.:)
Este documento presenta el Tercer Plan Corto de la Programación Pastoral 2014-2016 para la Arquidiócesis de Córdoba. El objetivo es que el pueblo de Dios experimente la fraternidad caminando como hermanos junto a Jesús. Propone lemas anuales, citas bíblicas, actividades, formación y encuentros para renovar las relaciones fraternales.
Este documento presenta los conceptos de maestro, discípulo y mentor, así como ejemplos bíblicos de mentoría como Moisés y Josué, Noemí y Ruth, y Elías y Eliseo. También discute las funciones de un maestro como mentor, incluyendo proveer motivación, retroalimentación, perspectiva y consejo específico. Finalmente, destaca algunas cualidades importantes para un mentor cristiano como preparación académica y ser un modelo a seguir.
Este documento presenta los principios y valores de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción (HFIC) y su aplicación en la pastoral educativa de una institución. Resume la misión de las HFIC como reparar la viña del Señor a través de la oración, el sacrificio y la acción apostólica. También describe los valores franciscanos de fraternidad, minoridad, pobreza, alegría, paz y armonía con la naturaleza, así como las obras de misericordia corporales y espirituales en las
Este documento discute la importancia de la enseñanza de la religión en la educación. Argumenta que la dimensión religiosa es fundamental para la experiencia humana y que una educación completa debe incorporar esta dimensión. También explica que la religión está estrechamente vinculada con la ética y la moral, y que la educación religiosa debe ayudar a los estudiantes a comprender mejor a Dios y a desarrollar valores apropiados para construir una sociedad pacífica.
El documento presenta una introducción al programa de MentorLink Internacional sobre Mentoreo Transformacional. Explica que MentorLink nació en 1999 para abordar la falta de líderes espirituales efectivos en todo el mundo. Su objetivo es acelerar el desarrollo del liderazgo a través del mentoreo basado en el modelo de Jesús de orar, escoger, entrenar, enviar y multiplicar discípulos. El programa busca proveer herramientas para que los participantes se conviertan a su vez en mentores efectivos.
Este documento describe varios elementos clave de la metodología catequética. Explica que los métodos deben servir para transmitir los valores de la fe y expresar las convicciones cristianas. Describe dos grandes grupos de métodos: los inductivos, que parten de la vida para llegar a la fe, y los deductivos, que parten de la fe para llegar a la vida. También analiza factores como la experiencia humana, la memorización y la función del catequista en el proceso de transmisión de la fe.
Este documento presenta una introducción al tema de la persona humana desde una perspectiva cristiana. Resume dos charlas que exploran la naturaleza del ser humano como cuerpo y espíritu, y discuten la gracia y el pecado. Los objetivos son ayudar a los participantes a entender mejor su propia naturaleza como imagen de Dios y a comprender mejor el papel de la gracia y la conciencia en la vida cristiana.
Este documento presenta el plan de pastoral juvenil de la Iglesia Católica en Colombia. El plan busca revitalizar la pastoral juvenil a través de procesos de formación, acompañamiento, articulación y espiritualidad que ayuden a los jóvenes a encontrar a Jesucristo y comprometerse con la transformación de la sociedad. El plan describe la estructura de la pastoral juvenil en el país, incluyendo las delegaciones diocesanas, equipos regionales y el equipo nacional.
Este documento describe el perfil del educador cristiano a la luz de la carta apostólica Porta Fidei de Benedicto XVI. Argumenta que el educador cristiano debe ser un testigo de Jesucristo que ayude a los estudiantes a desarrollar su capacidad de reflexión y discernimiento más que simplemente transmitir conocimientos. También debe recuperar valores como la esperanza y promover el encuentro con Cristo en la escuela para contrarrestar la crisis de fe en la sociedad.
Catequesis que llega al Alma. Cómo cautivar a los niños y jóvenes en las parroquias. Característica esencial del catequista y del evangelizador. Jóvenes primero. Cómo formar un grupo de jóvenes. Cómo formar un grupo de padres y madres. Clave principal para ser buen catequista.
La CVX es una vocación particular en la Iglesia católica a la que sus miembros se comprometen de por vida. La CVX está formada por hombres y mujeres cristianos de todas las edades y condiciones que desean seguir más de cerca a Jesucristo y construir el Reino de Dios. La vocación a la CVX implica transformar gradualmente las relaciones personales y el estilo de vida para centrarlo en Jesús.
El documento habla sobre la diferencia entre conceptos como kerigma, misión, acción pastoral, educación cristiana, catequesis, ERE y evangelización. Explica que la evangelización es la proclamación del Evangelio con el fin de atraer a todos a Cristo y su Iglesia. También discute la relación entre evangelización y promoción humana, por qué el Evangelio debe ser propuesto y no impuesto, y cómo la ERE no debe confundirse con la catequesis. Finalmente, menciona que la finalidad de la ERE es contribuir a la form
Este documento describe los elementos fundamentales de una pedagogía de iniciación cristiana para la transmisión de la fe. En primer lugar, enfatiza la primacía de la libertad y el don de Dios. Segundo, propone un proceso gradual y progresivo inspirado en el catecumenado bautismal. Tercero, destaca la importancia del acompañamiento en este itinerario de fe.
El profesor de religión su rol y aporte en la búsqueda de sentido de la vidaReligión y escuela
La educación religiosa permite a la persona descubrir lo más profundo y escencial de su propio ser, con lo cual descubre el horizonte y trascendencia de su vida; por lo tanto, el profesor de Religión debe desarrollar capacidades y actitudes clavles que se ejerciten en la clase.
Este documento discute la crisis actual del celibato sacerdotal y cómo puede superarse. Argumenta que el celibato no es una imposición sino un don espiritual que requiere esfuerzo constante para vivirse. También señala que la crisis a menudo se debe a la ausencia de verdaderas motivaciones vocacionales como el amor a Cristo, y que para vivir el celibato se necesita tener objetivos claros y fortalecer las convicciones a través de la oración. Concluye que la crisis solo se superará cuando quienes eligen esta
Este documento fornece instruções sobre como criar apresentações digitais usando o software LibreOffice Impress. Ele descreve os recursos básicos do Impress para criar slides, adicionar imagens, efeitos de transição e publicar a apresentação online. Inclui atividades passo-a-passo para planejar, construir e editar uma apresentação sobre o Projeto Integrador Anual do aluno.
Este documento resume tres encuentros de la Orden Franciscana Seglar en España:
1) Un encuentro anual de todas las fraternidades donde comparten y conviven durante un día.
2) Dos fraternidades locales eligieron nuevos consejos.
3) Se mencionan brevemente el Capítulo Nacional de la OFS y una peregrinación a Tierra Santa.
Jesús enseñaba en las sinagogas y sanaba a la gente. Al ver a las multitudes sintió compasión por ellos porque estaban desamparados como ovejas sin pastor. Jesús les dijo a sus discípulos que la cosecha es abundante pero los trabajadores son pocos, y les pidió que oren para que envíen más trabajadores a la cosecha.
Este documento describe el juego de "Diferencia de tres" en el que se lanzan palabras de forma aleatoria hasta un máximo de 10 veces. Si la misma palabra sale 3 veces seguidas, el jugador gana. De lo contrario, continúa lanzando hasta completar los 10 intentos. Incluye código para llenar una matriz con las palabras, lanzar palabras de forma aleatoria, contar los intentos y declarar un ganador.
Paradigmas educativos por Mayorie RojasMayorieRojas
Este documento describe varios paradigmas educativos que influyen en la carrera de parvulario. Describe el paradigma conductual, cognitivo y ecológico-contextual, y cómo cada uno conceptualiza el aprendizaje, la evaluación, la investigación, el aula, la metodología y los recursos. También explica las principales teorías del paradigma conductual como la teoría reflexológica de Pavlov, el conexionismo de Thorndike, el conductismo de Watson y el condicionamiento operante de Skinner.
Este documento presenta el programa de la asignatura Diseño V (ARQ 311-T) en la PUCMM para el período de septiembre a diciembre de 2014. El objetivo es que los estudiantes comprendan cómo el contexto afecta el diseño arquitectónico y diseñen un proyecto como respuesta al contexto ambiental. El proyecto arquitectónico será una Casa de Día para adultos mayores de 70 a 85 años en la ciudad de Tamboril. El programa contiene cuatro etapas que cubren la investigación, propuestas
Los seis encuentros de Francisco. Formaciónframasg
Este documento describe los seis encuentros que determinaron la vida de Francisco de Asís y su proceso vocacional. El primer encuentro fue consigo mismo, que ocurrió de manera gradual a través de varios episodios que lo llevaron a una mayor introspección y discernimiento, incluyendo su encarcelamiento, enfermedad y sueños. Estos encuentros iniciales condujeron a Francisco a alejarse del mundo material y centrarse más en la oración, el desprecio del mundo y el dominio propio.
El documento describe un programa de Escuelita Dominical que enseña a los niños sobre Jesucristo a través de lecciones bíblicas, películas y coritos dos viernes al mes, con el objetivo de ayudarlos a establecer una relación temprana con Dios.
San Martin é uma pequena ilha no Caribe perto de Porto Rico, com um aeroporto impressionante. No entanto, a última foto do aeroporto foi apenas uma brincadeira, não sendo verdadeira como as outras imagens.
El documento promueve una oportunidad de negocio que ofrece productos de alta calidad, una mejor calidad de vida, y la capacidad de ayudar a otros mientras se obtienen los mayores descuentos y la mayor compensación de regalías posible, con ingresos crecientes cada mes y la libertad de ser dueño de tu propio tiempo.
El Renacimiento buscaba la antigüedad y ponía al ser humano en el centro del arte. En el siglo XV, el centro cultural fue Florencia, donde Brunelleschi y Alberti construyeron importantes edificios usando elementos clásicos como arcos y columnas. En el siglo XVI, Roma se convirtió en el centro y arquitectos como Bramante, Miguel Ángel y Palladio trabajaron en la Basílica de San Pedro y villas para la aristocracia.
