2. LECTURAS PARA EL LUNES.LECTURAS PARA EL LUNES.
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VOCABULARIOVOCABULARIO
La primavera, el color. el glamour, el divismo, la vedette, (la estrella), las estaciones. Anunciar
con bombos y platillos, asomar, la personificación.
Escritura creativa.
En esta tira cómica, Gaturro dice que la primavera es “la vedette de las estaciones” y la
personifica como una diva (“con todo su divismo”) que exige que su llegada se anuncie “con
bombos y platillos”. ¿Por qué crees que la primavera se personifica así?
¿Qué cualidades de la primavera se parecen a las de una diva? Además, si la primavera es la
vedette de las estaciones, ¿cómo
serían las demás estaciones? Escribe una conversación entre las estaciones personificadas.
Se puede hacer por grupos y hacer una puesta en común.
3. LECTURAS PARA EL MARTES.
Cómo diferenciar un resfriado de una alergia primaveral.
Llega la primavera, con ella todo florece nuevamente, las temperaturas suben, la gente se
anima y los planes al aire libre se activan. Pero también comienzan los estornudos,
congestiones, molestias en la garganta y ojos propias de las alergias primaverales, aunque
muchos no consigan determinarlo y lo confundan con un simple resfriado, aplicando un
tratamiento que no conseguirá aliviar sus síntomas. Por eso, en unComo.comunComo.com te damos algunas
claves para que sepas cómo diferenciar un resfriado de una alergia primaveral.
La intensidad de los síntomas.
Los síntomas de una alergia y un resfriados son similares, pero lo que te permite distinguir
entre uno y otro es el modo en el que se presentan. Los estornudos, congestión, molestias
nasales e irritación en garganta y ojos ante una alergia primaveral varían de intensidad y se
manifiestan solo cuando estamos cerca de aquello que nos detona el episodio, además los
estornudos suelen ser repetitivos. En un resfriado los síntomas llegan y se quedan durante
algunos días, sin tanta intermitencia .
La mucosidad.
Ante una alergia primaveral, detonada normalmente por el polen y otras partículas presentes
en el ambiente, la mucosidad suele ser líquida y transparente, mientras que cuando tenemos
un resfriado es mucho más espesa y de color.
Otros síntomas.
Aunque los síntomas de una alergia primaveral en cada persona pueden variar, lo cierto es
que el resfriado además presenta otros cuadros típicos como el cansancio excesivo, el dolor de
cabeza y en algunos casos, dependiendo del virus, la fiebre.
La duración.
Quien es víctima de una alergia primaveral con seguridad manifestará los síntomas durante
toda la estación, o al menos durante las semanas en las que la concentración de partículas en el
ambiente sea mayor. En el caso de un resfriado el mismo dura solo algunos días hasta que el
virus es combatido y desaparece de nuestro organismo.
Algunas recomendaciones.
Si padeces de alergias durante esta estación, consulta nuestros artículos acerca de cómo evitarcómo evitar
las alergias primaveraleslas alergias primaverales y cuáles son los mejores remedios caseros para tratarlascuáles son los mejores remedios caseros para tratarlas
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primaveral, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Alergias.
Consejos
• Si tus síntomas empeoran y no sabes si tienes una alergia o un virus fuerte, no dudes en
consultar a tu médico.
4. ACTIVIDADES:
Preguntar a si hay niños o niñas que sean alérgicos, a qué son, cómo se sienten.
Tratar de hacer una lista con los síntomas de cada uno.
Decir que medidas toman para la alergia.
5. LECTURAS PARA EL MIÉRCOLES.
Gabriela Keselman
• Datos biográficos
• Bibliografía - Premios
• Cuatro capítulos de la novela "Loco por ti"
Loco por ti
por Gabriela Keselman
Los capítulos siguientes fueron extraídos, con autorización de su autora y los editores, de la novela Loco
por ti, de Gabriela Keselman, con ilustraciones de Montse Ginesta. Madrid, Espasa Calpe, 1999. Colección
Espasa Juvenil. Imaginaria agradece a Nuria Esteban, editora de Espasa Calpe, las facilidades brindadas
para la publicación de estos textos.
1
Regalo del cielo
Maldeamor cayó fulminada.
—Esto ha sido un flechazo —atinó a pronunciar la bruja cuando vio al alcalde Normalucho desde lo alto del
cielo.
Se enamoró con tanta intensidad que soltó los mandos de la motoescoba. Sin darse cuenta, se inclinó
peligrosamente hacia atrás. Entonces perdió la cabeza y el equilibrio. Empezó a descender suavemente,
haciendo zigzag en el aire como una plumita perezosa. Y cuando estuvo a unos metros del suelo, pegó un
acelerón que la hizo aterrizar, justo, justo, encima del amor de sus sueños.
