Este documento discute las causas de la falta de interés de los estudiantes en la historia y propone una nueva forma de enseñarla. Identifica dos causas principales: la situación difícil de los maestros y la realidad de los estudiantes en la actualidad. Luego propone un método basado en despertar la curiosidad de los estudiantes mediante imágenes y discusión en grupos, para que investiguen y construyan su propio aprendizaje en lugar de memorizar hechos. El objetivo es que los estudiantes aprendan a analizar el pasado para
CONFIGURACIONES DEL ESPACIO DE LA PRÁCTICA “ENTRE” CONTEXTOS FORMATIVOSProfessorPrincipiante
Este trabajo presenta la experiencia desarrollada en el marco del Proyecto de
Extensión “El análisis de dispositivos innovadores de formación en contexto” (UBANEX)
llevado a cabo en un instituto de formación docente ubicado en el delta de la provincia de
Entre Ríos (Argentina).
Proyecto de aula que pretende Desarrollar el espíritu científico en los estudiantes del grado sexto (6°) de la Sede Instituto Nacional de Promoción Social del municipio de Villa Caro
La idea fundamental de la estrategia pedagógica “del ser honesto al hacer ciudadano”, consiste en la ética entendida como el puente que permite el paso del Ser-ente individuo al Ser Personal Honesto.
CONFIGURACIONES DEL ESPACIO DE LA PRÁCTICA “ENTRE” CONTEXTOS FORMATIVOSProfessorPrincipiante
Este trabajo presenta la experiencia desarrollada en el marco del Proyecto de
Extensión “El análisis de dispositivos innovadores de formación en contexto” (UBANEX)
llevado a cabo en un instituto de formación docente ubicado en el delta de la provincia de
Entre Ríos (Argentina).
Proyecto de aula que pretende Desarrollar el espíritu científico en los estudiantes del grado sexto (6°) de la Sede Instituto Nacional de Promoción Social del municipio de Villa Caro
La idea fundamental de la estrategia pedagógica “del ser honesto al hacer ciudadano”, consiste en la ética entendida como el puente que permite el paso del Ser-ente individuo al Ser Personal Honesto.
Educaciòn diferenciada o single - sex. Testimonio de Silvana RaffinElisabeth Vierheller
¿Por qué una institución toma la decison de organizar clases mixtas o solo de chic@s?
¿Qué impacto puede producir la formación académica en esta decisión?
¿Los profesionales de la educación conocen las diferencias en el modo de aprender de varones y mujeres?
Estas y otras preguntas intenta responder la autora repasando la historia de una institución educativa.
1. LOS ALUMNOS DEBEN SALIR SATISFECHOS
“Los alumnos deben salir satisfechos, pero a la vez
con inquietudes de las clases de Historia”. Esta
máxima, que escuché alguna vez a un educador,
comenzó a taladrar en mi cabeza. Me quedé
cavilando sobre esa frase, y recordaba los rostros de
mis alumnos cuando salían de mi clase de Historia y precisamente no eran las
expresiones que deseaba ver.
No es raro escuchar a los profesores de esta asignatura comentar que a los estudiantes
no les interesa la Historia, y que poco o nada les importa aprender. Cuando se
pregunta a la clase el porqué de su desidia, responden que la Historia es aburrida, que
no sirve para nada, que es fastidioso memorizar fechas, nombres, acontecimientos, y
que únicamente lo hacen para aprobar el año.
¿Por qué existe esta desazón entre los alumnos y los docentes?
Este planteamiento me ha llevado a entender que existen, entre otras, dos causas
fundamentales: la situación actual de los maestros y la realidad de los alumnos.
En cuanto a la situación de los maestros. Imaginémonos el papel del maestro (que
ahora trabaja más de 40 horas de clases semanales, con salarios paupérrimos y que
más que maestro se ha convertido en un burócrata de escritorio por la cantidad de
papeles que tiene que llenar) ante una aula de clases, con unos 45 o más adolescentes
de 13, 14, 15 años o más , y cada uno de ellos forjado con su propia individualidad,
costumbres y hábitos, uno muy distinto del otro y que, además de enseñarles la
asignatura, hay que formarlos para la vida, para el país, para la sociedad.
Pensemos ahora en los alumnos. Para estos jóvenes (en su mayoría sin rumbo ni
aspiración, que por su corta edad se han convertido en presas fáciles de las modas
foráneas, en víctimas de la droga, el alcohol, de las relaciones sexuales prematuras o
en el peor de los casos provienen de familias disfuncionales y desconyunturadas.
Cuando se les inquiere qué carrera universitaria van a seguir no saben que responder.
Otros dicen que hay tiempo para pensarlo, que cuando llegue el momento de
incursionar en los estudios superiores, recién ahí decidirán) como se había dicho
Dr. Eduardo Troya Cruz
2. anteriormente, piensan que la historia es un conjunto de hechos del pasado, sin
sentido real. Y, penosamente, no se equivocan cuando recordamos como ha sido
enseñada la Historia anteriormente: datos, fechas y acontecimientos que tenían como
único fin la memorización; es decir enseñar bajo el esquema de la Escuela Tradicional.
