El liderazgo se fundamenta en la autoridad moral, que no es otra cosa que valores, principios y fundamentos que se reflejan en nuestro diario accionar, permitiéndonos ser identificados como personas íntegras e impecables. Recordemos que el liderazgo es una oportunidad para servir; no para ser servido y menos para servirse.
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Liderazgo cómo engrandecer a las organizaciones, engrandeciendo a las personas.
1. Liderazgo: como engrandecer a las organizaciones, engrandeciendo a
las personas.
Se le atribuye a Plutarco la poderosa frase: “Un ejército de ciervos dirigido por un león es mucho más temible que un ejército de
leones mandado por un ciervo”. Esta sentencia se suele utilizar para diferenciar a un Líder de un jefe. El león es un animal de
gran riqueza simbólica que detenta las cualidades de justicia y poderío. Está considerado como el rey de todos los animales y en
todas las culturas occidentales se le suele asociar al Sol. Es un símbolo, por tanto, de la luz y de la sabiduría. En la vida real no
faltará un león descabezado que ataque a un elefante o a una manada de búfalos, siendo el resultado más probable que el león
salga maltrecho de esa experiencia. Como la naturaleza es sabia, el león aprenderá rápido de su error pues su instinto lo
impulsará a conservar su vida.
La capacidad racional del ser humano, gracias a que posee neo corteza, parece no funcionar con la misma eficacia pues
confundimos con frecuencia jerarquía y poder, con liderazgo y poder auténtico; lo cual nos lleva, desde esa perspectiva, a buscar
primero la satisfacción de nuestros propios intereses, relegando los interés de aquellos a los que se supone debemos servir. Lo
curioso es que nuestra racionalidad no nos dice que, tarde o temprano, saldremos mal parados, pues el placer que genera esa
dinámica nos ciega. Esta anomalía está ampliamente esparcida en toda la sociedad; desde la familia al traicionar a la pareja, a los
hijos, a los padres o a los hermanos; hasta en las organizaciones públicas o privadas donde se le saca la vuelta al país o a la
empresa.
El liderazgo se fundamenta en la autoridad moral, que no es otra cosa que valores, principios y fundamentos que se reflejan en
nuestro diario accionar, permitiéndonos ser identificados como personas íntegras e impecables. Recordemos que el liderazgo es
una oportunidad para servir; no para ser servido y menos para servirse. La Familia, como núcleo básico de la sociedad, es quien
tiene la responsabilidad primaria de impartir valores a sus miembros a través del ejemplo práctico diario y no de la retórica o
“jarabe de lengua” y las organizaciones, de las que formamos parte en el transcurso de nuestras vidas, tienen la responsabilidad
de consolidar y/o acrecentar esos valores ; pero ocurre con frecuencia que alguien nos viene a buscar o nos llama por teléfono y
le indicamos a nuestro hijo o a nuestro colaborador, que le diga a la persona que no estamos. Pasa poco tiempo y nuestro hijo o
nuestro colaborador miente y nos preguntamos sorprendidos ¿por qué lo hace?, sin acordarnos que le dimos una lección
ejemplar con nuestro propio comportamiento, pues sembramos una de las semillas del anti liderazgo: “vale mentir cuando te
conviene”. Con los valores adecuados una persona puede desarrollarse cumpliendo las normas establecidas por la sociedad y
lograr muchas metas dentro de un marco ético, moral y legal; por tanto es fácil deducir que “los insumos del liderazgo” se
instalan y cultivan en los primeros años de vida del ser humano y se refuerzan en las organizaciones que integramos.
2. ¿Cuáles son las claves para que las organizaciones tengan grandes líderes?, ¿Qué modelos hay que seguir para formar líderes al
servicio de todos los grupos de interés y que además tengan el sano poder de influencia que inspira a sus colaboradores para
buscar el bienestar?, ¿Qué deben hacer las organizaciones para contar con líderes que logren engrandecer a las personas y a sus
organizaciones? Ciertamente hay varias respuestas pero una de ellas puede encontrarse revisando el modelo Jesuita, descrito
detallada y documentadamente por Chris Lowney en su libro “El Liderazgo al estilo de los Jesuitas”. Esta organización y sus
líderes, a pesar de las expulsiones que sufrieron a lo largo de su historia (la más importante la efectuada por el Papa Clemente
XIV en 1773), encontraron la forma de reconstruir su organización y mantener su innegable influencia y liderazgo hasta nuestros
días, pues, como todos sabemos, el Papa Francisco es miembro de la “Compañía de Jesús”. ¿Cómo es que esta organización
logró sobrevivir a tantas calamidades que hubieran desaparecido del mapa a cualquier otra?
