9. ¿Pero qué hizo
la gente la gran
mayoría de la
gente? ¿Adoró a
Dios como su
creador?
10. Nuestros antepasados, en
vez de reconocer que
estaban equivocados, se
volvieron orgullosos y
siguieron sus propias
imaginaciones necias
acerca de Dios.
11. C. Dios entregó
a los hombres para
ser esclavos de las
bajezas que ellos
mismos deseaban.
ROMANOS 1:24-32
Lea 1:18. En varias ocasiones en la historia del mundo, Dios ha revelado Su ira contra el hombre por su pecado y su odio hacia Dios. Como la mayoría del mundo rehusó hacerle caso a las advertencias de Dios, Él demostró Su ira castigándolos por sus pecados.
Como Adán y Eva pecaron contra Dios, Él maldijo la tierra y expulsó a Adán y Eva del huerto que Él había sembrado para ellos. Desde aquel entonces, ha existido la enfermedad, la tristeza y la muerte por todo el mundo. Cada tumba debe servir como un recordatorio y una advertencia a toda la gente de que Dios odia y castiga el pecado. Tenemos que estar claros que las enfermedades, los cánceres, todas las cosas difíciles y tristes de la vida que tenemos en este mundo, es a causa del pecado.
La ira de Dios contra la rebelión del hombre se demostró claramente en los tiempos de Noé cuando Dios destruyó todo el mundo con un gran diluvio.
Otras claras demostraciones de la ira de Dios contra los pecadores fueron cuando Él destruyó Sodoma y Gomorra y cuando castigó a los egipcios por negarse a obedecer el mandato de Dios de dejar salir a Su pueblo, los israelitas.
Dios también exhibió Su ira contra el pecado cuando Él dio Su Ley a Israel en el Monte Sinaí. Toda la montaña ardía en fuego, la cubría un espeso humo y obscuridad y temblaba violentamente. Dios hizo todas estas cosas para demostrarles a los israelitas Su odio e ira contra el pecado.
Las tres horas de obscuridad y la exclamación del Señor Jesús: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” revelan a todo el mundo que Dios odia el pecado y que no dejará que quede impune. El odio de Dios contra nuestro pecado fue depositado sobre Su Hijo, el Señor Jesucristo. Lea Mateo 27: 45-46.
Partiendo del versículo 18 del primer capítulo de esta carta a los Romanos, Pablo claramente demostró que el hombre intencionalmente le dio la espalda al conocimiento de Dios que Él le dio al comienzo del mundo, conocimiento que le seguía declarando por medio de las cosas que Él había creado.
En el versículo 18, Pablo empezó a comprobar que el hombre no tiene excusa por su pecado y rebelión contra Dios su Creador y que merece la condenación y el castigo.
Lea 1:18-20. Dios dice que el hombre no tiene excusa por su ignorancia de Él, porque Él claramente le ha mostrado, por medio de las cosas que ha creado, que existe y que es el Creador todopoderoso. Por medio del sol, la luna, las estrellas, la tierra y todas las cosas que existen, Dios demuestra a todos los pueblos que Él es el Creador todopoderoso y por tanto debe ser adorado como Dios, LOS DETALLES DE LA CREACIÓN HABLAN DE SU PODER, EJEMPLO: EL ACABADO DE LOS FERRARIS A MANO. SERÍA INJUSTO NO VALORAR EL TRABAJO DEL QUE HACE ESE TRABAJO. TU EJEMPLO DE ESTAR EN EL PATIO ACOSTADO MIRANDO EL CIELO. EJEMPLO DE LA CASA BELLA Y ORDENADA Y SUS DUEÑOS, CÓMO LOS IMAGINAMOS?
¡No! Intencionalmente le dio la espalda al conocimiento que tenía de Dios. ¿Qué hizo Caín? Sabía que Dios era su Creador todopoderoso, y sabía qué le había mandado hacer Dios, pero, ¿obedeció Caín a Dios? ¡No!
Lea 1:21. Después del diluvio, la mayoría de los descendientes de los tres hijos de Noé—Sem, Cam y Jafet—también voluntariamente se alejaron de Dios y de la verdad que Él les había mostrado. En el principio, los padres de las naciones y de las tribus de este mundo tenían un conocimiento claro de Dios y de Su omnipotencia, pero ellos se rebelaron contra Dios y empezaron a construir la torre de Babel para hacerse famosos sobre la tierra. EJEMPLO DE LAS TRIBUS QUE NO TIENEN UNA FORMA DE DECIR GRACIAS.
Lea 1:22.
El verdadero conocimiento de Dios se perdió en el principio por medio del rechazo intencional. Cada generación subsiguiente se ha hundido cada vez más en sus imaginaciones necias acerca de Dios, y empezaron a adorar a los reptiles y animales en vez de adorar al Dios verdadero y vivo. Lea 1:23.
La gente de la tierra donde nació Abraham era idólatra. Los egipcios también adoraban muchos tipos de animales y otras cosas que Dios había hecho, tales como el sol y el río que fluía por su tierra.
Lea 1:24-32. La perversión sexual y muchas otras cosas malvadas que la gente hace empezaron porque la gente rehusó reconocer a Dios como su Creador y gobernante soberano.
El sexo fue parte del plan divino para la felicidad de Sus hijos, pero exclusivamente dentro del contexto del matrimonio monógamo.
Fuera del matrimonio el sexo es inmundo y los que cometen fornicación deshonran mutuamente sus propios cuerpos.
Esta perversión es el resultado de haber sustituido la Verdad de Dios, lo que Él dice acerca del hombre, por la mentira de Satanás.
Ni el hombre ni la mujer se pueden satisfacer por medio de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Al abandonar las pautas divinas en cuanto al sexo, se crea dentro del ser humano una sed insaciable que nunca puede satisfacerse. Como parte de Su juicio por el pecado de la persona inmoral Dios permite que siga su rumbo de perversión y muerte, aun hasta el punto de cometer vergonzosos actos sexuales entre personas del mismo sexo.
Habiendo rechazado a Dios y a Su Palabra, estimando (NVI):
“…que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer”. PASA POR LA LISTA DE LA MANIFESTACIÓN DE UNA VIDA DEPRAVADA.
No es que el hombre carezca del conocimiento de la voluntad de Dios en cuanto a lo que la moral se refiere, sino que se ha rebelado en contra de todo lo que Dios le ha mostrado, y ha rechazado deliberadamente las normas divinas. Ningún ser humano que ha existido ha vivido conforme a la luz que tenga, sea poca o sea mucha (NVI):
“A pesar de que ellos conocen el justo decreto de Dios, que merecen la muerte quienes practican tales cosas [las que acabamos de enumerar], no sólo siguen haciéndolas, sino que hasta dan su aprobación a quienes las practican.”