1. TEMA 1 DE LA TERCERA ETAPA
Tema principal: La promesa y el envío del Espíritu Santo por el Cristo glorificado
INTRODUCCIÓN: Repaso lección 12 de II Etapa
Exposición del bosquejo
A. Los apóstoles y creyentes esperaron en Jerusalén.
Los apóstoles obedecieron al Señor Jesús regresando a Jerusalén y esperando que Él
enviara al Espíritu Santo a vivir en ellos. Lea 1: 12-14.
"Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino
de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe,
Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos
perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos"
B. El don del Espíritu Santo
Los apóstoles y todos los creyentes estaban en Jerusalén el día de Pentecostés,
esperando la venida del Espíritu Santo tal como el Señor Jesús les había mandado.
Lea Hechos 2:1. "Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos" El día de
Pentecostés era una fiesta que los judíos celebraban. Esta fiesta o banquete anual había
sido ordenada por Dios, al igual que la celebración de la Pascua. La fiesta de Pentecostés
se efectuaba cincuenta días después de la Pascua. Éxodo 34: 22... "También celebrarás la fiesta
de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año"
Ahora escuchen lo que la Palabra de Dios dice en cuanto a lo que pasó ese día cuando
todos los creyentes estaban juntos en Jerusalén. Lea Hechos 2:2,3. "Y de repente vino del cielo
un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos "
C. Todos los creyentes fueron bautizados con el Espíritu Santo.
Tal como lo había prometido, el Señor Jesús bautizó a todos Sus hijos con el Espíritu
Santo. Esto significa que lo envió desde el Cielo sobre todos los creyentes que estaban
reunidos y esperando en Jerusalén. El Espíritu Santo vino a vivir permanentemente en
todos los creyentes, unificándolos y uniéndolos al Señor Jesús.
¿Recuerdan que en la noche anterior a la crucifixión de Jesús, Él prometió a Sus discípulos
que, cuando estuviera de nuevo en el Cielo con Su Padre, le pediría el Espíritu Santo, ese
otro Ayudador, y que lo enviaría a vivir en Sus hijos para siempre? Lea Juan 14:16-17. "Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual
el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros"
Jesús cumplió Su promesa. Él es fiel. Dios siempre hace lo que promete.
En el día de Pentecostés, el Señor Jesús envió el Espíritu Santo desde el Cielo a vivir
permanentemente en los cuerpos de los creyentes para que se convirtieran en el templo
2. de Dios aquí en la tierra. Pero el Espíritu Santo no sólo habitó en cada creyente
individualmente, sino que también los unió para que así, unidos, fueran llamados Templo
de Dios.
La Casa o Templo de Dios aquí en la tierra también se llama la Iglesia o Congregación
del Señor Jesucristo. La Iglesia del Señor Jesús comenzó el día de Pentecostés, y desde
aquel tiempo, todos los creyentes, incluyéndoles a ustedes, han sido miembros del
Templo de Dios, o sea la Iglesia del Señor Jesucristo.
¿Cuál fue la primera casa de Dios aquí en la tierra? El tabernáculo que mandó a Moisés
que construyera. El lugar especial de habitación de Dios sobre la tierra fue el Lugar
Santísimo en el tabernáculo. Después que los israelitas terminaron de construirlo, Dios
mostró, por medio de una nube que lo cubrió todo, que Él había venido a hacer de éste Su
lugar especial sobre la tierra.
Véase Éxodo 40:34,35. " Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el
tabernáculo.
35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo
llenaba."
Más tarde, cuando los israelitas estaban en la tierra que Dios les dio, Salomón
construyó el templo. Una vez que éste hubo sido construido, la gloria de Dios lo llenó,
mostrando así que Su lugar de residencia entre Su pueblo ahora era el templo.