Este documento resume las discusiones y conclusiones de un encuentro de equipos de gobierno de América en Bogotá, Colombia del 21 al 30 de octubre de 2012. Las hermanas participaron en mesas de trabajo por zonas para discutir temas como la formación, la pastoral juvenil, la justicia y la paz, la educación y la economía. Acordaron fortalecer la identidad teresiana, comprometerse con los empobrecidos, acompañar a los jóvenes y apoyarse mutuamente en proyectos interprovinciales. Celebran las o
El documento describe las partes principales de un teclado de computadora. Explica que un teclado es un dispositivo de entrada que se inspira en los teclados de máquinas de escribir y que se ha convertido en la principal forma de interactuar con las computadoras. Describe que un teclado típico tiene entre 99 y 127 teclas divididas en cuatro bloques principales: funciones, alfanumérico, especial y numérico. Explica las funciones de cada bloque de teclas.
Este documento presenta a Elisabeth Kübler-Ross, una médica suiza conocida por su trabajo pionero en tanatología. Resume su trayectoria profesional estudiando el proceso de muerte y las experiencias de pacientes terminales. Si bien sus hallazgos sobre experiencias extracorporales fueron inicialmente aceptados, luego generaron controversia al cuestionar visiones materialistas. El documento también anticipa las conferencias de Kübler-Ross en el libro sobre la vida después de la muerte, donde compartirá experiencias místicas que la llevaron a creer
PROYECTO DE LEY DE SERVICIO CIVICIO-MILITAR Y DE LAS RESERVAS DE LAS FUERZAS ...Henry Cuji Coello
Trámite 63255
Trámite referencia
Tipo de documento DOCUMENTO PARA SECRETARIA GENERAL
Fecha recepción 29-mar-2011 15:50
Fecha vencimiento
Numeración documento 070-HCC-AS-11
Fecha oficio 29-mar-2011
Asunto PRESENTA PROYECTO DE LEY DE SERVICIO CIVICIO-MILITAR Y DE LAS RESERVAS DE LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES
Dirigido a ARQ. FERNANDO CORDERO
Remitente CUJI HENRY
El documento resume las implicaciones de la ley SOPA, la cual permitiría a propietarios de derechos de autor obtener órdenes judiciales contra sitios web que faciliten la infracción de derechos de autor. Esto incluiría bloquear sitios web, congelar fondos de empresas de pago, eliminar publicidad y enlaces. La ley también establece penas desproporcionadas como 5 años de prisión por 10 canciones o películas descargadas recientemente. De aprobarse, la ley cambiaría negativamente internet al volver an
Este documento describe las redes informáticas y sus componentes clave. Explica que una red informática es un conjunto de equipos conectados que comparten recursos e información. Describe las clasificaciones de redes según su tamaño (LAN, MAN, WAN) y su topología (cliente-servidor, punto a punto). También cubre dispositivos de red como switches y routers, protocolos de red y el cableado estructurado necesario para una red.
La formación cristiana, incluyendo la formación franciscana seglares, debe centrarse en Jesucristo y en tomar su forma. El proceso de formación debe conducir al encuentro con Cristo y ayudar a los participantes a establecer una relación personal con Él antes de abordar contenidos intelectuales. Los formadores deben transmitir su propia fe, descubrimiento de Dios y experiencia de vivir en y por Cristo para "incendiar" a los demás.
Este documento presenta la visión y estrategia de una iglesia local para hacer discípulos de Cristo. Su visión es llevar a la gente de la incredulidad a la fe en Cristo y de la religiosidad a una relación viva con Dios, para que cada persona busque a Dios y comparta su encuentro con Él. Su estrategia consta de cinco elementos: 1) liderazgo servidor, 2) relaciones afectivas, 3) espiritualidad contagiosa, 4) células integrales, y 5) cultos inspiradores, todo enf
Este documento presenta los principios fundamentales del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), incluyendo la vida de equipo, la hospitalidad, el estudio, la oración y el compromiso de servicio. La vida de equipo ofrece un espacio para alimentar la fe y fraternidad entre los miembros. La hospitalidad significa recibir a los demás con sencillez en el espacio físico y espiritual. El estudio busca una experiencia de amistad con Dios más que el aprendizaje intelectual. La oración nutre la fe de manera personal y
Este documento describe la metodología catequética centrada en formar la inteligencia, afectividad, voluntad y memoria de las personas de manera integral y en libertad. Explica que la catequesis debe educar estas dimensiones para que los creyentes puedan desarrollar una relación personal con Dios basada en el amor y la sabiduría, más que en la mera erudición. También enfatiza la importancia de que la catequesis se lleve a cabo en un clima de amor, libertad y alegría para que sus enseñanz
CONVERSACIÓN EN EL ESPÍRITU SOBRE LA COMUNIÓN Y LA PARTICIPACIÓN EN UNA IGLE...AlejandroEstrada841925
Presentación sobre la CONVERSACIÓN EN EL ESPÍRITU SOBRE LA COMUNIÓN Y LA PARTICIPACIÓN EN UNA IGLESIA SINODAL, dentro de la XLII Asamblea Diocesana de Pastoral de la Arquidiócesis de Acapulco.
El documento discute la importancia del discipulado en la iglesia. Señala que el discipulado es clave para transformar miembros en discípulos maduros y fructíferos y para cambiar una iglesia de espectadores a una de personas proactivas. El discipulado debe ocurrir en el contexto de relaciones intencionales y debe incluir tanto el aspecto relacional como el cognitivo a través de pequeños grupos y la enseñanza. El modelo de Jesús de discipulado individual, en grupo y corporativo es presentado como ejemplo
El documento presenta la misión y objetivos de la educación de la fe en el Colegio de los Sagrados Corazones "Recoleta". Su misión es evangelizar a través de la educación para formar personas plenamente humanas a imagen de Jesús. Los fines de la educación de la fe son desarrollar capacidades como la comprensión doctrinal cristiana, el discernimiento de fe y la expresión de la fe en los estudiantes.
El documento habla sobre la identidad del laico católico como educador. Explica que los laicos, al igual que el clero, participan en la misión de la Iglesia de evangelizar. Los educadores laicos desempeñan un papel evangelizador en las escuelas formando de manera integral a los estudiantes y guiándolos hacia Cristo. Finalmente, el documento enfatiza la importancia de que los educadores vivan su fe con humildad, alegría y testimonio para cumplir plenamente su vocación.
PROYECTO EVANGELIZADOR PARA NIÑOS Y JÓVENES.pptxFreddyCapa
Este documento presenta un proyecto de evangelización para niños y jóvenes dirigido por Rosana González y Adriana Castro. El proyecto busca transmitir la fe cristiana a través de encuentros comunitarios, enseñanzas bíblicas y el testimonio personal de los catequistas. El objetivo es ayudar a los niños y jóvenes a conocer a Dios y vivir según sus principios a través de la oración, lectura bíblica y participación en la iglesia.
Este documento presenta los ejercicios espirituales para jóvenes de 2008 organizados por la Sección Diocesana de Pastoral Juvenil. El objetivo general es que los jóvenes tengan un encuentro con Jesucristo vivo a través de la reflexión y oración para recibir el Reino de Dios. Los ejercicios constan de cinco temas relacionados con tener una vida nueva en Cristo y vivir como discípulos misioneros mediante actitudes y medios espirituales. El primer tema se enfoca en que los jóvenes l
Espiritualidad cristiana y acompañamientoheribertopb
1) La historia de la dirección espiritual se remonta a los primeros cristianos y apóstoles que guiaban a otros en su camino de fe. A lo largo de los siglos, figuras religiosas han fundado comunidades y tradiciones espirituales.
2) Hoy en día existe una crisis en el modelo tradicional de dirección espiritual debido a cambios culturales y eclesiales. Se propone un nuevo enfoque de acompañamiento espiritual que sea de ayuda y no directivo.
3) Es importante acompañar espirit
Vocacional. Dios nos llama a vivir como personassmariabi
Este documento describe la vocación humana y la vocación cristiana. Señala que la primera vocación de cada persona es a ser humano y a desarrollar plenamente su humanidad como una persona. Esto implica cultivar cuatro dimensiones: la relación consigo mismo, con el mundo a través del trabajo, con los demás a través del amor, y con Dios. La vocación cristiana implica vivir estas dimensiones según el estilo de Jesús y en comunión con Él a través de la Palabra, la celebración, la comunidad y la misión.
Estrategias de integración y adaptación curricular y didácticasFer-Mendoza
Este documento presenta un bosquejo de estrategias para la integración y adaptación curricular en un modelo educativo adventista. Propone (1) incrementar las clases de Biblia a 5 veces por semana, (2) implementar un Plan Maestro de Desarrollo Espiritual con un capellán de tiempo completo, y (3) promover la transversalidad bíblica en todas las asignaturas mediante capacitación docente y evaluación del impacto espiritual. El objetivo es permear todo el quehacer educativo con un ambiente espiritual basado en la Biblia y
Este documento presenta una propuesta para un plan de educación sexual para escuelas católicas. Propone que la educación sexual debe estar incluida dentro de una educación integral, dirigida por los padres y con un enfoque en la educación para el amor y no solo en la información. También destaca la importancia de la formación de docentes y padres para implementar con éxito el plan.
Este documento presenta información sobre el itinerario de acompañamiento para el Congreso de Laicos de 2020. Resalta la importancia central del acompañamiento en la tarea evangelizadora de la Iglesia y cómo requiere procesos de crecimiento en la fe a través de comunidades acogedoras. También incluye resúmenes de varias experiencias de acompañamiento como escuelas diocesanas de acompañantes, un pre-seminario sobre acompañamiento integral para jóvenes y experiencias con personas con discapacidades intelectuales
El documento presenta información sobre la celebración del Domingo de Ramos en la Semana Santa. Se explica que en este día se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde la multitud lo recibió con ramos de palma como señal de que lo reconocían como el Mesías prometido. También se lee el pasaje de la Pasión para recordar el sacrificio de Jesús por la humanidad. El objetivo es reconocer a Jesús como el Príncipe de Paz y proclamarlo como nuestro Rey.
El documento describe la importancia de que los ministros mantengan un equilibrio entre su labor ministerial y su vida espiritual. Sugieren que los ministros deben elaborar una agenda que les permita atender sus responsabilidades pastorales sin descuidar su comunión con Dios a través de la oración, el estudio bíblico y la meditación, siguiendo el ejemplo de Jesús. También enfatiza la necesidad de reservar tiempo para la familia a fin de evitar el agotamiento.
