La leyenda cuenta que una doncella fue arrojada contra las rocas por un viejo avaro después de rechazar su propuesta de matrimonio, y cuando su amado regresó de la guerra mató al viejo. El pueblo intentó construir un templo en el lugar pero era destruido cada noche por el espectro del avaro, hasta que un peregrino sugirió bendecir el agua y rocas con ella, tras lo cual se escuchó el trueno del espectro abriendo paso a un manantial que mejoró la vida del pueblo,