Véase 1 Reyes 8:10-21. "Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y los
sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la
casa de Jehová. Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. Yo he edificado casa por
morada para ti, sitio en que tú habites para siempre. Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de
Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie. Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David
mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo: Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no he
escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a
David para que presidiese en mi pueblo Israel. Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de
Jehová Dios de Israel. Pero Jehová dijo a David mi padre: Cuanto a haber tenido en tu corazón edificar casa a mi
nombre, bien has hecho en tener tal deseo. Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él
edificará casa a mi nombre. Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar
de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al
nombre de Jehová Dios de Israel. Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él
hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto"
Aunque el templo que construyó Salomón fue destruido, después se construyó otro
para reemplazarlo. El templo de Dios en Jerusalén fue el lugar especial de habitación de
Dios cuando Jesús estuvo aquí en la tierra.
Cuando Jesús murió y exclamó: “Consumado es”, Dios rasgó el velo del templo de
arriba a abajo. Dios hizo esto para mostrar que el camino de regreso a Él había sido
abierto eternamente por la sangre del Señor Jesús, la cual Él dio como la paga por
nuestros pecados, y que la casa de Dios ya no volvería a consistir en edificios hechos de
madera y piedra, construidos por manos humanas. Ahora iba a vivir en Sus hijos.
Véase Juan 4:20-24; "Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar
donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación
viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y
3. en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren"
Mateo 23:37,38; "!!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
!!Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He
aquí vuestra casa os es dejada desierta"
Efesios 2:19-22; "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros
de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor; en quien vosotros también sois juntamente edifica dos para morada de Dios en el Espíritu"
1 Timoteo 3:15. "para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios
viviente, columna y baluarte de la verdad"
El día de Pentecostés, cuando Jesús envió al Espíritu Santo desde el Cielo, Dios vino a
vivir en todos Sus hijos por medio de Él. Éste fue el principio de la Iglesia del Señor
Jesucristo. Desde ese tiempo, el Espíritu Santo ha vivido en cada persona que ha puesto su
fe en el Señor Jesús como Salvador.
¿Dónde vive hoy el Espíritu Santo? Vive en cada uno de los hijos de Dios. En el
momento en que usted confió en el Señor Jesús como su Salvador, el Espíritu Santo vino a
vivir en su cuerpo. Ahora su cuerpo es el templo de Dios aquí en la tierra.
No necesitamos esperar por el Espíritu Santo como los apóstoles y los primeros
creyentes. Él vino a habitar en la Iglesia del Señor Jesús en el día de Pentecostés, y en el
momento en que usted creyó, se convirtió en parte de Su Iglesia.
D. Todos los creyentes fueron llenos con el Espíritu Santo.
La Biblia dice en Hechos 2:4 que los 120 creyentes que estaban en el aposento alto en
el día de Pentecostés “fueron todos llenos del Espíritu Santo”. El Espíritu Santo llenó a
cada creyente. Esto quiere decir que tomó el control de cada uno de ellos. Es para esto
que el Espíritu Santo fue enviado por Jesús. Para controlar y enseñar a los creyentes y
capacitarlos para testificar a otros acerca del Señor Jesús.
Ahora el Espíritu Santo vive en usted y quiere controlar todo su cuerpo para que pueda
vivir y testificar para el Señor Jesús. El Señor Jesús quiere que usted permita que el
Espíritu Santo lo controle para capacitarlo en obedecer la Palabra de Dios. Aprenderemos
más acerca de lo que significa ser controlado por el Espíritu Santo a medida que
continuamos estudiando la Palabra de Dios.
E. Todos los creyentes hablaron idiomas diferentes al propio.
Cuando los creyentes en Jerusalén fueron bautizados con el Espíritu Santo, Él los
capacitó para hablar idiomas que eran diferentes del propio, idiomas que ellos nunca
habían aprendido. Lea Hechos 2:4. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen "
No hablaron todos estos idiomas al mismo tiempo sino “según el Espíritu les daba que
hablasen”. El Espíritu Santo los capacitó para hablar estos idiomas como Él quería que lo
hicieran.
4. Maestro: Véase 1 Corintios 14:27-33. Dios no es autor de confusión y ciertamente habría
habido total confusión si los 120 hubiesen hablado idiomas diferentes al mismo tiempo.