Este documento discute la necesidad de mejorar la formación en la vida religiosa y propone un paradigma integral de formación. Primero, identifica algunas deficiencias comunes en la formación como la falta de enfoque en el desarrollo de habilidades prácticas y la desconexión entre la formación inicial y permanente. Luego, revisa tres paradigmas de formación - clásico, moderno e integral - y sus modelos asociados. El autor argumenta que se necesita un enfoque integral que equilibre lo espiritual, la comunidad y el desarrol
Este documento presenta una guía para el discipulado personal con el objetivo de entrenar a creyentes para que ayuden a otros a alcanzar la madurez espiritual en Cristo. Explica que el discipulado personal y el discipulado colectivo son ambos necesarios para un crecimiento espiritual balanceado. Proporciona un modelo bíblico del discipulado personal tomado de 1 Tesalonicenses 2:3-13 que incluye cuatro componentes: tener un solo propósito, cuidar a los creyentes como una madre, ser ejemp
El documento presenta un itinerario de formación cristiana para adultos con el objetivo de profundizar su fe y compromiso. La Iglesia, a través de Jesucristo, tiene la misión de transmitir el Evangelio a todos para llevar a cabo la obra salvadora de Cristo. El itinerario abarca cuatro dimensiones formativas basadas en la Palabra de Dios, la doctrina, la espiritualidad y el compromiso social para formar de manera integral a los cristianos.
Similar a La%20forma%20vida%20consagrada.pdf formaciom (20)
1. LA FORMACIÓN PARA LA VIDA CONSAGRADA
VISION PANORAMICA
“Revestíos del Hombre Nuevo, creado a imagen de Dios en justicia y en
santidad verdadera” (Ef 4,24).
La formación es prioridad de prioridades en un proceso de fe y, sobre todo, en una vida religiosa. La
calidad de vida de un Instituto depende de la formación de sus miembros. Por eso, desde hace casi 25 años,
la Iglesia y los Institutos están poniendo gran empeño en la formación de sus miembros no ahorrando ni
medios ni posibilidades. Ahora bien, es necesario saber en qué consiste la formación para la vida religiosa, y
en la vida religiosa, para no caer en la tentación de buscar aquello que puede contribuir a una preparación
técnico-profesional, pero que nada tiene que ver con la formación auténtica para este estilo de vida.
Casi todos los documentos de la Iglesia dan la misma definición de formación: “la formación permanente
en la vida religiosa tiende a la configuración con Jesucristo Redentor. Exige y es, al mismo tiempo, un
proceso continuo de renovación que abarca todas las dimensiones de la persona a lo largo de su vida.
Abarca también todas las dimensiones de la comunidad y de la misión y comporta un compromiso personal
y comunitario”.
Está claro, entonces, que si la formación acompaña nuestro proceso de fe hasta que Cristo se haya formado
en nosotros, y nuestro proceso de consagración para vivir pendientes de la voluntad del Padre, haciendo bien
a la humanidad, todo lo que no entra dentro de esta definición, podrá ayudarnos a conseguir motivaciones
particulares o deseos inconfesados de realización, pero ello no tendrá nada que ver con un progresivo
itinerario de fe que nos conducirá a una configuración con el Cristo de la pascua, en su entrega al Padre y a
la humanidad necesitada.
Si la formación es un itinerario de progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo, está claro que no
existe más que un tipo de formación, LA FORMACION PERMANENTE, que coge todo el arco de la vida;
sobre todo, desde nuestro bautismo hasta la muerte. La formación inicial no es más que una etapa de esta
formación permanente, en la que se enfatiza, de una manera particular, este progresivo itinerario. Por eso,
tenemos que decir que no existe verdadera formación inicial para la vida religiosa, sin una formación
permanente de todos sus miembros, que garantiza así, la de los miembros más jóvenes. La formación, pues,
es algo que está presente en cada segundo de nuestra jornada, en cada momento de la misma, en la
cotidianidad de la existencia.
Si la progresiva asimilación de los sentimientos del Señor la dejáramos para momentos puntuales de la
jornada o del tiempo, habríamos fallado en uno de los requisitos fundamentales de nuestra vida y vocación.
Por tanto, hay que terminar con algunos tópicos que corren a lo largo y ancho del camino formativo, estando
muy habitualmente en nuestras conversaciones:
- que la formación permanente nos enseña cosas que no sabemos para saber más de Jesús, del Reino y de la
vida misma. La formación no va dirigida a la intelectualidad ni a su realización. No es verdad que está mejor
formada la persona que más sabe. Se puede saber mucho, incluso de Dios, y no estar formada para la vida
religiosa o simplemente para la realidad. Ya decían los grandes pedagogos que el test de la verdadera
formación pasa por la capacidad de la persona de adaptarse a la realidad concreta en la que le toca vivir, y de
transformarla desde ahí
- que sólo es formación permanente cursos y cursillos que realizamos, o aquello que cada uno se busca,
porque la auténtica formación se da en la cotidianidad y en el seno de la comunidad local
- que la auténtica formación es lo que cada uno se propone en un proyecto de formación individual, porque
es lo único que nos afecta y nos cambia. Esto no puede ser verdad como principio, porque la fe se plenifica
en la comunidad.
Estos tres tópicos funcionan mucho por las comunidades religiosas; en este sentido, es importante aclarar
conceptos. Es importante que cada Instituto defina bien qué entiende por formación; y que todos sus
miembros la acojan en un proceso de fe y de vocación.
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2. Lo que proponemos a continuación, por tanto, vale igualmente para la formación inicial que, como acabo de
decir, no es más que una etapa dentro de la formación permanente, como para la misma formación
permanente, que tiene carácter de totalidad en el tiempo, en la vivencia y en la experiencia que provoca.
1.- Objetivo de la formación. El objetivo y los fines, en una experiencia, son muy importantes. Si
tenemos claros los objetivos y fines, y todas nuestras motivaciones caminan en dirección de los mismos,
habremos acertado en nuestra vida.
Podríamos definir el objetivo de la formación con el Documento Vita Consecrata como:
“Un itinerario de progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo con respecto al Padre y con respecto
a la humanidad” (VC 65).
Desgranando el objetivo:
- es un itinerario: Por tanto, es un camino que se hace. Es un camino en el que todos tenemos que entrar para
recorrerlo, sin el cual, la formación no será tal. El itinerario da a la formación sentido de proceso y de
dinamicidad. También de personalización, porque nadie puede hacer el camino por otro. Si tengo que ir de
Roma a Santiago, o me pongo en camino, o nunca llegaré. Pasa lo mismo en la vida espiritual, o me pongo
en camino para esa progresiva asimilación, o nunca llegaré a tener los sentimientos de Cristo. La Iglesia
remarca constantemente la importancia de entrar en el camino, de hacer camino, de hacer camino con Jesús,
de hacer camino desde el proyecto histórico que revela historia de cada Instituto y la avala.
- de progresiva asimilación: Por tanto, de asimilación de los sentimientos de Cristo en el tiempo de toda una
vida. La asimilación de los sentimientos no se da de una vez para siempre: cuando somos bautizadas o
hacemos la profesión religiosa. Por otra parte, asimilación quiere decir que, entrando en un proceso de
integración-personalización de estos sentimientos, llegamos a hacerlos nuestros. La interiorización de los
sentimientos, actitudes y valores sigue todo un itinerario que empieza en la valoración que desde fuera
hacemos de los mismos, por clarificar el concepto en nuestra mente, por dejarnos afectar por ellos desde el
corazón y por ponerlos en práctica en nuestra propia existencia. Andando cotidianamente con Jesús, por los
caminos de Galilea a Jerusalén, los discípulos fueron calando en los sentimientos del Hijo, y los calaron del
todo cuando, una vez muerto Jesús, fueron llenos del Espíritu Santo, que los condujo hacia la plena
configuración con el Cristo de la pascua. Este itinerario de progresiva asimilación da una gran anchura a
nuestra esperanza y a nuestro deseo. Dios nos espera siempre en los márgenes de nuestros caminos errados
para reconducir nuestro itinerario y ¡siempre es tiempo de comenzar de nuevo!; siempre es el tiempo del
amor. Esta perspectiva acaba con la angustia que nos creaba cierto tipo de formación en la que se nos
inculcaba que teníamos que ser definitivamente santos después de una profesión, o de unos ejercicios
espirituales o de un retiro
- de los sentimientos de Cristo: Porque los sentimientos son la parte más humana del yo, lo más nuclear de
una vida humana. Lo fueron en Jesús y lo son en nuestra vida. Por tanto, no se trata de imitar a Jesús con un
mimetismo exacto, que, por otra parte, es imposible, se trata de ir asimilando en nuestra vida estos
sentimientos para vivirlos desde nosotros mismos. Se trata de que nos dejemos afectar por la misericordia, la
bondad, la ternura, la mansedumbre, la caridad, la alegría de Jesús y vayamos calando en la hondura de estos
sentimientos suyos para, con su gracia y nuestra colaboración, -Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti,
decía San Agustín- tratar de ser, en las distintas situaciones de la vida, como Él: misericordia,ternura,
mansedumbre, bondad, alegría, caridad. Y lo haremos cada uno desde nuestra personalidad única e
irrepetible, que Dios nos ha regalado, para vivir la relación filial y fraterna como la vivió el Hijo. Es muy
incompleta, según esto, una formación dirigida a los saberes y que no toca los sentimientos y todo el
universo de los mismos: actitudes, comportamientos, deseos internos y externos, motivaciones, disposiciones
internas y externas, opciones de fondo, etc.
- con respecto al Padre: porque de Dios venimos, en Él existimos y hacia el caminamos. Todo el deseo de la
vida de Jesús fue amar al Padre, vivir del amor del Padre, realizar la voluntad del Padre, personificar el
proyecto del Padre. El Padre es la referencia última de toda existencia creyente, de manera que nuestra
formación nos debería llevar a esa relación y religación profunda que Jesús vivió con el Padre, siendo esto lo
más importante de nuestra vida. Vivir abandonados en unos brazos con una total adhesión de confianza en
Aquel que nos espera al final del camino
- con respecto a la humanida: Porque Jesús sabía que había sido enviado por el Padre a la humanidad para
restablecer con ella esa religación-vinculación de amor que la humanidad había perdido por el pecado. Por
tanto, nuestros sentimientos de religación-vinculación al Padre deberían estimular a otros a vivir la misma
experiencia, pudiendo cantar en un himno cósmico, desde una humanidad reconciliada y en camino de
globalización de la fraternidad: Abba, Padre, hasta que Dios sea todo en todas las cosas.