Las respuestas a estas preguntas están estrechamente vinculadas a los cuatro principios que sostienen el liderazgo jesuita:
Conocimiento de sí mismo: Entender sus fortalezas, debilidades, valores y puntos de vista sobre el mundo. Desarrollar
el hábito diario de reflexión sobre el aprovechamiento de nuestro potencial y sobre la evolución de nuestras fortalezas,
debilidades, valores y visión del mundo. Esta sencilla pero nutritiva disciplina, es lo que nos permite establecer nuestro
camino de mejora continua.
Ingenio: Innovar confiadamente y adaptarse para acoger un mundo siempre cambiante. Pensar y vivir de una manera
original, rompiendo los miedos al inmovilismo, al temor a lo desconocido, ampliando nuestra perspectiva y despojando
prejuicios. Este comportamiento asegura nuestra auto sostenibilidad.
Amor: Tratar a los demás con una actitud positiva mirando al mundo con dignidad, sin miedo, mentira ni codicia,
confiando en que las personas dan lo mejor de sí mismas si se las trata con apoyo y afecto verdaderos; es decir con
amor. Este componente nos ennoblece.
Heroísmo: Fortalecerse a sí mismo y a los demás con aspiraciones trascendentes. El heroísmo nos hace elevar las miras
y nos dirige a algo más grande. Nos hace soñadores y pragmáticos al mismo tiempo. Nos permite una forma de vida
comprometida con la lucha por superarnos y facilitar el que otros se superen. Este principio nos impulsa.
Desde los inicios de la compañía de Jesús hasta la actualidad, estos principios se inculcan y refuerzan en un proceso de inducción
y formación básica que dura el doble de tiempo del que asignan otras órdenes religiosas, y se refuerzan en el desempeño diario
de las labores de aquellos que ya ejercen funciones en la compañía. Si queremos hacer una analogía con la gestión moderna de
personas, los jesuitas tenían y tienen un programa de capacitación continúa para el crecimiento y desarrollo del Liderazgo de sus
colaboradores. Curiosamente mientras más potencial de desarrollo tiene la persona, más riguroso es el programa de
capacitación. Otra de sus llaves, sino la principal, radica en el proceso de reclutamiento y selección, pues a pesar de requerir más
colaboradores para realizar su misión, los jesuitas no modificaron el exigente perfil del puesto y se abstuvieron de seleccionar a
aquellos que no calificaban. La lógica era simple: “si bajaban el perfil tendrían podrían atender las necesidades inmediatas pero
no aseguraban ni la calidad ni la sostenibilidad por falta o debilidad de liderazgo”
Especialistas en liderazgo, como Sthepen Covey, Peter Druker, John Zenger, John Maxwell y otros, coinciden en que “solo donde
hay arcilla se puede moldear” y que por tanto la diferencia está en las personas. Si usted quiere asegurar el sólido crecimiento,
desarrollo y sostenibilidad de su organización, empiece por dar buen ejemplo, sea exigente con los perfiles de puesto y con las
personas que selecciona, evalúe integralmente a los candidatos y no únicamente las competencias técnicas y profesionales, sino
también competencias blandas como Liderazgo. Invierta en hurgar e identificar los valores de sus candidatos y también de los
colaboradores que pertenecen a su organización; sobre todo el de aquellos que tienen a cargo personas. Recuerde que el
problema de la falta de liderazgo no es responsabilidad primaria de la persona que fue contratada o promovida; es
responsabilidad de quien lo contrató o promovió y solo puede ser resuelto por él, mientras conserve esa temporal posición.
Contrate, refuerce, forme y desarrolle Líderes. Si le queda alguna duda vea el corto video de Jack Welch siguiendo este enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=JqeWjWbW3q8. Si desea más información sobre Liderazgo escríbanos a este correo:
servicioalcliente@goldenage.pe .
Sandro Barreto Reyes