Los líquidos y electrolitos corporales se encuentran en un estado de equilibrio dinámico que es esencial para la vida. Estos incluyen el agua intracelular, el líquido extracelular y los electrolitos como el sodio. Los electrolitos controlan la osmolaridad, el pH y la conducción eléctrica. El cuerpo mantiene el equilibrio a través de la homeostasis, regulando los volúmenes de los compartimentos celulares y el balance de agua y sodio.