Las cruzadas fueron expediciones militares organizadas por el Papa a partir de 1095 con el objetivo de recuperar Tierra Santa y otras tierras bajo control musulmán. Fueron impulsadas por la ambición de poder y gloria de nobles y caballeros, así como el deseo de facilitar el comercio entre Oriente y Occidente. Se organizaron varias cruzadas a lo largo de los siglos siguientes, pero solo la Primera Cruzada logró capturar Jerusalén de manos musulmanas de forma temporal.