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Y EMERGENCIAS
GUÍA DIAGNÓSTICA
Y PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN
Editores
Luis Jiménez Murillo
F. Javier Montero Pérez
6.ª edición
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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3. Avda. Josep Tarradellas, 20-30, 1.° 08029 Barcelona
Medicina de urgencias y emergencias. Guía diagnóstica y protocolos de actuación, de Luis
Jiménez Murillo y F. Javier Montero Pérez
©2018 Elsevier España, S.L.U., 1994, 1999, 2003, 2009, 2015
ISBN: 978-84-9113-208-0
eISBN: 978-84-9113-440-4
Todos los derechos reservados.
Reserva de derechos de libros
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación
de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción
prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita
fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93
272 04 45).
Advertencia
La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones
de seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la inves-
tigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos.
En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por
los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía y duración
de la administración y las contraindicaciones. Las diluciones a las que se hace referencia en
esta obra se corresponden con las presentaciones referidas en ella, sin olvidar que existen
otros múltiples preparados con distintas presentaciones no referidas en este texto. Es res-
ponsabilidad ineludible del médico determinar la dosis y el tratamiento más indicado para
cada paciente en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni
los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran
generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra, incluida
la responsabilidad derivada de posibles errores en preparaciones de fármacos distintos a las
presentaciones referidas en la obra.
Servicios editoriales: DRK edición
Depósito legal: B 17533-2018
Impreso en Polonia
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4. XV
Es un placer tener la oportunidad de participar en el prólogo
de esta nueva edición de la obra Medicina de urgencias y
emergencias, dirigida a profesionales sanitarios, residentes en
formación y estudiantes de medicina interesados en ofrecer
la mejor atención urgente a los pacientes.
Este libro ofrece una herramienta de formación muy
práctica que permite dar respuestas homogéneas, basadas
en la mejor evidencia científica, ante diferentes situaciones
clínicas que se plantean en el día a día en un área tan com-
pleja como es un servicio de urgencias.
El propósito inicial del libro, con más de 24 años de his-
toria, fue disponer de un soporte práctico para los médicos
que se dedicaban al área de urgencias del Hospital Universi-
tario Reina Sofía de Córdoba. Sin embargo, progresivamente
ha ido gozando de una creciente aceptación, no solo para su
entorno, sino en toda España e incluso en Hispanoamérica.
Se trata de un libro de cabecera que cualquier residente en
formación desea tener entre sus manos antes de enfrentarse
a lo más valioso de nuestra profesión, como es ese momento
tan delicado y frágil de la atención urgente a un paciente. Los
directores de la obra han entendido la importancia de ofrecer
una guía práctica para esta toma de decisiones rápidas.
En esta sexta edición participan más de 220 autores, la
mayoría profesionales expertos en diferentes materias de
nuestro centro, incluyendo especialistas en atención prima-
ria y algunos compañeros de fuera de nuestra comunidad
que participan en el capítulo dedicado al ECO FAST en el
traumatismo cerrado abdominal. En la anterior edición se
incorporó la versión digital del libro y se añadieron 40 casos
clínicos que permitieron un enriquecimiento práctico en la
materia. En esta nueva edición, los directores incorporan
cuatro nuevos capítulos. Los dos primeros están dedicados
a las infecciones emergentes (gripe aviar, virus Ébola, virus
Zika y dengue) y las medidas universales de protección y
las normas de aislamiento en urgencias. Estos temas son
de especial trascendencia por la grave amenaza actual que
suponen estas infecciones para la salud pública y el con-
trol y la prevención de las infecciones en este servicio tan
complejo de un hospital. El tercer capítulo hace referencia
a otras urgencias reumatológicas, y el cuarto al manejo en
urgencias del potencial donante de órganos, tema de especial
trascendencia para aumentar la tasa de donación y disminuir
la lista de espera de pacientes pendientes de un trasplante
de órgano.
No quiero finalizar este prólogo sin felicitar a todos los
autores por el rigor científico y el esfuerzo de síntesis con que
han desarrollado todos los capítulos. También quiero agra-
decer de forma muy especial a los directores, Luis Jiménez
Murillo y F. Javier Montero Pérez, por un lado, porque este
libro marca un interesante camino metodológico para la for-
mación continuada de muchos profesionales y estudiantes de
medicina, y por otro lado, por el compromiso que demues-
tran en el día a día para hacer de la Unidad de Urgencias del
Hospital Universitario Reina Sofía una unidad de referencia
para cualquier centro sanitario nacional y de Andalucía.
¡Disfrutad de su lectura!
Valle García Sánchez
Directora Gerente
Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba
PRÓLOGO
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5. XIII
La atención sanitaria a las urgencias y emergencias ocupa un
lugar destacado en todos los sistemas sanitarios de los países
desarrollados,tanto por el volumen de la actividad como por
su impacto emocional y su trascendencia social.
En la demanda de atención urgente influyen muchos
factores, no todos de carácter clínico, que hay que tener en
cuenta para organizar una adecuada respuesta que pro-
porcione calidad y seguridad en la atención y garantice la
equidad en el acceso a los recursos y servicios.
Por eso, en Andalucía contamos con un Plan Andaluz
de Urgencias y Emergencias, elaborado por profesionales
vinculados a esta área de conocimiento, que trata de pro-
porcionar respuestas integradas y planificadas, en cualquier
lugar del territorio, teniendo en cuenta todos los aspectos y
agentes involucrados, los derechos y las expectativas de la
población, el papel ciudadano en la cadena de supervivencia,
así como el protagonismo de los equipos profesionales, cuya
cualificación es fundamental para unos buenos resultados.