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3. Si este es el objetivo, otros objetivos que persiguieran cosas distintas, no serían objetivos para la formación
en la vida religiosa y para la vida religiosa. Y esto no solamente lo tienen que saber los consagrados más
jóvenes, sino también los que ya llevan tiempo en la vida religiosa, habiendo perdido, quizás, el sentido de la
esencialidad de la misma, llenando de oropeles los vacíos y queriendo acomodar los imperativos de la cultura
moderna a nuestros estilo de vida evangélica para hacerla más actual. Ciertamente que no podemos perder el
tren de los tiempos nuevos, pero no para adaptarlo todo a nuestro estilo de vida, buscando así la
acomodación y el aburguesamiento, sino para buscar los caminos que más y mejor encarnarán los
sentimientos de Jesús y la redención de Jesús en este tiempo de la Iglesia.
2.- El fin de la formación. Viene marcado por el objetivo: la plena configuración con Cristo, pues,:
“Toda la formación en la Congregación conduce a la identificación con Cristo Redentor, en procesos de fe y
de vocación” Este es el fin de toda vida cristiana, y lo es, para la vida consagrada en general, camino
especial de vida cristiana. La máxima aspiración del ser humano tiene que ser la que San Pablo nos marca en
su carta a los Gálatas: “Vivo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. La vida que ahora vivo en la carne,
la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí” (Gál 2,20). Si la vocación de todo ser
humano, no sólo del cristiano, es llegar a ser hijo en el Hijo ¡cuánto más lo será para nosotros que hemos
sido llamados por vocación al seguimiento de Jesucristo, configurando nuestra vida con Él! Este fin de la
formación no podrá ser sustituido por ningún otro. Es importante que todos los religiosos y comunidades
vivan este proceso de configuración con el Cristo pascual, fin último de una vida cristiana plenificada en Él.
A veces confundimos el fin de la formación para la vida religiosa con otros fines, según intereses muy
personales, y ponemos el acento donde no lo está, perdiendo no solamente la esencialidad de nuestra vida,
sino entrando así en un proceso de vacío existencial que solamente puede ser llenado por Aquel que nos ha
amado y que nos ha llamado para estar con Él, caminar en pos de Él y realizar su misma misión en el
corazón mismo de la humanidad necesitada.
Lo más importante de una vida no es buscar etapas intermedias de realización, sino tener los ojos puestos en
aquello que San Ignacio de Loyola llamaba “el principio y fundamento”. No tenemos aquí ciudad
permanente y todo puede ser importante cuando está referido al fin último, pero si, en el camino, el fin es
sustituido por los medios o por fines parciales e inmediatos, habremos perdido la consistencia de toda una
vida.
En ningún Instituto, ni siquiera en los de vida apostólica activa, la preparación técnico profesional e incluso
religiosa, cerrada en sí misma y con vistas a una autorrealización en términos humanos, justificará nunca una
formación para la vida religiosa consagrada.
La configuración con Cristo es la opción fundamental de nuestra vida. Es la túnica de la que nos ha revestido
el bautismo y la consagración religiosa. Esta opción fundamental tiene que estar en la raíz de todo lo que
somos, de todo lo que hacemos, de todo lo que soñamos, de todo lo que proyectamos. Ella tiene que ser el
horizonte último del camino que iniciamos y aquello que dé sentido, valor y calidad a nuestra vida de
seguimiento. Lo importante es ser discípulos, dejando que el Espíritu Santo configure todos los días nuestra
vida con la de Jesús, muerto y resucitado, para regalar liberación a los seres humanos. Sumergidos en Él
sufriremos un proceso de transformación, de liberación interior, que nos conducirá desde la experiencia de
nuestra propia libertad en Jesús, a la liberación de todos aquellos que permanecen bajo el yugo del dolor y de
la esclavitud. Siempre que Jesús llama y libera, esta liberación es camino de misión y para la misión: “Ve a
tu casa y entre los tuyos y comunícales que el Señor ha tenido piedad de ti”. (Mc 5,19).
Y, en este proceso, lo importante es seguir el mismo camino de Jesús en el Evangelio, desde Galilea a
Jerusalén, sin dejar de lado nada de lo que nos pueda llevar, de verdad, a vivir sus mismas experiencias, a
sufrir su misma suerte y a entregar la vida por los demás, con un amor que en nosotros, y por vocación, será
redentor y liberador, como fue toda la vida del Maestro a quien seguimos.
3.- Los destinatarios de la formación: La humanidad pobre y desamparada. “La Iglesia,
sacramento universal de salvación, tiene por misión anunciar e instaurar en todos los pueblos el Reino de
Dios (...). La misión a la que están consagrados los Insitutos es la práctica de la caridad, revelando el rostro
de Dios al mundo”. Es decir, hemos sido llamados, convocados y enviados en el seno de la Iglesia, -por eso
la formación tiene que tener un gran sentido eclesial-, a realizar el fin de la Iglesia, que es la evangelización,
en medio de los más pobres y humildes.
Por eso, la formación en los Institutos, nunca podrá tener tintes intimistas: para nosotros, para sentirnos
mejor, para adquirir una preparación, para tener más cultura, para gozarnos en la intimidad de los dones
compartidos, etc. La formación nos prepara en el Evangelio y en la espiritualidad propia para ir y hacer
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4. discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu. Ella llena nuestros cántaros y
nuestras vasijas de vida de Dios, que tendremos que derramar en los corazones ulcerados de aquellos “que
sufren la orfandad o beben el cáliz de la tribulación”. Como todo, en la vida de los Institutos, la formación
está también en función de la evangelización y de la instauración del Reinado de Dios.
Por tanto, aquellos religiosos que reciben formación solamente para alimentar el deseo de la cultura o de la
intelectualidad, violan el derecho de los pobres o el fin mismo de la Iglesia en cuanto evangelizadora de los
más pobres y excluidos. Todos tenemos que tener claro que, incluso, la formación, es una gran riqueza que
los pobres no tienen, y que no nos pertenece. Saber compartir lo que somos y lo que tenemos, incluso en el
campo formativo, es una experiencia de gracia y de sobreabundante gratuidad.
Es importante, en este contexto, el diálogo de la formación con la cultura moderna, porque la evangelización
se realiza en ambientes culturales concretos y va dirigida a los hombres y mujeres de nuestro tiempo: “En la
realización de nuestra misión, hemos de contemplar al ser humano en su totalidad, a cada persona concreta,
real, histórica, querida por Dios, elegida por Él eternamente, llamada y destinada a la gracia y a la gloria,
porque cada ser humano ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido
Cristo para siempre”, dice la Redemptor Hominis. Conocer los desafíos de la cultura, los valores y
contravalores de la misma, los derroteros por los que la cultura conduce la vida humana, es esencial en los
procesos formativos. Porque se preparan y se forman religiosos para estos tiempos, para ser parábola
contracultural en todo aquello que no realice a los seres humanos según los planes de Dios, y para
aprovechar todo aquello de bueno y positivo que la cultura nos ofrece en el campo de la misma formación
para una más eficiente evangelización. Se forman religiosos para vivir procesos de encarnación que hagan
realidad el Evangelio donde el religioso es enviado: “La misión los Institutos debe ir acompañada de una
encarnación, que supone superación de criterios exclusivistas, comprensión y estima de las realidades en
que vivimos, asumiendo las condiciones del medio ambiente que sean compatibles con nuestra vida
religiosa. Para ello es necesario el conocimiento de la cultura”. Conocimiento no quiere decir acomodación.
El conocimiento supone la crítica, porque todo lo que entra en nuestra mente tiene que ser valorado a la luz
del Evangelio y de nuestra opción fundamental.
4.- El Espíritu Santo, el Maestro interior por excelencia. En la vida cristiana, ya nos lo anunció
Jesús, el maestro interior que nos enseñará todas las cosas y nos conducirá hacia la verdad completa es el
Espíritu Santo (cf. Jn 16, 7-15). Es el maestro interior por excelencia. Un maestro que está en nosotros y
permanece siempre realizando esta tarea importante que el mismo Jesús le confió. Él, además, es el que
revela y da sentido evangélico a lo que llamamos signos de los tiempos, dándonos a conocer en qué medida y
de qué manera tenemos que actualizarnos para dar respuesta a los grandes reclamos de la vida moderna con
respecto a la vida religiosa para que esta sea significativa, para que sea fermento en medio del mundo, para
que acierte en sus propuestas de la liberación de las nuevas esclavitudes. Todos los programas y proyectos
fracasarán si el Espíritu no está.
Para que el Espíritu realice su función se nos pide tener las mismas actitudes de María, la primera discípula,
en la que nos miramos para poder encarnar la Palabra en nuestra vida y poderla comunicar como gracia.
María se dejó formar por el Espíritu Santo (cf. Lc 1, 26-38) y (Const. 9)
- permaneciendo abierta a sus inspiraciones
- entrando en diálogo con Él
- dejándose interpelar
- siendo dócil a lo que Él le sugería
- viviendo en la verdad y de la verdad
- permaneciendo pobre, sin autosuficiencia ni soberbia
- sintiéndose y haciéndose esclava
- poniendo por obra lo que el Espíritu le iba pidiendo
- entregando su vida a su Palabra.
Todo un camino formativo en el que el Espíritu Santo irá configurando nuestra vida con Jesucristo Redentor.
Sin duda, una de las primeras cosas que el Espíritu hace, es encarnar en la vida del creyente la Palabra,
convirtiéndolo en discípulo y en otro Cristo para bien de la humanidad. Solamente la fuerza del Espíritu
tiene el poder de transformar sentimientos, motivaciones, opciones, deseos, disposiciones, etc. en las
personas, para hacerlas renacer a una nueva vida. La verdadera novedad proviene siempre de Él. No hay
transformación personal sin apertura y docilidad al Espíritu.