En cierta ocasión un joven me preguntó: “Profe, yo quiero ser ingeniero ¿de qué me
servirá aprender Historia? Y aunque maquinaba brindarle una respuesta coherente y
sabia, mi alumno tenía razón, de nada iba a servirle la Historia. Sin embargo, cuando
en clase realizan lecturas críticas y reflexivas; cuando se someten a ejercicios de
análisis y síntesis de la realidad histórica, sin duda que estas habilidades aprendidas en
el aula, le servirán para realizarse con éxito en su campo profesional.
Viene a mi memoria una anécdota que puede reflejar fehacientemente esta situación:
mi hija Norelia que cursa el noveno año. Estaba estudiando para enfrentarse al
examen del primer quimestre, al verla tan ensimismada en su tarea, le pregunté: ¿Qué
estás estudiando? Su respuesta fue: “acontecimientos, personajes y fechas”. Sentí
decepción e ira: a mi hija le estaban transformando en un ser autómata, memorístico y
repetitivo. Sentí más pavor cuando mi hija me dijo que.: “la Historia es eso”.
Con un esquema mental así, es muy difícil motivar a los estudiantes y lograr que les
interese la Historia. De este problema surge la inquietud de que si estamos los
profesores enseñando la materia de modo que los estudiantes analicen, critiquen,
disciernan, debatan temáticas y que compaginen o relacionen con nuestra realidad.
Haciendo referencia a lo que algún eminente pensador: “la escuela no forma
matemáticos, ni físicos, ni historiadores, forma ciudadanos que logren pensar la
realidad en términos científicos para que puedan enfrentarse, de esta manera, a los
distintos retos que nos presenta la vida”. De acuerdo a esta propuesta, bien podríamos
deducir que el rol del educador es orientar y dirigir a nuestros pupilos a que piensen
sobre la relevancia de la historia, es decir, a que descubran el valor de los
acontecimientos del pasado y que la visión retrospectiva, le sirvan de base para
resolver los conflictos del presente, es decir que pueda encontrar el sentido a los
problemas del mundo actual.
La Historia no es solo una sucesión y narración de hechos del pasado. La Historia es un
proceso que se construye día a día, en donde el ser humano ha sido el principal
protagonista, y dentro de este proceso la investigación juega un papel muy
3. importante, por lo tanto no hay Historia sin investigación por lo que sería apropiado
inculcarle al estudiante el afán de investigar y hacerlo en el transcurso de cada clase.
Si despertamos en el estudiante la curiosidad, esta se constituiría en una estrategia
metodológica que ayudaría a que el estudiante construya aprendizajes significativos.
Por ejemplo, dentro del tema de la evolución del ser humano comenzaríamos
explorando sus conocimientos previos presentándole, primeramente, unas imágenes
que van a detallar los distintos estadios evolutivos por los que atravesó el Homo, pero
sin recurrir a ningún tipo de explicación por parte del docente. Vistas las imágenes,
acto seguido pedimos a los estudiantes que se organicen en grupos de cuatro y que
entre ellos discutan, analicen, y saquen sus propias conclusiones. Posteriormente,
hacer un conversatorio, durante el cual, los alumnos tratarían de explicar las razones
que pudieron provocar dichas modificaciones evolutivas. Las ideas de los grupos
serían expuestas en el pizarrón y luego contrastadas entre todos.
En este punto las respuestas de los estudiantes no serían estandarizadas (copiar y
pegar), sino que cada uno de ellos realizará su intervención utilizando sus propias
palabras.
La duda de que cual grupo se acercó a la verdad científica será dilucidada, cuando los
mismos grupos investiguen recurriendo al internet, a textos o entrevistas a personas
que dominen este campo. Sin duda, en la siguiente clase los alumnos no tendrán
problemas en exponer el tema.
El resultado, seguramente será satisfactorio porque en primer lugar el alumno,
mediante las interrogantes que se plantea en su cerebro, habrá elaborado su propia
hipótesis en función de sus experiencias previas. Después comprobará por sí mismo,
los aciertos y errores de sus conjeturas y finalizará, después de su investigación,
explicando la verdad científica del tema. Por su parte, el profesor actúa como
mediador en el proceso, guiando a la clase en la consecución de los objetivos,
participando, pero no resolviendo, en la solución de conflictos y seleccionando
adecuadamente las fuentes de consulta e investigación.
Esta propuesta metodológica, bien conocida y utilizada por muchos compañeros
profesores, no se constituye en la panacea de cómo enseñar Historia, pero esta u
otras alternativas pedagógicas bien pueden ser empleadas, a criterio del profesor, para
mejorar la interrelación en el aula y lograr los aprendizajes significativos.