Los afectos son fundamentales para la comunicación entre el cuerpo y la mente, y entre las personas, guiando nuestras acciones e interacciones. En las primeras etapas de la vida, los afectos como el llanto, la risa y los movimientos son la principal forma de expresión y comunicación antes del lenguaje. A medida que interactuamos, los afectos se vuelven más complejos y dan lugar a emociones como la angustia, la curiosidad y la depresión. Rechazar o esconder sistemáticamente los afectos puede llevar al ais