F. Los judíos de distintos países con idioma propio en Jerusalén
¿Por qué el Espíritu Santo dio a todos estos creyentes la habilidad de hablar los idiomas de
otros pueblos? La respuesta a esta pregunta se da en los siguientes versículos. Lea Hechos
2:5-11. "Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho
este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y
estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos
nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos
en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de
África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos
hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios"
Maestro: Use un mapa para señalar los diferentes países de los pueblos mencionados.
¿Recuerdan que Dios había castigado a los judíos permitiendo que los asirios y
babilonios los conquistaran? Durante ese tiempo, muchos de los judíos habían sido
llevados a Asiria y Babilonia, y otros habían huido a los países vecinos para escapar de la
muerte. Aunque algunos volvieron de Babilonia a vivir una vez más en la tierra de Israel,
muchos judíos se establecieron allí, y en otros países, aprendiendo sus idiomas. Muchos
también fueron a vivir en otros países cuando los griegos, y luego los romanos,
conquistaron la tierra de Israel. Estos judíos también aprendieron los idiomas de los países
donde vivían. Sin embargo, siempre que había una celebración especial como la Pascua o
Pentecostés, estos judíos viajaban de nuevo a Jerusalén para ir al templo.
Jesús había dicho a los apóstoles que, cuando Él los bautizara con el Espíritu Santo, se
les daría la habilidad de testificar a todo el mundo acerca de Su vida, muerte, sepultura y
resurrección, y decir a las personas que Él estaba de nuevo con Su Padre y tenía completa
autoridad en el Cielo y en la tierra. Lea 1:8. "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros
el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra "
El Espíritu Santo dio a todos los creyentes en Jerusalén la habilidad de hablar en los
diferentes idiomas de todos estos judíos que estaban de visita, para que oyeran de las
cosas maravillosas que tan recientemente Dios había hecho a través del Señor Jesús.
Cuando las personas escucharon y entendieron estas cosas maravillosas en sus propios
idiomas, quedaron atónitos. No podían entender cómo estos creyentes, quienes eran
todos de Galilea, podían hablar sus idiomas. Lea Hechos 2:7,12. "Y estaban atónitos y
maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?- Y estaban todos atónitos y perplejos,
diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?" Probablemente supieron que los creyentes eran
galileos por la forma como estaban vestidos.
Maestro: Señale a Galilea en el mapa y recuérdele a las personas que el Señor Jesús
también era galileo.
5. G. La respuesta de la gente
Mientras la gente de otros pueblos entendía lo que los creyentes estaban diciendo y
estaba atónita, los judíos locales, es decir, aquéllos que vivían permanentemente en
Jerusalén y en la tierra de Israel, no podían entender lo que estaban diciendo, de modo
que concluyeron que debían estar borrachos. Lea Hechos 2:13. "Mas otros, burlándose, decían:
Están llenos de mosto"
H. El sermón de Pedro
1. Los discípulos no estaban borrachos.
Antes de que el Espíritu Santo viniera y habitara en los creyentes, ellos estaban
asustados y se escondían por miedo a que también fueran arrestados y asesinados. Pero
ahora que el Espíritu Santo había tomado control de Pedro, él se levantó y con denuedo
empezó a enseñar al pueblo.
Lea Hechos 2:14,15. "Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo:
Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están
ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día"
Pedro dijo que él y los otros discípulos de Jesús no estaban borrachos. Dijo que no era
probable que estuvieran borrachos tan temprano. Eran solamente las nueve de la
mañana.