Las mediaciones humanas son importantes, pero sin la presencia del Espíritu no hay transformación posible
en una vida.
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5. 5.- El modelo de la formación. El Cristo con el que el religioso está llamado a configurarse, según el
himno cristológico de Fil 2, 5 y ss, es el Cristo de la encarnación y de la pascua. Es decir, es el Cristo que
realiza constantemente un proceso de descendimiento hasta introducirse en el corazón de la humanidad,
siendo uno de tantos, para salvar al género humano; y es el Cristo de la pascua, el que entrega su vida por
amor sin que nadie se la pida, (cf. Jn 10,18) pasando por la pasión, la muerte y la resurrección.
Pero también es el Cristo buen samaritano (Lc 10, 29-37), que sirve por amor el Evangelio de la caridad a los
pobres, y que se hace solidaridad misericordiosa con los más necesitados del mundo, convirtiendo nuestra
vida en samaritana, según lo que se decía en el último congreso de vida religiosa celebrado en Roma.
El icono perfecto que hace referencia a este modelo para la formación tiene que ser antropológico-bíblico,
porque hace referencia a Jesús y a su manera particular de ser Dios entre los hombres y de ser hombre Dios,
entregado por amor a Dios hasta dar la vida por los demás.
Los documentos de la Iglesia (VC. 65) ponen a nuestra consideración un icono que nos presenta a Jesús
como modelo único para la formación, no para que lo imitemos, sino para que lo sigamos en nuestro
itinerario. Hoy se ha pasado de la teología de la imitación a la teología del seguimiento, gracias a Dios. Pero
veamos detenidamente lo que dice este himno:
“Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo, el cual, siendo Dios, no tuvo a gala
ser igual a Dios, sino que se humilló a sí mismo, tomando la forma de siervo llegando a ser como uno de
tantos; y apareciendo en forma humana, se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de
cruz” (Fil 2,5-7 y ss).
a) El modelo es antropológico bíblico porque habla de los sentimientos del yo de Jesús, Dios
encarnado y verdadero hombre por nuestra salvación. Este himno nos revela una determinada manera de ser
verdadero hombre o mujer delante de Dios. Y lo es aquel que, como Jesús, se descentra de sí mismo
iniciando un verdadero itinerario de kénosis hasta introducirse en el corazón de la humanidad. Es el Jesús
que no tiene a gala nada y se humilla, es decir, se abaja, desciende, se acerca, se introduce, se hace uno de
tantos con todo hombre y con todos los hombres para la salvación y redención de todos los seres humanos.
En todo el Nuevo Testamento este es el Jesús que aparece, el Jesús encarnado, uno de tantos con todos, sin
títulos, sin poder, sin riquezas, sin otras pretensiones que no sean las de alabar y bendecir al Padre
cumpliendo su proyecto. Es el Jesús de la pequeñez, de la pobreza, de la minoridad, de la obediencia hasta la
muerte, que camina codo a codo con la tierra. Sin duda, nada tiene que ver todo esto con nuestras soberbias
solapadas, con la búsqueda del poder, del tener y del aparentar en la vida religiosa. En nuestro itinerario de
progresiva asimilación será, pues, importante:
- ponernos en camino de no tener a gala nada, seamos lo que seamos y pensemos lo que pensemos
de nosotros mismos
- ponernos en camino de salir constantemente de nosotros mismos, descentralizarnos de un yo que
siempre busca subir, tener, acaparar, aparentar, relucir
- vivir la humildad como opción de vida cristiana, es decir, como tierra virgen en la que se puede
encarnar y en la que puede germinar la vida
- tomar la forma de siervos, es decir, de servidores del Evangelio y de la buena noticia, pues para
eso se hizo siervo Jesús, para servir a todos
- no querer otra cosa que ser una de tantas, en la vida, en comunidad, en la Iglesia, en el corazón
del mundo, de la cultura, de los influyentes y de los no influyentes, de los pobres; caminar codo a
codo con la tierra y con los excluidos
- vivir la experiencia de la minoridad, de lo pequeño, de lo débil, de lo que no cuenta
- hacer de la obediencia un camino de fe y de entrega por amor a los otros, hasta la muerte
- entregar la vida por amor a otros, para que todos lleguen a gozar de la maravillosa libertad de ser
hijos de Dios.
Estos son los sentimientos del himno que recrean en quien los vive el estilo de hombre que fue Jesús y que
pide para todos los que le seguimos.
Esto supone un proceso de kénosis, es decir, de muerte a todo aquello que nada tiene que ver con el modelo y
con la progresiva asimilación de sus sentimientos. Sin duda, como Jesús, también tendremos que morir para
que en nosotros se cumpla la voluntad del Padre, como se cumplió en Él, y para recrear la vida, pero,
¡merece la pena!
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6. Sobre todo, el religioso tendrá que ser formado en los sentimientos y actitudes de Jesús que aparecen en la
definición del carisma y de la propia espiritualidad. Cada Instituto tiene su carisma y espiritualidad que
revelan una forma particular de vivir la vida cristiana siguiendo al modelo, que es Cristo.
b) El modelo es también antropólogico bíblico porque habla de la relación de Jesús en el seno de la
Santísima Trinidad y de Jesús con la humanidad. La esencia de Dios es la comunión, comunión que quiere
restablecer con los seres humanos, y por ello envía a su Hijo: para restaurar y sanar los corazones en la
maravillosa experiencia de la filiación. Jesús, al hacerse uno de tantos con la humanidad y al introducirse en
el corazón mismo de la humanidad y de cada ser humano, revalida para la vida cristiana el sentido de la
relación y de la comunión que Dios vive al interno de la Santísima Trinidad. Por tanto, ya no sirve la
pretendida perfección individualista que tantas veces buscamos o ese tipo de formación que veía en la
relación el peligro de una entrega total y exclusiva a Jesucristo. Como si la relación fuera precisamente lo
que podía apartar al consagrado de un verdadero camino de vida evangélica. Hoy, casi todas las
Constituciones están escritas en términos relacionales, ya que Dios es relación y misterio de comunión por
excelencia. Es decir, en términos de fraternidad-sororidad. Pues hablan de relación
- con Dios,
- con nosotros mismos
- con la humanidad, especialmente con los pobres
- con la Iglesia
- con el cosmos.
Por tanto, es muy importante en las congregaciones religiosas formar para la relación y desde la relación
misma. Para la relación significativa, es decir, para ese tipo de relación abierta que recrea constantemente la
comunión y que construye el hogar de la comunión de los seres humanos con el autor de la vida.
De tal manera es importante este elemento que se pueden tener muchos valores, pero si la persona no está
dispuesta o tiene serios inconvenientes para vivir en relación, se podría decir que no tiene vocación para este
estilo de vida. Relación que tenemos que vivir con todos, sin excluir y sin hacer acepción de personas,
porque Jesús no lo hizo.
Jesús y María revelan que Dios es trinidad de personas y la relación recíproca de amor que existe entre ellas,
así como que, con respecto a la humanidad y al cosmos, Dios se define también en términos relacionales.
Porque por el pecado el hombre había perdido la relación originaria de amor que siempre había tenido, Dios
envía a su Hijo para restablecer el maravilloso vínculo de la religación con Él. Llegando a la tierra, Jesús
establece la relación significativa por excelencia, esa relación pascual por la que entrega la vida: la relación
filial que lleva implícita la relación fraterna. María, la mujer que se abrió totalmente al Padre y a la acción
del Espíritu, es presentada en la Sagrada Escritura como la criatura que mantiene sin mancilla la relación
original que la une a su creador y, cuando el Verbo se encarna en su seno, se hace peregrina de la relación
humana para revelar a otras personas la merced que Dios les ha hecho, el don del que es depositaria, la gracia
recibida (Lc 1, 39-56). La encarnación del Verbo en María supone una nueva etapa de las relaciones de Dios
con la humanidad, relaciones que definirán la experiencia de fe y que la fundamentarán como adhesión
incondicional al tú de quien hemos recibido la vida y la salvación.
Por tanto, la relación desde estos dos modelos en quienes nos miramos, es importantísima en el camino
formativo, porque estamos llamadas a acompañar a los seres humanos en el camino de la sintonía de amor
relacional con Dios, que no solamente restaura a la persona humana, sino a la humanidad entera.
Esto implica:
- cosiderar a cada hermano como mediación inigualable de la comunión que Dios realiza en nuestra
vida, más a las que son menos amables o menos amados;
- capacidad para vivir en vinculación;
- búsqueda constante de la comunión, como lugar inequívoco del seguimiento;
- purificación constante de la concordia de ideales y de corazones;
- búsqueda conjunta de lo que Dios quiere para nosotros;
- adhesión incondicional al Jesús que constantemente recrea el amor fraterno;
- adhesión al proyecto histórico común;
- estrenar todos los días identidad y la libertad de pertenecer.
Como diré un poco más adelante, la comunidad, por tanto, el grupo de hermanos, es el lugar inequívoco de la
verdadera formación, porque es con ellos con quienes todos los días estrenamos el milagro de la relación
misteriosa con Dios y con todo lo que existe. Los indicadores de conducta para una sana relación son
indispensables al discernimiento para nuestro estilo de vida.
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7. En el modelo formativo será importante tener en cuenta todos los rasgos del modelo de formación, hoy, para
la vida religiosa. Me limito a nombrarlos con el deseo de que se pongan en marcha en todos los procesos
formativos, tanto de la formación permanente como de la formación inicial. La formación en los Institutos
debe ser:
- multidimensional
- sistemática
- procesual
- compleja
- personalizada
- comunitaria, (Dirt. 134).