En la actualidad, el Sistema Sanitario Público de Anda-
lucía cuenta con una importante red de recursos públicos
destinados a la atención sanitaria urgente y emergente, dis-
tribuidos en todo el territorio y organizados por niveles de
complejidad, que son activados por los centros coordinado-
res para asignar el recurso más adecuado en cada caso, con
una capacidad de resolución global superior al 90%.
Sin duda,los equipos profesionales son el principal activo
del sistema público de urgencias y emergencias en Andalucía,
y la gestión del conocimiento se configura como una herra-
mienta principal para su mejor desarrollo. Es en este marco
donde esta obra, sobre medicina de urgencias y emergencias,
adquiere todo su sentido.
Luis Jiménez es, actualmente, el director del Plan Anda-
luz de Urgencias y Emergencias, junto a Francisco Javier
Montero, subdirector y responsable de formación y gestión
clínica de dicho plan. Sus carreras profesionales han estado
siempre vinculadas a este ámbito, tanto en el ámbito clínico
como en el docente e investigador, desde el Sistema Sani-
tario Público de Andalucía, la universidad y las sociedades
científicas relacionadas. Su máximo nivel de cualificación
profesional los refuerza como referencia obligada en este
campo de conocimiento.
En su sexta edición, la obra recopila el conocimiento
de los equipos profesionales vinculados a las urgencias en
el Hospital Reina Sofía, de Córdoba, con gran contenido
práctico, para poder aportar respuestas homogéneas y de
calidad ante la diversidad de situaciones que pueden darse
en esta compleja área.
Poreso,creoqueseráunareferenciaimportanteparaelcon-
junto de profesionales involucrados en la atención a las urgen-
cias y,de este modo,contribuirá a lograr los mejores resultados
en salud de nuestras intervenciones, que es el objetivo final.
Marina Álvarez Benito
Consejera de Salud de la Junta de Andalucía
PRÓLOGO
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6. XVII
Hace ahora veinticuatro años que se publicó la primera edi-
ción de Medicina de urgencias y emergencias: guía diagnóstica
y protocolos de actuación. Desde entonces, y a través de las
cinco ediciones previas,miles de médicos residentes,médicos
de urgencias y de atención primaria de España e Hispanoa-
mérica, y de otros ámbitos de asistencia especializada, han
considerado esta obra su libro de consulta para resolver las
diversas situaciones urgentes y emergentes que se les han
presentado en su práctica clínica. Esto nos ha dado durante
estas décadas un estímulo más que suficiente para seguir
adelante.
Estamos en 2018 y España continúa sin especialidad
de Medicina de Urgencias y Emergencias, a pesar de que la
mayoría de las Consejerías de Salud de las Comunidades
Autónomas apoyan su creación. Es uno de los pocos países
europeos que aún no dispone de esta especialidad (“nos
estamos quedando solos”) y, por tanto, los jóvenes posgra-
duados que se quieren dedicar a la Medicina de Urgencias
y Emergencias no disponen de acceso a un sistema oficial y
reglado de formación específica en este peculiar ámbito de
asistencia donde anualmente se atienden a cerca de treinta
millones de ciudadanos.
En el prefacio de esta sexta edición, quisiéramos men-
cionar la importante labor docente que los profesionales de
urgencias españoles realizan en los diversos Servicios
de Urgencias de hospital, Equipos de emergencias y Ser-
vicios de Urgencias de atención primaria, tanto para los
estudiantes de pregrado de ciencias de la salud como para
los médicos internos residentes y enfermeros internos
residentes españoles que tanto han aprendido de ellos,
un bagaje de conocimientos que llevarán consigo durante
el resto de su vida profesional, independientemente de
la especialidad que desarrollen. Se trata de una labor sin
duda altruista y escasamente reconocida oficialmente, que
se presta a pesar del no reconocimiento de la especialidad
solicitada a las autoridades sanitarias de forma persis-
tente desde hace ya tres décadas. Confiamos una vez más
en que finalmente, y durante la vigencia de esta edición
de la obra, la especialidad se convierta en una realidad
en España, ya que se observa cada vez mayor consenso
entre las diferentes autoridades sanitarias competentes
para su creación.
La presente edición aporta importantes novedades en
los diferentes procesos asistenciales que aborda, tanto desde
el punto de vista diagnóstico como terapéutico. Cabe des-
tacar la implementación de la ecografía de urgencias en la
mayoría de Servicios de Urgencias españoles y el desarrollo
de la ecografía en el punto de atención, cada vez con más
aplicaciones,que hace que este procedimiento diagnóstico ya
accesible al médico de urgencias esté presente en los diversos
protocolos asistenciales de la obra.
Quisiéramos dar las gracias a los colaboradores de esta
sexta edición, muchos de ellos profesionales de nuevas gene-
raciones, que se han incorporado con el ímpetu propio de la
juventud al apasionante mundo de la publicación científica
en el que las guías clínicas y los protocolos de actuación
siguen siendo esenciales para disminuir la variabilidad clínica
y abordar de forma rápida las situaciones urgentes y emer-
gentes, especialmente aquellas tiempo-dependientes que se
presentan al profesional de urgencias.
No queremos olvidar a los compañeros colaboradores de
las anteriores ediciones que en el momento de la publicación
de esta sexta edición han finalizado su vida profesional y
que fueron los primeros que apoyaron incondicionalmente
aquella primera edición cuya pervivencia aún era incierta.