2. Los judíos crucificaron al Cristo.
Ahora Pedro comenzó a acusar a los judíos de haber crucificado malvadamente al Señor
Jesucristo. Lea Hechos 2:22,23. "Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado
por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como
vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios,
prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;"
Jesús había sanado a los enfermos, abierto los ojos de los ciegos, hecho caminar a los
cojos, resucitado a los muertos, y muchas otras cosas milagrosas, para mostrar que Él era
el Escogido y Enviado de Dios para enseñar Su mensaje, ser el Salvador de los pecadores, y
convertirse en el Gobernador sobre todas las cosas. Pero a pesar de todas las cosas
grandiosas que Jesús había hecho, la mayoría de los judíos y sus líderes se rehusaron a
creer y a aceptarlo como el Escogido y Enviado de Dios.
3. Dios resucitó a Jesús de Nazaret de entre los muertos.
Luego Pedro dijo a los judíos que Dios había resucitado al Señor Jesús de entre los
muertos. Lea Hechos 2:24."al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible
que fuese retenido por ella" La muerte no pudo retener al Señor Jesús porque, aunque Él se
había hecho a Sí mismo responsable por todo el pecado, pagó el precio completo a Dios y
venció a Satanás, el pecado y la muerte.
4. Todos los creyentes fueron testigos de estas cosas.
6. Pedro y los que le acompañaban estaban haciendo exactamente lo que Jesús dijo que
debían hacer cuando el Espíritu Santo viniera a vivir en ellos. Estaban testificando bajo Su
control.
Lea Hechos 2:32. "A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos" El Señor Jesús
no se apareció ante inconversos después de resucitar de entre los muertos. Pero probó
ante Sus discípulos que estaba vivo de modo que pudieran ser Sus testigos.
El Espíritu Santo vive en cada uno de nosotros quienes somos hijos de Dios, y quiere
que estemos bajo Su control para que también seamos capaces de hablar a otros acerca
de que son pecadores y de las cosas maravillosas que Jesús ha hecho por ellos.
5. Jesús de Nazaret fue exaltado a la diestra de Dios.
Pedro les dijo que Jesús, a quien ellos habían crucificado, no solamente había sido
resucitado de entre los muertos por Dios, sino que también lo había llevado de regreso al
Cielo y lo había hecho sentar a Su diestra como Señor del Cielo y la tierra.
Pedro dijo que la evidencia de que Jesús ahora estaba a la derecha de Dios en el Cielo
era la venida del Espíritu Santo. El cual vino como el sonido de un gran viento, y dio la
habilidad a los discípulos para hablar en idiomas diferentes. Lea Hechos 2:33. "Así que,
exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que
vosotros veis y oís"
Maestro: Véase Juan 7:37-39. "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado"
Pedro dijo que todos los judíos deberían darse cuenta que Dios resucitó a Jesús, a
quien ellos habían crucificado, de entre los muertos y lo colocó a Su diestra en el Cielo, y
que debían reconocer que Jesús es Señor y Cristo. Lea Hechos 2:36. "Sepa, pues,
ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y
Cristo"
Jesús es el Cristo porque es el más grande Profeta de Dios. El Señor Jesús es la Verdad.
Habló las palabras de Dios y vino a mostrarnos cómo es Dios realmente. Todos
deberíamos reconocer que el Señor Jesús es el único que nos muestra realmente cómo es
Dios y nos enseña la verdad acerca de todas las cosas.
Jesús también es el Cristo porque es el gran Sumo Sacerdote. Todos los sacerdotes en
Israel ofrecían sangre de animales, la cual nunca pudo quitar el pecado. Pero Jesús ofreció
Su propia sangre, la cual sí pudo pagarlo completamente. Sacerdotes humanos comunes y
corrientes como Aarón pudieron ministrar solamente mientras vivían, pero Jesús es el
gran Sumo Sacerdote eternamente, porque nunca morirá. Por medio del Señor Jesús,
nuestro gran Sumo Sacerdote, ahora podemos llegar directamente a la presencia de Dios.
Jesús también es el Cristo porque es el gran Rey. Está sentado a la derecha de Dios y
tiene toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Él es Rey de todos los reyes. Debemos
obedecer al Señor Jesús en todo, porque es nuestro Guía.
