Este documento habla sobre la benignidad como fruto del Espíritu. Define la benignidad como la forma en que decimos y hacemos las cosas con consideración y gentileza, tomando a Jesús como modelo perfecto. Explica que la benignidad tiene una dimensión interna de vestirse del carácter de Cristo, y una dimensión externa de tratar a otros con palabras suaves, tono de voz adecuado y expresión corporal positiva.