6.- Leyes evangélicas en un proceso formativo: centralidad, exclusividad y totalidad. La formación
para la vida religiosa es muy exigente si miramos las leyes que la vertebran y que son constitutivas de la
misma opción de vida. Nos habla de centralidad, exclusividad y totalidad. Así como de gratuidad en el
servicio y de nuevas formas de relación con las personas, con la sociedad y con el cosmos. Leyes muy
importantes en el camino formativo, que tienen que ver
- con la persona de Jesús, como referente último, exclusivo y totalizador de todo el proceso
- y con la adhesión, también total y exclusiva, a la misión que la Iglesia nos ha confiado.
a) Con respecto a la persona de Jesús. En términos de amor, Jesús reclama la centralidad, la
totalidad y la exclusividad de nuestro corazón, de nuestra vida, de nuestro itinerario, de nuestras
motivaciones, de nuestros deseos, de nuestras ilusiones, de nuestras opciones de vida. El discipulado en la
vida cristiana tiene esta misma exigencia. “Nuestra consagración la expresamos entregándonos total y
exclusivamente a Jesucristo para colaborar con Él en la obra de la redención y comprometiéndonos desde
Él a ser buena noticia para todos”.
Todo se nos dará después con el Señor, pero nadie ni nada puede ocupar la centralidad de nuestro corazón ni
de nuestra vida. Nada ni nadie puede desplazar a Jesucristo del centro de nuestro ser y de nuestra misión. El
amor amado reclama ser el centro, ser exclusivo y toda la vida a lo largo y ancho del tiempo, así como todas
las opciones personales de una vida.
b) Con respecto a la misión. La misión de la Iglesia y, por tanto de las Congregaciones religiosas, es
hacer acontecer el Reino de Dios y su justicia a través del ejercicio de la caridad. Jesús personaliza el Reino,
de tal manera que, decir Jesús, es decir Reino, y decir Reino, es decir Jesús. En términos de misión, el Reino
reclama también la centralidad de nuestra entrega amorosa y amante, la exclusividad y la totalidad de nuestra
vida y de nuestra persona. A ejemplo de Jesús se nos pide toda nuestra persona, toda nuestra vida, todo
nuestro tiempo y todas nuestras opciones. Estas leyes son muy importantes en nuestro camino de vida
espiritual y en nuestro itinerario formativo. Requieren toda una pedagogía de formación:
- de la afectividad
- de la libertad que se entrega por amor
- de la pasión que supone la entrega en términos de perder para ganar, de tal manera que “sirvamos a los
pobres como signo profético de evangelización”
Todos los religiosos tienen que saber desde siempre que, en base a ellas, se les puede pedir la misma vida.
Supone todo un camino de fe y una responsabilidad grande en términos vocacionales; tener claro el camino
pero, sobre todo, la meta. El joven lo tiene que saber desde el principio para que toda su vida se haga
disponible a la entrega hasta la muerte y una muerte de cruz, como Jesús, como María como los grandes
creyentes. Todo puede ser compatible cuando no vulnera ni los principios ni los fines.
7.- El método pedagógico didáctico: La integración. La vida religiosa ha pasado por distintos
períodos formativos definidos por distintos modelos y métodos: observancia, perfección, autorrealización,
autoaceptación, etc. Todos ellos han tratado de centralizar la vida en lo esencial, más unos que otros.
Solamente que, en algunos, lo esencial, se ha desfigurado, unas veces, por no tener claro el itinerario o el
camino, y otras, por no tener claro el objetivo. Explico brevemente estos métodos:
- El de observancia, que cifraba la realización de una vida en prácticas externas. Se creía que por
una obediencia ciega y radical a las leyes externas, se llegaría a la santidad. El objetivo final no era la
configuración con Cristo, sino la propia perfección. Tenemos que decir que, por este camino indirecto,
muchos religiosos alcanzaron las cimas de la santidad.
7
8. - El de perfección, que ponía el acento en la perfección y santidad individual y en el voluntarismo de
poder alcanzarla con las propias fuerzas. Por tanto, hacía depender la santidad de lo que una pudiera lograr, y
no tanto de la gracia. También indirectamente condujo a muchas personas a la santidad.
- El de autorrealización, que a mi modo de ver y los expertos en vida religiosa opinan lo mismo, ha
sido el más nefasto modelo y método de formación que la vida religiosa ha seguido, porque puso el acento en
el yo y en su realización, en las dotes y cualidades personales y en el éxito social, y no en la configuración
con Cristo, de tal manera que, las personas en la formación para la vida religiosa, lo que perseguían era
carreras con las que conseguir relevancia social y éxito social. Es verdad que este método recuperó para la
vida religiosa la importancia de la persona, pero la desvistió de sentido teologal y de parresía.
- El de autoaceptación, que también puso el acento de la formación en el yo y en su aceptación,
proclamando la importancia del amor y del perdón a uno mismo, porque, también Dios, nos perdona y nos
ama, metiendo a las personas en la autocomplacencia del yo y en el relativismo moral y ético. Todo era
bueno con tal de quererse mucho a uno mismo, de aceptarse y de perdonarse. En este modelo-método
tampoco la configuración con los sentimientos de Cristo aparece por ninguna parte.
Ahora, la vida religiosa, ha descubierto que el método formativo que más y mejor respondería a la formación
para este estilo de vida, teniendo en cuenta el icono de Jesús en su misteriosa kénosis, sería el llamado
método de integración. Todo tiene sentido recuperando la centralidad de Jesucristo en su misterio pascual.
Estemétodo viene a decir algo así como que: “Nos realizamos en la medida en que asumimos, vivimos y
actualizamos el misterio de Jesucristo Redentor, fuerza transformadora del mundo y del ser humano. Somos
conscientes de que el sufrimiento y el dolor, así como el sentido de la muerte, tienen valor humanizante y
redentor cuando los integramos en nuestra vida”. Todo adquiere consistencia y puede producir cambio
cuando se articula toda la vida y las opciones en torno a la cruz salvadora del Hijo, como respuesta a todos
los interrogantes, a todos los problemas, a todas las crisis, a todas las esperanzas, a todos los gozos, a todas
las búsquedas y a todas las realizaciones de los seres humanos según el proyecto de Dios.
La cruz desvela:
- la verdad de Dios y el verdadero amor de Dios
- la verdad del hombre
- la verdad del amor
- la verdad del pecado
- la verdad del perdón
- la verdad de la misericordia
- la verdad de la salvación y de la liberación.
La cruz es testimonio de que el verdadero amor está crucificado. Es decir, no es el amor de palabras que no
comprometen, sino el amor de hechos que es capaz de morir para dar vida a otros el que verdaderamente
realiza una existencia creyente, más una vida religiosa. Además, en este patíbulo absurdo, el más abyecto de
su tiempo, encuentra respuesta toda la absurdidad de los seres humanos y todos los problemas que
permanecen sin respuesta, sobre todo, aquellos que tienen que ver con el mal en el mundo y la desesperación
de los justos.
El método de la integración conduce a la persona a dar sentido a toda la vida desde este centro vivo, donde el
enamorado de los seres humanos permanece colgado hasta que todos seamos liberados por la fuerza del amor
que se entrega. Ese centro vivo en el que no solamente pende la muerte, sino el estigma de la resurrección y
de la gloria.
Cuando acertamos a articular toda una vida en torno al Crucificado, la existencia se transforma, porque el
amor no puede resistirse al amor, la sobreabundancia de vida nos arranca de la muerte, nuestras cadenas caen
ante la fuerza de un pecho herido, de un lamento enamorado. Todos los santos lograron transformar la propia
vida bebiendo vida en la cruz de Jesús. Porque la cruz nos revela al verdadero ser humano y la verdadera
vocación del creyente.
Por eso, la verdadera formación no arranca de nosotros y termina en nosotros, arranca de la cruz de Jesús y
termina en nuestra liberación, por tanto, tampoco tiene su fin en nosotros, sino que ella nos sitúa en el
corazón del mundo como primicia de resurrección. Nos convertimos en personas resucitadas al servicio de la
liberación. Toda formación que inicia en nosotros y termina en nosotros, nos destruye. La formación nos
hace entrar en ese proceso de kénosis del Hijo, por tanto nos descentra, para terminar en la explosión de la
vida resucitada, que no es privativa de nadie y que termina en la renovación cósmica de todas las cosas. La
verdadera formación es siempre cósmica. Por eso, quien habla de mi proyecto, de mi grupo, de mi camino, de
mi... se equivoca inexorablemente. Es cierto que se impone la personalización porque la respuesta
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9. vocacional es personal e intransferible, pero si la respuesta nos encierra en nuestras propias vivencias sin
posibilidad de apertura como liberación, nos habremos confundido en el camino de la vida.
En este proceso lo más importante, no es coger la vida en nuestras propias manos, como hemos dicho tantas
veces, es dejarnos conducir por el amor estigmatizado. Todos los amigos de Dios son personas conducidas,
por eso, es importante saberse recibido y conducido hasta ese centro vivo que dará sentido a nuestra vida y a
todas las cosas presentes, pasadas y futuras.
8.- El contexto cualificado de la formación: la comunidad local. Si la formación acompaña
procesos de vida, de fe, de vocación y de misión, el lugar de la misma no puede ser otro que la comunidad
local, porque no podemos dejar estos procesos para momentos puntuales de la vida. Sería una grave
equivocación. Por eso, todos los Insitutos religiosos tienen que recuperar la comunidad local como espacio
cualificado para vivir el don de la vocación y como ámbito insustituible de formación; o se viven en ella
procesos formativos, o lo que realizamos en otros ámbitos, no es formación permanente propiamente dicha.
Podrán ser acciones que completan lo que se tiene que realizar en comunidad, pero nunca pueden sustituir el
ámbito comunitario como medio cualificado de formación: “Todos los religiosos tenemos nuestra parte de
responsabilidad en la formación, cada uno según sus propias funciones. En una comunidad donde se vive la
caridad y la comunión, las jóvenes aprenden por experiencia el valor de la vida fraterna como ámbito de
crecimiento y de fidelidad en la vocación.. Toda comunidad es en sí msima formadora”.
Cada comunidad tiene la exigencia de colaborar activamente en conseguir una calidad de vida humano-
evangélica para sus miembros, pues: “las comunidades cristianas tienen una responsabilidad primordial,
forman y se forman a partir de la vida, en contacto con la realidad, en la oración, la lectura espiritual, el
diálogo y la revisión de vida, que supone el discernimiento espiritual”. Todos los valores de la vida
comunitaria en su triple dimensión, y todas las experiencias aportadas por todos los religiosos y por la misma
realidad, son elementos formativos por excelencia. Ya decían los grandes pedagogos americanos que la
mejor universidad es la vida ordinaria, allí donde cada día nos jugamos todo a una sola carta en nuestro
desarrollo y crecimiento personal. Las vivencias y experiencias de la vida nos ofrecen un material formativo
de primera línea que tenemos que saber aprovechar.
