La ley de Hooke establece que la deformación de un cuerpo elástico es directamente proporcional a la fuerza aplicada. Robert Hooke fue el primero en demostrar esto al observar que la longitud de un cuerpo aumentaba de forma proporcional a la fuerza aplicada. Un cuerpo elástico recupera su forma original cuando se retira la fuerza, mientras que uno inelástico queda deformado de forma permanente.