Este documento discute el problema del pecado y su remedio bíblico. Explica que el pecado comenzó cuando Lucifer se rebeló contra Dios y luego influyó a Adán y Eva para que desobedecieran a Dios. Ahora, toda la humanidad ha heredado una naturaleza pecaminosa. Sin embargo, Jesús ofreció su sangre como remedio, y por la fe en Él, los creyentes pueden ser justificados y librados del poder del pecado aunque sigan luchando contra su naturaleza pecaminosa hasta la muerte o la segunda

1. Fundamentos de la Santidad y Justicia Bíblica Dr. José L. Otero, Ph. D. R.N., M.S.N. TH 102

2. El Problema Dual del Pecado y su Remedio

4. Ezequiel 28Dios creó a las criaturas con libre albedrío. El mal no tuvo existencia real antes de cometerse el primer pecado. El origen del pecado fue el abuso de libertad moral que Dios había concedido a las criaturas, oponerse a la voluntad divina. Lucero – cuando abuso de la libertad, el pecado que existía en potencia se convierte en acto y Dios tuvo que actuar.

7. Cuando hace lo malo es por su propia voluntad.

8. No tiene capacidad de hacer nada bueno.

10. Voluntad – es esclavo de sus vicios y pasiones que lo dominan.

12. Adán y Eva al igual que Satanás se declararon independientes de Dios, se apartaron de su voluntad y de sus planes.

14. Se es santo porque se quiere.

15. Nadie obligó a Lucifer a pecar.

18. “Acto judicial o declarativo de Dios, por medio del cual considera a los que con fe han aceptado la ofrenda propiciatoria de Jesucristo, como absueltos de sus pecados, libertados de su pena, y aceptados como justos delante de Él”. OrtonWileyBase de la Justificación – la sangre de Cristo. Hebreos 9:22

20. Está presente en la vida de cada individuo desde el momento de su nacimiento hasta la muerte.

21. Es la raíz interna de todos los pecados actuales.No pertenece a la constitución original de la naturaleza humana, Dios creó a Adán santo.

25. Lucha interna – “el espíritu codicia contra la carne y la carne contra el espíritu”.

26. El hombre regenerado tiene vida espiritual.La Palabra, la oración y el ayuno.

28. ¿Y sí el cristiano peca? – 1 Juan 2:1

29. Tiene un paracletos, un abogado.

30. El cristiano no practica el pecado, ni se deleita en él.

31. “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 2 Corintios 7:1