Para ello, es importante cuidar la comunidad en su triple dimensión: vida, oración y misión para que
todos los momentos, desde el amanecer hasta finalizar la jornada, sean momentos formativos por excelencia.
En comunidad “la caridad es como una activa esperanza de lo que las demás pueden llegar a ser gracias a
nuestra ayuda fraterna”. Desde aquí se percibe claro el valor de la comunidad y de la caridad que nos
convoca, nos une y nos sitúa en el corazón del mundo como personas transfiguradas, enamoradas de Jesús y
eficaces constructores de su Reino.
Recrear constantemente comunidades abiertas al
- misterio de Dios y del hombre
- a la oración, que el Espíritu realiza en nuestros corazones
- al discernimiento para buscar y encontrar la voluntad de Dios en nuestra vida
- a la vida eucarística con toda su riqueza de presencia, derroche de amor, donación crucificada,
reconciliación y perdón, envío y misión
- a la corrección fraterna y a la confrontación porque en ellas se nos puede revelar lo que Dios
quiere de cada uno
- a la manifestación de la fe como relación de amor, de abandono en los brazos de un Padre y de
confianza en los hijos del Padre
- al diálogo creativo; a la acogida, la escucha, la relación
- a la entrega generosa por el Reino en los más pequeños
- a la sencillez de vida y a la universalidad
- a la pasión por la humanidad, pues la caridad de Cristo nos urge
- a buscar respuestas comprometidas con el dolor de los crucificados de la tierra
- a la libertad de pertenecer desde una identidad a toda prueba
nos aportará una riqueza formativa que difícilmente podremos encontrar en los libros y dificilmente,
también, viviremos en momentos esporádicos.
El acompañamiento espiritual, que etimológicamente se define como comer el mismo pan juntos, no es
auténtico si no es, también, en ámbitos comunitarios. Porque son nuestras hermanos quienes nos conocen de
verdad y conocen la interacción de nuestra vida en la realidad. Los acompañantes desde fuera nos pueden
ayudar, pero no pueden sustituir al acompañamiento comunitario. Los acompañantes desde fuera tienen una
9
10. visión parcial de la realidad, la que cada uno comunica a su acompañante, pero no tienen la visión total y
global de lo que acontece. El acompañamiento supone la observación directa de la realidad.
En este sentido, es muy importante que las comunidades programen una cualificada formación destinando
tiempos suficientes en el cronograma comunitario, no soslayándolos por muchas que puedan ser las tareas
porque, a veces, las tareas, no son más que los escapismos que nos buscamos por miedo a enfrentarnos con
nuestros vacíos y con nuestra falta de vida y de respuesta:“Cada una de la comunidades locales, con la
aprobación de los légitimos superiores y atendiendo a la triple dimensióm de vida, oración y apostolado,
elaborará el proyecto comunitario y programará su propia vida de modo que estén armonizados: oración,
lectura, trabajo, silencio, autoformación, recreación y tiempo libre”.
También será importante, en este sentido cuidar las bibliotecas y amar todos los documentos que nos aporta
la propia espiritualidad, aunque sean pobres y humildes
Los entes superiores, como comunidad de comunidades tiene que comprometerse a acompañar la formación
de las comunidades en cuanto les sea posible, sobre todo, desde la elaboración de proyectos comunitarios
comprometidos, y de programar acciones formativas que completen las realizadas en el seno de las propias
comunidades.
Vivir el tiempo como acontecimiento, como ruha, como posibilidad para todo, es esencial. El
aprovechamiento del tiempo en una autoformación continuada hará de los religiosos, siempre abiertos a un
presente y a un futuro que se percibe más como esperanza que como peso del que hay que huir para que pase
rápido.
9.- Las fuentes de la formación: La Sagrada Escritura y la propia espiritualidad en sus variados
documentos y la realidad. La formación tiene sus fuentes en la Sagrada Escritura y en los documentos
congregacionales, pudiendo beber en otras fuentes, pero sin soslayar éstas.
a) La Sagrada Escritura, porque allí está todo un camino de vida creyente, de vida cristiana, de
respuesta a la vocación, de encarnación en la misión, de entrega hasta dar la vida. El Dios al que seguimos, el
Cristo a quien nos hemos consagrado, el Espíritu Santo que es nuestro Maestro y María, en quien nos
miramos como discípulos, se asoman a las páginas de la Escritura para alimentar nuestros procesos de fe y de
vocación. Por tanto, insustituible en nuestra formación será la Palabra de Dios, que siempre leeremos,
reflexionaremos y oraremos bajo la acción del Espíritu. Esta nos ofrece cantidad de caminos formativos, uno
por cada uno de los amigos de Dios que ella contiene.
b) Los documentos de la propia espiritualidad, que contienen la propia espiritualidad: “Una
adecuada formación nos ayuda a integrar la espiritualidad propia y el carisma, confiriendo a las hermanos,
desde el principio, un sentido de identidad y de pertenencia a la propia Congregación.
Muy importante para la propia formación, es vivir un proceso de fe alimentado en las fuentes de la propia
espiritualidad, pues: “la espiritualidad de las Congregaciones brota del carisma y especialmente de los
elementos constitutivos. Estos elementos tienen que ser profundizados, interiorizados, desarrollados, vividos
y compartidos por cada religioso en la comunidad y en la misión como camino de formación. Si hemos
recibido una determinada vocación, la tenemos que desarrollar, hacerla crecer, alimentar, consolidar y
llevarla a plenitud, en lo que de nosotros dependa, bebiendo en las fuentes de la misma.
c) La literatura religiosa que, en estos últimos tiempos, está siendo muy rica y está recuperando para
este género de vida la dimensión teologal que últimamente había perdido. Tenemos que saber buscar los
medios que más y mejor nos conduzcan a vivir cada día con mayor sentido nuestra vocación en la Iglesia y
para hacer bien a la humanidad.
d) La misma realidad, como ya he apuntado antes, se convierte en la vida de los religiosos en escuela
formativa de primera línea, siempre que se sepa discernir lo que más y mejor conviene para la realización de
la propia vocación y de la propia vida.
10.- Estrategias formativas. Son muchas las estrategias formativas que podemos poner en marcha:
- Procesos de fe y de vocación. La principal tarea de los responsables de Provincias y de
comunidades, es acompañar la vida, vocación y misión de sus hermanos. Hacer proceso y compartirlo es uno
de los grandes desafíos de nuestra vida religiosa. La fe no es tal hasta que no llega a ser compartida y a crear
el cuerpo de la comunidad creyente. Una fe que valiera sólo para cada uno, no sería auténtica, porque
nacemos en comunidades de fe, al lado de otros creyentes que nos la transmiten y, junto a ellos, estamos
llamados a vivirla y transmitirla. ¡Cómo cambiaría el rostro de la vida religiosa si hicierámos verdaderos
procesos de fe y los compartiéramos en comunidad! El testimonio de la belleza de la vocación cristiana
arrancaría, por contagio, otras vocaciones. Nos puede ayudar en esto los proyectos comunitarios y los
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11. proyectos personales, con una salvedad, los proyectos comunitarios nunca pueden ser la suma de los
proyectos personales realizados al margen de la confrontación comunitaria, porque desvirtuarían nuestras
comunidades creyentes.
- La oración como expresión de una comunidad creyente. La oración es personal, es la relación
amorosa y amante de un creyente con su Dios. Pero, hay que decir que también la oración alcanza su
plenitud realizada en comunidad, compartida en comunidades creyentes. El Reino llama a pueblo, a eclesia, a
asamblea, a comunión de los santos. En ese contexto es donde la oración alcanza su plenitud y su sentido.
Por tanto, es importante que, nuestra oración, pase de los ámbitos meramente privados a ámbitos de
compartir solidariamente el don de la fe y de la vocación, (cf. Mt 18, 19-20).
- El discernimiento espiritual. Para llegar a conocer lo que Dios quiere de nosotros en nuestro
momento histórico, para saber qué es lo que el Espíritu nos pide, por dónde tenemos que caminar, qué
acciones tenemos que acometer, cuál es la finalidad de lo que somos, vivimos y realizamos, pues es
conveniente realizar el discernimiento como acto y como virtud. La vida cristiana se desarrolla más
profundamente en contextos donde constantemente se busca y se discierne la voluntad de Dios, (cf. Hch 15,
1-19).
- El acompañamiento, que nos ayude a crecer. Realizado con amor, sí, pero no para quedarnos en la
santificación de los afectos del corazón, que no conducen a ningún sitio. El verdadero acompañamiento
enfrenta a la persona con su propia realidad, vivencia y experiencia y le hace llegar a comprender si su vida
camina según el deseo de Dios o no, (cf. Mt 20, 20-28). Seimpre tiene que ser asimétrico.
- La confrontación en comunidad, con un grandísimo respeto y una gandísima caridad, pero con
realismo. Jesús, el enviado del Padre a quien seguimos, confronta constantemente la vida de las personas
cuando el proyecto de Dios no se cumple en ellas. Y nos tendría que preocupar de verdad si este proyecto no
se cumple en nosotros o en nuestras hermanos, porque si no se cumple, estamos echando a perder una vida,
(cf. Jn 4, 4-26).
- La corrección fraterna. Para dejarnos interpelar, retar, por el Evangelio y la espiritualidad
cotidianamente, porque esto ayuda mucho a crecer en el don recibido. Lejos de sentir la corrección como
amenaza de nuestra imagen -que sí que lo es y está bien que lo sea para que no vivamos de imagen sino de
realidad creyente, aunque sea limitada y pecadora-, tendríamos que sentirnos agradecido cuando alguien nos
pone en camino de Evangelio y de carisma, porque en definitiva, lo que está haciendo es ponernos en camino
de vocación, (cf. Mt 18, 15-18).
- La revisión de vida, un instrumento eficacísimo de la vida espiritual que soslayamos y que, desde
luego, nos está haciendo perder las mejores oportunidades de restaturar nuestra propia existencia en el amor,
en la comunión y en la formación de esos sentimientos de Jesús que se ponen en evidencia cuando todas, con
sentido evangélico, revisamos nuestra vida y vocación, (cf. Hch 9, 1-19).