Asimismo,tampoco olvidamos a nuestra querida compañera
y amiga Mercedes Martínez Martínez, que nos ha abandona-
do recientemente después de luchar valientemente contra la
enfermedad. Gracias a todos ellos.
Finalmente, queremos agradecer a Elsevier su ines
timable labor de apoyo y asesoramiento editorial que nos
facilita la ingente tarea de intentar plasmar los contenidos
de una forma precisa, sintética y lo más amable posible para
el lector y estudioso de la obra.
Esperamos que esta nueva edición de Medicina de urgen-
cias y emergencias: guía diagnóstica y protocolos de actuación
tenga al menos la misma buena acogida que las precedentes y
que siga siendo un valioso instrumento de ayuda para todos
aquellos compañeros que, en un determinado momento,
necesitan consultar algún aspecto diagnóstico o terapéutico
para optimizar la asistencia prestada al paciente.
Luis Jiménez Murillo
F. Javier Montero Pérez
PREFACIO
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
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7. XIX
ÍNDICE DE AUTORES
DIRECTORES
L. JIMÉNEZ MURILLO
Jefe de Servicio. Director de la UGC de Urgencias. Director
del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias. Médico
especialista en Medicina Interna. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad de
Córdoba.Profesor asociado del Departamento de Medicina
(Área de Urgencias). Universidad de Córdoba. CME.
F.J. MONTERO PÉREZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Subdirector del Plan
Andaluz de Urgencias y Emergencias. Médico especialista
en Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
AUTORES
F. AGUILAR HUMANES
Médica adjunta de la Sección de Urgencias. UGC de Pedia-
tría. Médica especialista en Pediatría. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. Profesora asociada de Pediatría. Universi-
dad de Córdoba.
A. AGUSTÍN VARAS
Jefe de Sección. UGC de Urgencias. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
F.J. ALAMILLOS GRANADOS
Médico adjunto. UGC de Cirugía Maxilofacial.
J. ALCOLEA SANTIAGO
Médico especialista en Obstetricia y Ginecología. Hospital
San Juan de Dios (Córdoba).
M. ALDEANUEVA ESCRIBANO
Médica residente de Medicina Familiar y Comunitaria.
P. ALJAMA GARCÍA
Jefe de Servicio.Director de la UGC de Nefrología.Catedráti-
co del Departamento de Medicina.Universidad de Córdoba.
M. ALTAMIRANO CIFUENTES
Médico adjunto. UGC de Obstetricia y Ginecología. Pro-
fesor asociado del Departamento de Obstetricia y Gineco-
logía. Universidad de Córdoba.
D. ÁLVAREZ GIL
MédicoadjuntodelaSeccióndeUrgencias.UGCdePediatría.
A.I. ÁLVAREZ SÁNCHEZ
Médica especialista en Hematología.
J. AMOR TRUCIOS
MédicoadjuntodelaSeccióndeUrgencias.UGCdePediatría.
L. ANTÓN AGUILAR
Médica adjunta. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hos-
pital de Alta Resolución de Écija (Sevilla).
M. ANTÓN GAMERO
Médica adjunta de la Unidad de Nefrología Infantil. UGC
de Pediatría. Profesora asociada de Pediatría. Universidad
de Córdoba.
J. APARICIO SÁNCHEZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
A. ARANDA MORA
Médico adjunto. UGC de Pediatría.
J.E. ARJONA BERRAL
Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital San
Juan de Dios (Córdoba).
J.J. ARMENDÁRIZ TIRAPU
Médico adjunto del Servicio de Urgencias Fundació Sant
Hospital. La Seu d’Urgell (Lleida). Miembro del Grupo
de Formación en Ecografía para el Médico de Urgencias
y Emergencias de SEMES (ecoSEMES).
E. BAENA DELGADO
Médica de Equipo Básico de Atención Primaria. Distrito
Córdoba Sur. Máster Universitario en Medicina de Urgen-
cias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
I. BAJO FERNÁNDEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
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8. XX ÍNDICE DE AUTORES
J. BARBUDO MERINO
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista
en Medicina Interna. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
CME.
C. BARCONES GÓMEZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
I. BARNETO ARANDA
Médico adjunto. UGC de Oncología Médica.
A.M. BELLO LUQUE
Médica adjunta de la Sección de Urgencias. UGC de Pedia-
tría. Médica especialista en Pediatría. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J.M. BENÍTEZ CANTERO
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
A.M. BENÍTEZ LAGUNA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
I. BERDUD GODOY
Médica adjunta. UGC de Nefrología.
A. BERLANGO JIMÉNEZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista
en Medicina Interna. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
Profesor asociado del Departamento de Medicina (Área de
Urgencias). Universidad de Córdoba. CME.
C. BRAVO AGUILERA
Médico adjunto. UGC de Traumatología y Cirugía Orto-
pédica.
F. BRAVO RODRÍGUEZ
Médico adjunto. UGC de Radiodiagnóstico.
J. BRICEÑO DELGADO
Director de la UGC de Cirugía General. Profesor asociado
del Departamento de Especialidades Médico-Quirúrgicas.
Universidad de Córdoba.
A. CALAÑAS CONTINENTE
Médico adjunto. UGC de Endocrinología.
C. CALDERÓN DE LA BARCA ANCHÚSTEGUI
Diplomada en Enfermería.
J.M. CALDERÓN DE LA BARCA GÁZQUEZ
Jefe de Sección. UGC de Urgencias. Subdirector del Plan
Andaluz de Urgencias y Emergencias. Médico especialista
en Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universi-
dad de Córdoba. Profesor asociado del Departamento de
Medicina (Área de Urgencias). Universidad de Córdoba.