2
Por los aires
—¿Qué ha sido eso? —atinó a promunciar el señor alcalde cuando oyó un terrible estruendo que provenía
del cielo. Fue, exactamente, como si alguien hubiese metido cien violines en la lavadora. En cuestión de
segundos, la tarde se tiñó de un color rosa chicle. Y un instante después, algo negro y desconocido se le vino
encima. La bruja Maldeamor le derribó y le dejó medio aturdido sobre las baldosas del paseo marítimo. Es
decir, Normalucho cayó aplastado.
3
Normalucho no sabe la que le ha caído
La gente se conoce de formas muy extrañas. Uno entra en un cine con un puñado de palomitas, se tropieza
con otra persona y la deja hecha un cromo. Le pide perdón mientras intenta quitarle las palomitas que se le
han quedado pegadas en el pelo o en el jersey de lana, y... ¡ya se han conocido! O una va patinando cuesta
abajo y otro viene patinando cuesta arriba. Se dan un patinazo y se quedan juntos viendo las estrellas y los
chichones.
Pero el encuentro entre la bruja Maldeamor y el alcalde Normalucho fue más que extraño. Fue el colmo.
—Lo siento, señorita —balbuceó el señor alcalde cuando se recuperó del aplastamiento sin previo aviso—,
pero yo soy un hombre muy convencional.
—¿Y eso qué significa? —preguntó la bruja, que sabía mucho de vuelo a motor pero poco de palabras
municipales.
6. —Pues, muy fácil —respondió el alcalde, ciertamente indignado—. Me gusta que las personas me digan
«encantado de conocerle» o «permiso, señor alcalde»... ¡y no que se caigan sobre mi cabeza! Y además, no
le pongo una multa porque es domingo... y porque ése no es mi trabajo específico... y...
Maldeamor se quitó el casco para arreglarse el flequillo y susurró:
—Bueno, no es para tanto... Si yo hubiera sabido que me iba a enamorar a primera vista te hubiese mandado
un telegrama antes de precipitarme sobre ti... pero así es la vida...
Normalucho se quedó atónito. Miró de hito en hito a la autora de ese escándalo público. Una chica vestida
como una motorista del espacio, con un casco en la mano, que le observaba, arrebatada, a un palmo de su
nariz. Se pellizcó para comprobar que aquello era sólo un mal sueño, pero se dio cuenta de que, en realidad,
era una auténtica pesadilla.
Apartó a Maldeamor, no sin alguna dificultad. Se sacudió el pantalón con bruscos ademanes y se fue dando
cortos y veloces pasitos con un susto clavado entre chaleco y espalda.
No dijo ni adiós, ni muy buenas, ni nada.
—¡Eso no es muy convencional! —le gritó Maldeamor—. Por lo menos se dice «fue un placer» o «hasta
otra»...
Pero Normalucho ya había doblado la esquina y no respondió.
La bruja se quedó sentada en la acera, pensativa. La verdad, nunca había sido muy afortunada en cuestiones
amorosas.
Cuando era pequeña se enamoró de un niño de 1° de Magia que se entretenía convirtiendo sus coletas en
alambres de púas.
Después vino aquel sapo hechizado de ojos verdes y piel verde. Resultó que el muy bicho no era un príncipe
sino un sapo de verdad, corriente y moliente.
Pero esta vez iba a ser distinto. El alcalde parecía un poco tímido, eso sí...y quizá algo sosito y muy... ¿cómo
era?... ah, sí, convencional.
Pero seguro que resultaba ser más bueno que las galletas.
Así que Maldeamor, con renovado entusiasmo, se levantó de un salto y se fue a prepararle una sorpresa.
4
Persevera y perderás
Normalucho era un hombre de costumbres fijas. Así que, el lunes por la mañana, hizo lo que solía hacer
todos los lunes de su vida. Abrió la ventana que daba al jardín y levantó los ojos para contar las nubes. Si no
había ninguna, se ponía la camisa a rayitas azules; si había una nube, llevaba una chaqueta de punto que le
había tejido su mamá; si había tres o cuatro en pequeños racimos, llevaba la gabardina amarilla, y si las
nubes eran gris oscuro, como si alguien hubiese cerrado una persiana de latón sobre el cielo, cogía el
paraguas. Sin embargo, esa mañana buscó algo más. Algún punto negro, algo dispuesto a caer sobre él sin
preámbulos, una jovencita chiflada que había visto muchas películas de Hollywood... pero no vio nada. Ni
un atisbo de amenaza.
