Las pruebas de auditoría son técnicas utilizadas por los auditores para obtener evidencia y pueden ser de tres tipos: pruebas de control, pruebas analíticas y pruebas sustantivas. Las pruebas de control evalúan la efectividad del control interno, las pruebas analíticas comparan estados financieros y razones financieras, y las pruebas sustantivas buscan evidencia comprobatoria para cada cuenta en particular.