Presidente de Honor de SEMES-Andalucía. CME.
R. CALVO RODRÍGUEZ
Jefe de Sección. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
P. CAMPOS HERNÁNDEZ
Médico adjunto. UGC de Urología.
R. CANO CASTIÑEIRA
Médico adjunto. UGC de Urología.
A. CANO SÁNCHEZ
Jefe de Sección. UGC de Radiodiagnóstico. Profesor titular
del Departamento de Medicina. Universidad de Córdoba.
E. CANTILLO BAÑOS
Director médico del Hospital de San Juan de Dios. Córdo-
ba. Médico especialista en Otorrinolaringología.
M.A. CARACUEL RUIZ
Médico adjunto. UGC de Reumatología. Profesor asociado
del Departamento de Medicina. Universidad de Córdoba.
J.L. CARAZO CARAZO
Médico adjunto. UGC de Urología.
J. CARRASCO VALIENTE
Médica adjunta. UGC de Urología.
L. CASAIS JUANENA
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
S. CASTILLA CAMACHO
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster en Medicina de
Urgencias y Emergencias. Universidad de Córdoba.
J.A. CASTRO GIMÉNEZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
F. CEREZO MADUEÑO
Médico adjunto. UGC de Cirugía Torácica y Trasplante
Pulmonar.
M.J. CLEMENTE MILLÁN
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista
en Medicina Interna. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
Profesora asociada del Departamento de Medicina (Área
de Urgencias). Universidad de Córdoba. CME.
M.J. COBOS CEBALLOS
Médica adjunta. UGC de Neumología.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
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9. XXI
ÍNDICE DE AUTORES
A. COBOS REQUENA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J.M. CONCHA JARABA
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
S. CONSTENLA RAMOS
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J.M. COSANO SANTIAGO
Director de Distrito Sanitario de Atención Primaria.Córdo-
ba.Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
A.B. CRUZ ALCAIDE
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J. DE BURGOS MARÍN
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista
en Cirugía General. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
CME.
A.M. DE DIOS RUIZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J. DE HARO PADILLA
Médico adjunto. UGC de Cirugía Plástica.
M. DE LA MATA GARCÍA
Jefe de Servicio. Director de la UGC de Aparato Diges-
tivo. Profesor asociado del Departamento de Medicina.
Universidad de Córdoba.
O.M. DE LA TORRE CASTILLO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
A. DE LA TORRE GONZÁLEZ
Jefe de Sección.UGC de Obstetricia y Ginecología.Profesor
asociado del Departamento de Obstetricia y Ginecología.
Universidad de Córdoba.
M.F. DE PRADO LÓPEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
A. DEÁN FERRER
Jefa de Servicio.Directora de la UGC de Cirugía Maxilofacial.
H. DEGAYÓN ROJO
Médica adjunta. Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgen-
cias Santa Victoria de Córdoba. Distrito Sanitario Córdoba
Centro. Máster Universitario en Medicina de Urgencias y
Emergencias por la Universidad de Córdoba. CME.
P. DEL CAMPO VÁZQUEZ
Diplomada universitaria en Enfermería. Enfermera de la
Unidad de Salud Mental Infantil.
F. DELGADO ACOSTA
Médico adjunto. UGC de Radiodiagnóstico.
J.M. DUEÑAS JURADO
Médico adjunto. UGC de Críticos y Urgencias. Médico
Especialista en Medicina Intensiva. Coordinador de Tras-
plantes.
M. DURÁN MARTÍNEZ
Médico residente. UGC de Cirugía General.
M. DURÁN SERANTES
Médico de Equipo Básico de Atención Primaria. Distrito
Córdoba Centro. Médico especialista en Cirugía General.
Máster Universitario en Medicina de Urgencias y Emergen-
cias por la Universidad de Córdoba. CME.
M. ENTRENAS CASTILLO
Médica residente. UGC de Neumología.
L.M. ENTRENAS COSTA
Médico adjunto. UGC de Neumología. Profesor asociado
del Departamento de Medicina. Universidad de Córdoba.
S. ESPEJO PÉREZ
Médico adjunto. UGC de Radiodiagnóstico.
E. ESQUIVIAS DE MOTTA
Médico adjunto. UGC de Nefrología.
A. EXPÓSITO ORDÓÑEZ
Médico adjunto. UGC de Oftalmología.
M.A. EXTREMERA MARTÍNEZ
Médica adjunta. Médica especialista en Medicina Familiar
y Comunitaria. Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles
(Madrid).
I. FERNÁNDEZ GARCÍA
Farmacéutica. Servicio de Farmacia. Hospital San Juan de
Dios. Córdoba.
J. FERNÁNDEZ RAMOS
Médico adjunto. UGC de Pediatría.
M.C. FERNÁNDEZ SÁNCHEZ DE LA MORA
Médica adjunta. UGC de Hematología y Terapia Celular.
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10. XXII ÍNDICE DE AUTORES
J.M. GALLARDO VALVERDE
Médico adjunto. UGC de Cirugía General y Digestiva.
Profesor asociado del Departamento de Especialidades
Médico-Quirúrgicas. Universidad de Córdoba.
M.A. GÁLVEZ MORENO
Directora de la UGC de Endocrinología.
M. GARCÍA LÁZARO
Médica adjunta. UGC de Enfermedades Infecciosas.