Bien. Bien. Bien.
Luego, dirigió sus ojos hacia abajo para admirar su primoroso jardín.
Lo que vio justificaba un desmayo. Pero Normalucho no se desmayó porque nunca se desmayaba y no iba a
romper la rutina así por las buenas. Prímulas, rosas, pensamientos, jazmines habían crecido
desmesuradamente hasta formar una selva impenetrable. En la maceta de la derecha al fondo, la de las
hortensias, brotaban los cactus pinchadedos. En el cantero del centro del lado de enfrente, el de las
siemprevivas, florecían geranios y amapolas. En el medio del césped, se erguía un árbol de moras gigantes y
7. la hiedra trepadora formaba con sus ramas el siguiente mensaje:
ME HAS HECHO TILÍN,
HALCALDE NORMALÍN
Debajo, a modo de firma, estaba Maldeamor deshojando una margarita con los dientes.
A Normalucho no le dio un soponcio, no. Tampoco se puso a dar gritos. Ni a llorar. Frunció el ceño hasta
que sus cejas se juntaron en una línea, se le hinchó el cuello, se mordió el labio inferior, cerró los puños con
tanta fuerza que parecían a punto de estallar. Y así, sofocado y enrojecido, salió al encuentro de esa chica
entrometida que había puesto su jardincito patas arriba.
—Señorita —empezó diciendo con una voz que presagiaba tormenta.
—Me llamo Mal-de-a-mor...
—Me da igual como se llame. En primer lugar, haga usted el favor de ordenar mi jardín tal como estaba
antes o le pondré una multa por desordenamiento de jardín ajeno. En segundo lugar, me llamo
«Normalucho» y no «Normalín». Eso le puede costar una multa por confusión ciudadana. En tercer lugar,
deshojar margaritas con los dientes provoca caries y en cuarto o quinto lugar, ya no me acuerdo, «alcalde» se
escribe sin hache, pero no hace falta que lo corrija porque se va a marchar de aquí inmediatamente y me va a
dejar en paz, que es como he estado desde que nací.
Maldeamor escuchó toda la parrafada con mucha atención y luego sonrió.
—Qué bien hablas Nórmal —dijo—. Pero si no te gusta mi regalo, no te preocupes, me lo llevo y ya está.
Giró sobre un pie (con mucha gracia, hay que reconocer) y desapareció. Cada flor, cada hoja, cada tiesto...
todo, volvió a su lugar. Incluso más ordenado que antes.
Normalucho se frotó los ojos. Respiró profundamente y se preparó para ir a trabajar. Se colocó una pinza de
la ropa en cada pernera del pantalón para evitar que se enganchasen con la cadena de la bici, y puso su
maletín en la cesta. Pedaleó despacio hasta llegar al cruce de Charcoestancado de Arriba. Frenó y miró a un
lado y al otro. Nadie por aquí, nadie por allá. Entonces, se lanzó cuesta abajo muy deprisa, soltando los
pedales y deplegando las piernas. ¡Cómo le gustaba hacer esta travesura cuando todo el pueblo aún dormía!
Se lo pasó tan bien que hasta se olvidó de la bruja chiflada que se había empeñado en fastidiarle su tranquila
existencia. Entró en su despacho silbando una cancioncilla tradicional. Pero el estribillo se le quedó a la
mitad. Los folios en blanco del primer cajón estaban todos garabateados con corazoncitos. En el sello de
sellar cuestiones importantes ponía:
MALDEAMOR ESTÁ POR NORMALUCHO
En el sello para asuntos de mediano interés ponía:
NORMALUCHO ESTARÁ POR MALDEAMOR EN CUANTO ESPABILE
En las paredes, además, se veía su nombre escrito con aerosol morado.
Y por si esto fuera poco, los bolígrafos estaban todos sin su correspondiente capuchón. El archivador se abría
y se cerraba por decisión propia. Las sillas colgaban del techo como piñatas vacías... ¡Oh, no!
Normalucho se irritó. Se acercó al ordenador y escribió:
8. 2 de abril.
(porque, por muy irritado que estuviera, la fecha era lo primero que ponía en una carta). Pero, en esta
ocasión, las teclas le hicieron cosquillas en los dedos y en la pantalla apareció el siguiente poema:
VERSOS PARA UN ALCALDE
(SIN HACHE)
¡Oh, Normalucho!
Te quiero más que a un cucurucho
(con helado de chocolate dentro,
que eso ya es decir mucho).
