La lactancia materna ofrece numerosos beneficios para la salud del lactante como reducir la mortalidad y mejorar la supervivencia. También reduce el riesgo de infecciones, enfermedades alérgicas y crónicas, y algunos tipos de cáncer. Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del lactante y continuarla de forma complementaria junto a otros alimentos hasta el año de vida o más.