F.J. GARCÍA MARTÍNEZ
Médica adjunta. Unidad de Nefrología Infantil. UGC de
Pediatría.
L. GARCÍA MARTÍNEZ
Farmacéutica adjunta. Servicio de Farmacia.
J.M. GARCÍA QUINTANA
Médico adjunto. Servicio de Medicina Interna del Hospital
de la Cruz Roja. Córdoba.
J.H. GARCÍA RUBIO
Médico adjunto. Servicio de Urología. Hospital de Montilla
(Córdoba).
V. GARCÍA SÁNCHEZ
Directora Gerente.Médica especialista enAparato Digestivo.
E. GARCÍA TORRES
Médica adjunta. UGC de Hematología y Terapia Celular.
A.M. GARCÍA VÁZQUEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
R. GARCÍA-ARÉVALO ARELLANO
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
F.J. GASCÓN JIMÉNEZ
Médico adjunto.Servicio de Pediatría.Hospital de Montilla
(Córdoba).
F. GAVILÁN GUIRAO
Médica adjunta. Servicio de Medicina Interna. Hospital de
Montilla (Córdoba). Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
S. GIL HERNÁNDEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista
en Medicina Interna. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
J.J. GIMÉNEZ RUIZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J. GIMENO GIMENO
Médica adjunta. UGC de Obstetricia y Ginecología.
E. GÓMEZ GÓMEZ
Médico adjunto. UGC de Urología.
I. GÓMEZ LUQUE
Médica adjunta. UGC de Cirugía General.
N. GÓMEZ PALENZUELA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
A. GONZÁLEZ ALFARO
Médico especialista en Urología.
A. GONZÁLEZ GALILEA
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
F.M. GONZÁLEZ GARCÍA
Jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Central
de Asturias (Oviedo).
A.I. GONZÁLEZ REQUERO
Médica adjunta. UGC de Medicina Interna. Máster Uni-
versitario en Medicina de Urgencias y Emergencias por la
Universidad de Córdoba.
M.D. GONZÁLEZ ROMERO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
F. GRACIA GARCÍA
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
V. GUERRA VILCHES
Médico adjunto. UGC de Obstetricia y Ginecología.
Y. HERRERO GONZÁLEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
E. IGLESIAS FLORES
Médica adjunta. UGC de Aparato Digestivo.
A.M. JIMÉNEZ AGUILAR
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
L. JIMÉNEZ MURILLO
Jefe de Servicio. Director de la UGC de Urgencias. Di-
rector del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias.
Médico especialista en Medicina Interna. Máster Uni-
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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es
un
delito.
XXIII
ÍNDICE DE AUTORES
versitario en Medicina de Urgencias y Emergencias por
la Universidad de Córdoba. Profesor asociado del Depar-
tamento de Medicina (Área de Urgencias). Universidad
de Córdoba. CME.
M.C. JIMÉNEZ PUYA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
C.M. JURADO COBOS
Médica adjunta. UGC de Neurología.
B. JURADO GÁMEZ
Médico adjunto. UGC de Neumología.
J. JURADO GARCÍA
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
L. LADEHESA PINEDA
Médica adjunta. UGC de Reumatología.
R. LAMA MARTÍNEZ
Médico adjunto. UGC de Neumología. Profesor aso-
ciado del Departamento de Medicina. Universidad de
Córdoba.
G. LEAL REYES
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria.
R. LEÓN LÓPEZ
Médico adjunto. UGC de Críticos y Urgencias. Médicos
especialista en Servicio de Cuidados Intensivos.
R. LLAMAS FUENTES
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
L. LLAMAS QUIÑONES
Diplomada universitaria en Enfermería. Responsable de la
Unidad de Calidad Percibida.
A. LLERGO MUÑOZ
Director de la UGC de Cuidados Paliativos.
A. LÓPEZ GRANADOS
Médico adjunto. UGC de Cardiología.
D. LÓPEZ MALO DE MOLINA
Farmacéutica adjunta. Servicio de Farmacia.
J. LÓPEZ MIRANDA
Jefe de Sección. Director de la UGC de Medicina Interna.
Catedrático del Departamento de Medicina.Universidad de
Córdoba. Director del Máster de Urgencias y Emergencias
de la Universidad de Córdoba.
D. LÓPEZ RUIZ
Jefe de Sección. UGC de Radiodiagnóstico.
J. LORENTE GONZÁLEZ
Jefe de Sección.UGC de Obstetricia y Ginecología.Profesor
asociado del Departamento de Obstetricia y Ginecología.
Universidad de Córdoba.
J. LOZANO SÁNCHEZ
Exdirector de la UGC de Neurocirugía.
R. LUCCHINI LEIVA
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista
en Medicina Familiar y Comunitaria.
C. LUCENA AGUILERA
Diplomada universitaria en Enfermería. Supervisora de
Gestión de pacientes y Cuidados. UGC de Urgencias.
S. LUNA MORALES
Diplomada universitaria en Enfermería. Enfermera de
enlace del Centro de Salud Azahara. Distrito Sanitario
Córdoba Centro.
I.M. MACHUCA SÁNCHEZ
Médica adjunta. UGC de Enfermedades infecciosas.
E. MARÍN MARTÍN
Médica adjunta. UGC de Obstetricia y Ginecología.
A. MARTÍN MALO
Jefe de Sección. UGC de Nefrología. Profesor titular del
Departamento de Medicina. Universidad de Córdoba.
M.E. MARTÍNEZ ACEVEDO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista
en Medicina Interna. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
CME.