7. I. Los resultados del sermón de Pedro
Muchos de los israelitas que estaban escuchando la enseñanza de Pedro se dieron
cuenta que habían hecho algo muy perverso cuando rechazaron a Jesús como su Salvador
y lo crucificaron. El Espíritu Santo convenció a estas personas para que estuvieran de
acuerdo en que Jesús era quien había afirmado ser, el Hijo de Dios y el Salvador
prometido.
Antes de Su muerte, Jesús había prometido que, cuando el Espíritu Santo viniera,
convencería al mundo de que eran pecadores porque se rehusaron a creer que Jesús era
el Hijo de Dios y el Salvador prometido.
Maestro: Véase Juan 16:7-11. "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me
fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no
me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado"
Jesús también había dicho que el Espíritu Santo convencería a los pecadores de que
ellos eran injustos y que Jesús era el Justo. Ellos se darían cuenta de que Él era justo
porque Dios no le hubiera resucitado de entre los muertos y sentado a Su diestra si Jesús
fuera un mentiroso como ellos decían.
Jesús también había dicho que el Espíritu Santo convencería a las personas de que, a
menos que se arrepintieran, serían condenados, como ya había sido condenado Satanás
mediante la muerte, sepultura, resurrección y ascensión de Jesús.
Muchas de las personas que escucharon las palabras de Pedro estuvieron de acuerdo con
las cosas que él les enseñó, de modo que le preguntaron qué debían hacer. Lea Hechos
2:37-40. "Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos,
¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros
hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Y con otras muchas palabras
testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación"
Aquel día muchos judíos se pusieron de acuerdo con Dios en que eran pecadores.
Confiaron en el Señor Jesús y fueron bautizados, tal como Pedro les instruyó. Lea Hechos
2:41. "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas "
Los que se arrepintieron y creyeron fueron sumergidos en agua para mostrar que
estaban de acuerdo con lo que Dios les había enseñado a través de Pedro, esto es, que
ellos eran pecadores y que Jesús era el Hijo de Dios y el Salvador a quien Dios mismo había
prometido enviar al mundo. También testificaron ante todos los presentes que ahora ellos
estaban confiando en el Señor Jesús como el Salvador prometido enviado de Dios.
En nuestra próxima lección aprenderemos más acerca del bautismo.
Preguntas
1. ¿Qué hicieron los apóstoles y todos los creyentes después que Jesús volvió al
Cielo?
Esperaron en Jerusalén a que Jesús los bautizara con el Espíritu Santo.
8. 2. ¿Necesitamos esperar para ser bautizados con el Espíritu Santo?
No. En el día de Pentecostés Jesús envió el Espíritu Santo para estar con Su Iglesia.
Ahora Él vive en cada hijo de Dios.
3. ¿Dónde es el lugar especial de residencia de Dios en la tierra hoy?
En los cuerpos de todos Sus hijos.
4. ¿Qué dijo Pedro acerca de lo que la venida del Espíritu Santo probaba?
Que Jesús había sido exaltado a la derecha de Dios en el Cielo.
5. ¿Qué quería decir Pedro cuando dijo que Jesús es Señor y Cristo?
a. Que Jesús ha recibido toda la autoridad en el Cielo y en la tierra.
b. Que el Señor Jesús es el gran Profeta. Es la Verdad y el único que nos muestra
cómo realmente es Dios.
c. Que el Señor Jesús es el gran Sumo Sacerdote quien ofreció Su sangre a Dios
como la paga completa por nuestros pecados. Por medio de Él, ahora podemos
llegar directamente a la presencia de Dios.
d. Que el Señor Jesús es Rey. Que está sentado a la diestra de Dios. Él es Rey de
Reyes.
6. ¿Cómo mostró la gente que se arrepintió y creyó en el Señor Jesús en el día de
Pentecostés que realmente había cambiado su manera de pensar acerca de Jesús
de Nazaret, y que ahora estaba de acuerdo en que Él era el Hijo de Dios y el
Salvador a quien Dios había prometido enviar?
Se hizo bautizar.