Y de tu boca, ni una palabra
agradable escucho (eres un bestia).
De mi corazón eres el dueño, y
yo —aunque no te entre en la cabezota—,
soy la bruja de tus sueños.
Y, a continuación, se dibujó la cara sonriente de la autora.
Normalucho, dispuesto a acabar con aquel ridículo juego, se abalanzó sobre el teclado y replicó:
2 de abril.
Estimada contribuyente:
Escribe usted unas poesías incomprensibles. Le ruego encarecidamente que salga usted de mi ordenador y
de mi despacho y de mi municipio y de mi vida.
Le saluda poco atentamente.
El alcalde Normalucho.
Maldeamor se ofendió como nunca se había ofendido. La había llamado «contribuyente», que a saber qué
significaba. Pero en todo caso, sonaba muy mal. Además, el muy insensible no valoraba su talento poético. Y
estaba claro que no quería verla ni en pintura.
—¡Normalúpido!, ¡cachobruto!, ¡contribuyente, tu abuela! ¡Haré que te vuelvas loco por mí! ¡LOCO POR
MÍ! ¡LOCO, LOCO, LOCOOOO POR MÍÍÍÍÍÍÍ!
Así repitió Maldeamor, al tiempo que giraba su cabeza y se hacía desaparecer. Regresó a casa y se encerró en
el laboratorio, en la sección de pócimas amorosas.
Con tanto jaleo, no había tenido tiempo de hacer la compra. Así que echó lo primero que encontró en la
despensa. Sin ningún orden y menos cuidado.
—Un poco de esto, una pizca de aquello que tiene muy mala pinta, se remueve con el dedo para que no se
formen greñas o gruños, no sé ni me importa, y se deja reposar durante cinco siglos. Luego se vierte la
mezcla enloquecidamente sobre la sartén, que no está muy limpia que digamos, y se bate con las sobras de
ayer... se vuelca un frasco entero de perfume hasta que apeste bien... y entonces...
Maldeamor estaba francamente alterada. Y cualquier bruja en sus cabales sabe que, en ese estado, los
hechizos se cortan más que la mayonesa. El resultado, entonces, fue un desastre. La preparación espesa,
burbujeante y olorosa se desbordó y cayó como una persistente lluvia sobre el apacible pueblo de
Frentealmar. Primero chorreó sobre las olas y se filtró en la arena. Luego, corrió por los canalones y las
alcantarillas, se metió por los grifos y las duchas, se coló en los frascos de champú y se instaló en cada
estornudo.
Todo el pueblo quedó empapado... menos un edificio al que, inexplicablemente, no le tocó ni gota... El
ayuntamiento.
9. LECTURAS PARA EL JUEVES.
ACTIVIDADES:
Ante la vista de los mapas y la tabla, realizar una lectura sobre la insidencia del polen e y
gramíneas en Montoro.
Realizar un mapa con el cuadro de datos.
Se mantienen altas las concentraciones de polen de olivo en el sur y los niveles de polen de gramíneas
aumentan sobre todo en el sur y centro.
Los niveles de polen de abedul descienden aunque se han podido detectar aun niveles moderados en el
noroeste. Aun se detectan concentraciones elevadas-moderadas de polen de ortiga en algunas ciudades.
Previsión hasta el 14-05-2014
NORTE CENTRO SUR
OLIVO
Bajos Altos Altos
GRAMÍNEAS
Bajos Altos Altos
Se espera que las concentraciones de polen de olivo y gramíneas se mantengan altas en el centro y sur.
10. LECTURAS PARA EL VIERNES.
La primavera en el arte.
Cortijo en primavera (Teresa Balboa Juárez,
España)
ACTIVIDADES:
Mira la obra de arte y piensa en las prácticas y los productos culturales que se ven en ella. Después
dibuja tu propia versión de la obra para que represente las prácticas y los productos culturales de tu
comunidad. Si no te gusta dibujar, saca una foto y pégala en el recuadro. Después, escribe un párrafo
que explique las similitudes y las diferencias.
Vocabulario para hacer comparaciones o contrastes.
a diferencia de, en contraste con, al contrario, por el contrario, en cambio, más…/menos…que…, no
obstante, sin embargo, diferenciarse de, en contraste con, ser diferente de, ser distinto de
tener algo en común, al igual que, tan…como…, tanto/a/os/as…como…., asemejarse a, parecerse a,
lo mismo que, compartir las mismas características, de la misma manera, del mismo modo.
ESTAS ACTIVIDADES SE REALIZARAN EN EL CUADERNO.
Comparaciones artísticas: La primavera