- Las lecturas de acuerdo a los objetivos de etapa, que alimenten nuestra oración, nuestra vida y la
misión que realizamos como comunidad orante y pascual.
- El diálogo y comunicación para enriquecer las relaciones y dar calidad a las mismas, (Const. 41).
Podremos pensar que estamos siempre diciendo lo mismo, y que nunca realizamos estas acciones formativas.
Depende de nosotro. Los propios Insititutos nos ponen siempre en camino de realización de estas acciones
formativas, pero a veces el excesivo respeto a cada uno las ahoga. Hay respetos que han dado al traste con
nuestras mejores oportunidades y posibilidades. Se puede llegar a decir que no se puede obligar a nadie, y es
verdad. Pero también es verdad que todos, libremente, y sin que nadie nos obligara, hemos profesado en este
estilo de vida en el que, la comunidad creyente, tiene un papel primordial. Incluso en las Ordenes de vida
contemplativa, la comunidad es una dimensión especial para crecer en la fe y en la vocación.
También será importante que, como estrategias complementarias, sigamos programando cursos, cursillos,
encuentros a todos los niveles, porque esto también nos ayuda. Lo importante es no hacer desplazamientos
de lo esencial, que se vive en contextos comunitarios, a lo complementario, que se vive en contextos más
amplios y que son, eso, complementarios.
11.- Peligros de la formación para la vida religiosa. Muchos son los peligros de una formación
que, en sí misma, es tan exigente. Pero señalaré solamente algunos que se dan en los ambientes en los que
nos movemos:
- El intelectualismo. Cuando el objetivo y el fin de la formación para la vida religiosa no se tienen
claros, lo que se trata de hacer es engordar el propio yo, o la mente, con muchos conceptos, creyendo que
por saber mucho, nuestra fe será mayor y mejor preparados estaremos para afrontar los desafíos de la vida
religiosa en el mundo y en la Iglesia de hoy. Si el objetivo de la formación para la vida religiosa es llegar a
11
12. tener los mismos sentimientos de Cristo con respecto al Padre y a la humanidad, y el fin de la misma es la
configuración con Él, si lo que buscamos con la formación es engordar el yo con saberes, nos estamos
confundiendo de medio a medio. Por tanto, no solamente hay que actualizar las estrategias en lo que se
pueda, que habrá que hacerlo, lo importante es cambiar la dirección, (cf. Mc 12, 38-40).
- La acomodación de la vida a los criterios de la cultura reinante. Es importante el conocimiento de
la cultura, pero la acomodación a ella en base a que tenemos que modernizar nuestra vida, es acabar con
nuestro estilo de vida, porque hay cosas de la cultura que desde el Evangelio no se pueden aceptar. El
conocimiento cultural tiene que ser crítico con respecto a la adaptación, porque de lo contrario, terminamos
en el hoyo del secularismo más absoluto e, incluso, hasta en la pérdida de la fe y de los auténticos valores.
(cf. Rm 12,1-2).
- La falta de discernimiento. La falta de discernimiento nos conduce a andar por la vida sin rumbo.
Es importante reconducir siempre los caminos para una mejor y más plena respuesta al Evangelio y al
carisma, y ello reclama el discernimiento constante. En el campo de la formación es muy importante
discernir los problemas que nos apartan de los verdaderos objetivos y fines de una vida de seguimiento por el
Reino, no solamente en los hermanos más jóvenes, sino en todas las hermanas, porque a veces, la inmersión
en un mundo tan desafiante, nos conduce a perder los verdaderos horizontes de nuestra existencia creyente y
de entrega a los más necesitados, (cf. Mc 12, 13-17).
- Los escapismos de la propia realidad. Porque los compromisos retan serianamente nuestra vida.
Cuando no aceptamos los retos y los desafíos, lo mejor es escaparnos a alguna parte: a nuestras casas, con
nuestros amigos, con el grupo que conectamos, incluso, a la misión. Los escapismos suponen un estado de
vida en la soberbia y en el vacío, porque lo que tenemos no nos basta ni nos satisface. Dios se encarna
cotidianamente en la realidad y en mediaciones pobres y humildísimas, pero nosotros, hemos dado la vuelta
al Evangelio. Yo no tengo nada que compartir con estos hermanos, decimos, porque son tan pobres... yo
tengo, nosotros tenemos nuestro proyecto... Son expresiones que a veces se oyen, en vez de aquello de:
“Jesús, siendo igual a Dios, no tuvo a gala retener este título, sino que inició un proceso de humillación
hasta hacerse uno de tantos, y haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, (cf. Fil 2,5-7).
Estas expresiones son un pecado contra el Evangelio, porque Dios acepta siempre la humildad de los
humildes y camina con ellos. Y a nosotros se nos pide, con el profeta y como signo creíble de la vida
religiosa actual, caminar humildemente con nuestro Dios (cf. Sof 2,3), como hizo Jesús. (Fil 2, 5 ss).
12.- Los frutos de la formación. Cuando una formación tiene calidad en un Instituto, toda la vida se
transforma y se percibe en frutos concretos, tanto al interno de la vida comunitaria, como en la misión. Sobre
todo se perciben personas enamoradas de Jesús y de su proyecto de vida, preocupadas porque el Reino
acontezca y por los pobres de la humanidad. Se perciben personas que tienen un centro vivo en torno al cual
viven y proyectan, y unos indicadores de conducta en las comunidades que revelan que son comunidades
cristianas, en misión y para la misión, siendo teofanía de los sentimientos de Jesús con respecto al Padre y
con respecto a la humanidad. Sin duda la formación:
- mejora las relaciones, teniendo una mayor calidad y siendo cada vez más significativos el diálogo, la
comunicación, etc.
- mejora la vida espiritual, la vida de oración es más intensa y fructuosa, las personas más virtuosas e
integradas
- mejora la búsqueda conjunta de la voluntad de Dios en la realidad
- la vida de fe es más auténtica
- mejora la misión a todos los niveles
- el Instituto vive la misión con mayor dinamicidad y tiene mayor capacidad para entrar en diálogo con los
signos de los tiempos, dando un testimonio profético de los valores proclamados en las bienaventuranzas.
En realidad se podría decir que, uno de los frutos principales es que mejora la calidad de vida evangélica,
haciendo más atractivo el discipulado y más significativo el testimonio. La misión se vive con mayor
entrega, centralizando la vida en el Reinado de Dios y su justicia, dando a todas las acciones una mayor
dinamicidad misionera. El coraje, la valentía y el arrojo por la evangelización pasan a estar en primera línea
en los intereses de las personas y no importa dar la vida con tal de que el Reino acontezca.
Una de las prioridades de la reestructuración de comunidades tendría que ser precisamente lograr que las
mismas pudieran posibilitar a los religiosos procesos formativos que transformen la vida según el deseo de
Jesús: “Tenéis que nacer de nuevo”, (Jn 3, 1-8).
Y si por los frutos conocerán todos que sois mis discípulos –como decía Jesús-, los frutos no se tendrían que
dar por supuestos, por lo que la formación tiene que estar en constante evaluación para ver si se cumple o no
12
13. el objetivo y el fin de la misma. Tendríamos que ser valientes para cortar por lo sano cuando otros objetivos
y fines sustituyen a los verdaderos, porque en ello nos jugamos mucho, nada menos que la calidad de una
vida. No nos vaya a pasar como a la higuera del Evangelio, que, cuando Jesús se acercó para apreciar sus
frutos, vio que estaba seca (Mc 11, 12-14).
La vida está hecha de opciones que contribuyen a que la opción fundamental se realice. Seremos tanto más
libres cuanto más sepamos usar la libertad en base a la realización de la opción fundamental. Optar por la
formación es una de las grandes opciones de cara a la realización de la opción fundamental, y esto, que es
responsabilidad de las instituciones, lo es, sobre todo, de cada religioso, porque la respuesta vocacional es en
comunidad, pero personal e intransferible. Lo que no hagamos por nosotros, nadie lo podrá hacer. Nos podría
decir Jesús lo que le dice a Pedro en el último capítulo de San Juan: ¿A ti que te importa? Tú ¡sígueme! (Jn
21,22).
Conclusión. Terminaría recitando el salmo 1, como deseo para todas los religiosos:
Beato el hombre se se complace en la ley del Señor,
que medita su ley día y noche.
Será como un árbol plantado
a lo largo de los cursos de agua,
que da fruto a su tiempo
y sus hojas no caen jamás
todo lo que se propone tiene buen fin.
Es importante que esta bienaventuranza se cumpla en cada uno porque empeñamos nuestra vida por lo único
necesario y porque, guiados por el Espíritu Santo, plantamos nuestro pequeño árbol a lo largo de las
corrientes de agua.
“Tendremos calidad de vida humana, religiosa y apostólica en la medida en que la formación actualice en
el tiempo los contenidos evangélicos y carismáticos que nos conduzcan a ser personas cada vez más
comprometidas en el seguimiento de Jesús, en la causa del Reino y en favor de los que más sufren”. Porque
este tipo de formación transforma la vida en Evangelio y en frutos de redención, y no en la medida en que
buscamos novedades por snobismo o una pura intelectualidad que nos deja encerrados en nuestra propia
realización, sin perspectivas de Reino.
Se acaba de celebrar en Roma un simposio a los 40 años de que el Documento Perfetae Caritatis del Concilio
Vaticano II sobre la vida religiosa viera la luz. Hoy, como entonces, la inspiración del Espíritu sigue siendo
la misma: “Los religiosos, fieles a su profesión, dejándolo todo por Cristo (cf. Mc 10,28) deben seguirle a El
(cf. 19,21), oyendo sus palabras (cf. Lc 10,39 ) y dedicándose con solicitud a los intereses de Cristo (cf. 1
Cor 7,32). Por eso, los miembros de cualquier Instituto, buscando ante todo y únicamente a Dios, es
menester que junten la contemplación, por la que se unen a Dios de mente y corazón, con el amor
apostólico, por el que se esfuerzan en asociarse a la obra de la redención y a la dilatación del Reino de
Dios, (PC. n.5). Que la formación en las Congregaciones siga estos mismos objetivos.
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