A.I. MARTÍNEZ GARCÍA
Directora del Servicio de Urgencias de Atención Primaria.
Málaga-Guadalhorce.
M. MARTÍNEZ GRUEIRO
Médico adjunto. UGC de la Unidad de Salud Mental.
M.R. MARTÍNEZ GUILLÉN
Médica de Equipo Básico de Atención Primaria. Distrito
de Córdoba Centro.
M.A. MARTÍNEZ LÓPEZ
Diplomado universitario en Enfermería. Equipo Básico de
Atención Primaria. Distrito Córdoba Centro.
C. MARTÍNEZ LOSADA
Médica adjunta. UGC de Hematología y Terapia Celular.
M.C. MARTOS ÓRPEZ
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
F.J. MEDINA FERNÁNDEZ
Médico adjunto. UGC de Cirugía General.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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12. XXIV ÍNDICE DE AUTORES
M.C. MEDINILLA MONTENEGRO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
M.D. MESA RUBIO
Médica adjunta. UGC de Cardiología.
M.J. MIFSUT GALLARDO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
A. MOLINA JURADO
Médica adjunta de la Sección de Urgencias. UGC de Pe-
diatría. Máster Universitario en Medicina de Urgencias
y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
T. MOLINA NIETO
Médico adjunto. UGC de Neurología.
J.A. MONSERRAT JORDÁN
Médico adjunto. UGC de Obstetricia y Ginecología.
F.J. MONTERO PÉREZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Subdirector del Plan
Andaluz de Urgencias y Emergencias. Médico especialista
en Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario
en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
A. MORA SÁNCHEZ
Médico adjunto. UGC de Obstetricia y Ginecología.
F. MORENO GONZÁLEZ
Médico de Equipo Básico de Atención Primaria. Distrito
Córdoba Sur. Máster Universitario en Medicina de Urgen-
cias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
C. MORENO HERRERA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J. MOYA GONZÁLEZ
Médico adjunto. UGC de Cirugía Cardiovascular.
R. MOYANO GARCÍA
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
M.J. MOYANO PULIDO
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
J. MUÑOZ ÁVILA
Médico adjunto. UGC de Medicina Interna. Máster Uni-
versitario en Medicina de Urgencias y Emergencias por la
Universidad de Córdoba. CME.
I. MUÑOZ CARVAJAL
Director de la UGC de Cirugía Cardiovascular. Coordina-
dor Asistencial.
F. MUÑOZ DEL CASTILLO
Director de la UGC de Otorrinolaringología.
E. MUÑOZ TRIANO
Coordinadora adjunta de la Unidad de Urgencias del Hos-
pital Vithas Nuestra Señora de América. Madrid. Médica
especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Máster
Universitario en Medicina de Urgencias y Emergencias por
la Universidad de Córdoba. CME.
A. NARANJO RODRÍGUEZ
Jefe de Sección. UGC de Aparato Digestivo.
C. NATERA KINDELÁN
Médica adjunta. UGC de Enfermedades Infecciosas.
N. NAVARRO GOCHICOA
Pediatra de Equipo Básico de Atención Primaria. Distrito
Córdoba Centro.
L. NIETO PASCUAL
Médica adjunta. UGC de Obstetricia y Ginecología.
Z. NOGAREDA SEOANE
Médica adjunta. Servicio de Medicina Nuclear. Hospital
Universitario Lucus Augusti. Lugo.
R. NOGUÉ BOU
Servicio de Urgencias-Unidad de Curas Intermedias. Hos-
pital Montserrat (Lleida). Grupo Hospitalario ADESLAS.
Profesor asociado. Medicina de Urgencias. Facultad de
Medicina. Universidad de Lleida. Coordinador del Grupo
de Formación en Ecografía para el Médico de Urgencias
y Emergencias de SEMES (ecoSEMES).
A. NÚÑEZ ADÁN
Jefe de Sección de Urgencias. UGC de Pediatría.
R. OCAÑA MARTÍNEZ
Médica de Equipo Básico de Atención Primaria. Dis-
trito Córdoba Centro. Máster Universitario en Medici-
na de Urgencias y Emergencias por la Universidad de
Córdoba.
J.J. OCHOA SEPÚLVEDA
Director de la UGC de Neurología.
C. PACHECO CAPOTE
Médica adjunta. UGC de Medicina Nuclear.
A. PADIAL AGUADO
Médica adjunta. UGC de Cirugía General.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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XXV
ÍNDICE DE AUTORES
F.J. PADILLO RUIZ
Jefe de Servicio. Director de la UGC de Cirugía General.
Hospital Virgen del Rocío (Sevilla).
A. PALACIOS EITO
Directora de la UGC de Oncología Radioterápica.
S. PALENZUELA MARTÍN
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
V. PALOMAR ALGUACIL
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Cirugía General. Máster Universitario en Medicina de Ur-
gencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.CME.
M.C. PALOMAR MUÑOZ
Médica adjunta. UGC de Medicina Interna Hospital Punta
Europa (Algeciras).
R. PALOMARES ORTEGA
Médico adjunto. UGC de Endocrinología.
M. PAN ÁLVAREZ-OSORIO
Jefe de Sección. Director de la UGC de Cardiología.
N. PASCUAL MARTÍNEZ
Médica adjunta. UGC de Neumología.
D. PAULOVIC
Médico adjunto. UGC de Cardiología.
N. PELÁEZ VIÑA
Médico adjunto. UGC de Neurología.
M.E. PÉREZ MONTILLA
Médica adjunta. UGC de Radiodiagnóstico.
