El documento resume las transformaciones económicas en la agricultura española durante el siglo XIX. La agricultura representaba más del 40% de la producción nacional y España era principalmente rural. Los liberales impulsaron reformas como la eliminación de la propiedad de la Iglesia y los señoríos a través de desamortizaciones para poner tierras sin cultivar en funcionamiento y crear una clase media de campesinos propietarios. Sin embargo, la estructura de la tierra cambió poco y las tierras fueron compradas principalmente por la burguesía.