E. PÉREZ RODRÍGUEZ
Médica adjunta. UGC de Aparato Digestivo.
M.A. PINO ÁLVAREZ
Médica adjunta. UGC de Pediatría.
A. POYATO GONZÁLEZ
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
F.B. QUERO ESPINOSA
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
M. QUESADA GÓMEZ
Médico adjunto. UGC de Endocrinología.
M. RAMOS GÓMEZ
Médico adjunto. UGC de Radiodiagnóstico.
J. REDEL MONTERO
Médico adjunto. UGC de Neumología.
M.J. REQUENA TAPIA
Jefa del Servicio. Directora de la UGC de Urología. Profe-
sora asociada del Departamento de Especialidades Médico-
Quirúrgicas. Universidad de Córdoba.
C. REYES AGUILAR
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
A. RIVERO ROMÁN
Jefe de la Sección. UGC de Enfermedades Infecciosas.
J.C. ROBLES ARISTA
Jefe de Sección. UGC de Cuidados Intensivos. Coordinador
de Trasplantes.
R. RODRÍGUEZ ALONSO
Médica adjunta. UGC de Oncología Médica.
A. RODRÍGUEZ BENOT
Médico adjunto. UGC de Nefrología.
M.E. RODRÍGUEZ CANO
Médica adjunta. UGC de Obstetricia y Ginecología. Profe-
sora asociada del Departamento de Obstetricia y Gineco-
logía. Universidad de Córdoba.
F. RODRÍGUEZ CANTALEJO
Director de la UGC de Análisis Clínicos.
M. RODRÍGUEZ PERÁLVAREZ
Médico adjunto. UGC de Aparato Digestivo.
J.J. ROIG GARCÍA
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba. CME.
J.J. ROIG RODRÍGUEZ
Diplomado universitario en Enfermería.UGC de Urgencias
Hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco (Córdoba).
E. ROLDÁN ROMERO
Médica adjunta. UGC de Radiodiagnóstico.
A. ROMERO BRAVO
Diplomada universitaria en Enfermería. Jefa de Bloque.
UGC de Urgencias. Subdirectora de Cuidados del Plan
Andaluz de Urgencias y Emergencias.
M.A. ROMERO MORENO
Médico adjunto. UGC de Cardiología.
M.J. ROMERO MUÑOZ
Diplomada universitaria en Enfermería. Supervisora. UGC
de Medicina Preventiva.
M.J. RUBIO PÉREZ
Médica adjunta. UGC de Oncología Médica.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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14. XXVI ÍNDICE DE AUTORES
J. RUIZ GARCÍA
Médico adjunto. UGC de Urología.
M. RUIZ ORTIZ
Médico adjunto. UGC de Cardiología.
I. RUIZ REQUENA
Médica adjunta. UGC de Cuidados Paliativos.
J.M. RUMBAO AGUIRRE
Director médico. Médico especialista en Pediatría.
R. SALAZAR NAVAJAS
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias.
I. SALCEDO LEAL
Médica adjunta. UGC de Medicina Preventiva.
A. SALVATIERRA VELÁZQUEZ
Jefe de Servicio. Director de la UGC de Cirugía Torácica y
Trasplante Pulmonar.
F. SANTOS LUNA
Director de la UGC de Neumología. Profesor asociado del
Departamento de Medicina. Universidad de Córdoba.
P. SEGUÍ AZPILCUETA
Médico adjunto. UGC de Radiodiagnóstico.
J. SEGURA SAINT-GERONS
Médico adjunto. UGC de Cardiología.
R. SERRANO BLANCH
Médica adjunta. UGC de Oncología Médica.
J. SERRANO LÓPEZ
Médica adjunta. UGC de Hematología y Terapia Celular.
M.D. SIMARRO BRAVO
MédicaadjuntadelaSeccióndeUrgencias.UGCdePediatría.
J. SOLIVERA VERA
Director de la UGC de Neurocirugía.
S. TABARES CARRASCO
Médico adjunto. UGC de Hematología y Terapia Celular.
C. TIRADO VALENCIA
Médica adjunta del Servicio de Urgencias del Hospital San
Juan de Dios de Córdoba. Especialista en Medicina Fami-
liar y Comunitaria. Máster Universitario en Medicina de
Urgencias y Emergencias por la Universidad de Córdoba.
A. TOLEDANO DELGADO
Médico adjunto. UGC de Neurocirugía.
J. TORRE-CISNEROS
Director de la UGC de Enfermedades Infecciosas.Catedráti-
co del Departamento de Medicina.Universidad de Córdoba.
J. TORRES BORREGO
Médico adjunto de la Unidad de Neumología y Alergología
infantil. UGC de Pediatría.
E. TORRES DEGAYÓN
Farmacéutica.
V. TORRES DEGAYÓN
Farmacéutica adjunta del Servicio de Farmacia del Hospital
Universitario de Ceuta.
J. TORRES MURILLO
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Profesor asociado del
DepartamentodeMedicina(ÁreadeUrgencias).Universidad
de Córdoba.Máster Universitario en Medicina de Urgencias
y Emergencias por la Universidad de Córdoba. CME.
F. TRIVIÑO TARRADAS
Director de la UGC de Radiodiagnóstico.
J. VALERO ROSA
Médico adjunto. UGC de Urología.
J.A. VALLEJO CASAS
Director de la UGC de Medicina Nuclear.
J.M. VAQUERO BARRIOS
Jefe de Sección. UGC de Neumología.
F. VÁZQUEZ RUEDA
Médico adjunto. UGC de Cirugía Pediátrica.
J.A. VEGA REYES
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
F. VELASCO GIMENA
Médico adjunto. UGC de Hematología y Terapia Celular.
M.C. VELÁZQUEZ NAVARRETE
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
A.J. VÉLEZ GARCÍA-NIETO
Director de la UGC de Dermatología.
J. VICENTE RUEDA
Médica adjunta. UGC de Radiodiagnóstico.
I. VICO HERRERA
Médica residente. UGC de Hematología y Terapia Celular.
M. VIDA PÉREZ
Médico adjunto. UGC de Urgencias. Médico especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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15. ©
Elsevier.
Fotocopiar
sin
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es
un
delito.
XXVII
ÍNDICE DE AUTORES
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
E. VIDAL VERDÚ
Médica adjunta. UGC de Enfermedades Infecciosas. Profe-
sora asociada del Departamento de Medicina. Universidad
de Córdoba.
M.L. VIGNOTE ALGUACIL
Médica adjunta. UGC de Aparato Digestivo.
M. VILLALBA CALVENTE
Médica adjunta. UGC de Urgencias. Médica especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Universitario en
Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad
de Córdoba.
R. VILLALBA MONTORO
Médico adjunto. Centro Regional de Transfusión Sanguí-
nea. Córdoba.
M. YÉBENES RAMÍREZ
Médico adjunto. UGC de Hematología y Terapia Celular.
Todos los autores, excepto los especificados, pertenecen al
Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
UGC: Unidad de Gestión Clínica.
SEMES: Sociedad Española de Medicina de Urgencias
y Emergencias.
CME: Certificado en Medicina de Urgencias y Emergencias.
Acreditación otorgada por la SEMES.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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delito.
3
Capítulo 1 Soporte vital básico en adultos
pacientes seleccionados, se podría aplicar SV extracor-
póreo o intervención coronaria con RCP en curso.
• En caso de PCR extrahospitalaria es más difícil precisar
el tiempo de RCP, ya que en general se conocen menos
datos sobre los antecedentes de la víctima.Lo aconsejable
sería, igual que en la PCR intrahospitalaria, no continuar
la RCP más de 30 minutos en casos de asistolia y ausen-
cia de causa reversible. Sin embargo, se debe valorar el
traslado al hospital del paciente con RCP en curso con
PCR presenciada por el equipo de emergencias, retorno
de la circulación espontánea en algún momento, ritmo
desfibrilable inicial y posible causa reversible, en el que
pueda estar indicada la aplicación de SV extracorpóreo
o el intervencionismo coronario con RCP en curso.
Un factor a considerar en la decisión final de suspender
las maniobras de reanimación es la incapacidad de obtener
cifras de CO2 espirado superiores a 10 mmHg después de
al menos 20 minutos de RCP. Por ello, la monitorización
continua del CO2 al final de la espiración es una herramienta
que todo equipo de RCP debe utilizar.
La disponibilidad de equipos de ecografía para su aplicación durante
la RCP es recomendable, pues ayudará a la toma de decisiones
sobre su prolongación, a descartar causas reversibles de parada
y valorar situaciones con mayores posibilidades de recuperación.
VALORACIÓN DE LA EFECTIVIDAD
DEL SOPORTE VITAL
Existen cinco indicadores para evaluar la recuperación de la
actividad neurológica durante el SV:
• Disminución de la midriasis.
• Integridad del reflejo fotomotor.
• Presencia de reflejo corneal.
• Presencia de movimientos de defensa ante estímulos
dolorosos.
• Recuperación de la respiración espontánea.
En el SVA, la capnografía permite conocer la efectividad de la RCP,
ya que valores de CO2 superiores a 20 mmHg tras 20 minutos de
RCP se asocian a mayor probabilidad de supervivencia.
ALGORITMO DE SOPORTE VITAL BÁSICO
(FIG. 1.1)
SECUENCIA DE COMPROBACIÓN DE LA SITUACIÓN
DE PARADA CARDIORRESPIRATORIA
Y SOLICITUD DE AYUDA
Tras garantizar la seguridad del reanimador y de la víctima, se
coloca a esta en decúbito supino (posición de RCP) y, tras
observar si responde a estímulos, se comprueba simultá-
neamente si respira con normalidad, no respira o respira
anormalmente (respiración agónica), y si tiene pulso:
• Si la víctima no responde, respira normalmente y tie-
ne pulso, hay que colocarla en posición lateral estable
(posición de seguridad) y buscar ayuda, reevaluándola
periódicamente.
• Si no responde y no respira, o respira anormalmente
(jadeo/boqueo), y no tiene pulso, se debe considerar
que se trata de un paro cardíaco (no debe demorarse
la situación intentando palpar el pulso), activar el sis-
tema de emergencias, conseguir un desfibrilador externo
semiautomático o automático (DEA) lo antes posible,
iniciar de inmediato las maniobras de RCP consistentes
en compresiones torácicas manuales intercaladas con
ventilaciones de rescate, y utilizar el DEA en cuanto se
disponga de él. Solo cuando se sospeche una causa res-
piratoria como origen de la PCR (p. ej., ahogamiento),
la prioridad será aplicar compresiones torácicas o venti-
laciones en ciclos de 30 compresiones y 2 ventilaciones
durante aproximadamente 2 minutos (o cinco ciclos de
30:2) antes de activar el sistema de emergencias.
SECUENCIA DE LAS MANIOBRAS
DE REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR: C-A-B
C (circulación)
Ante un paciente que pierde el conocimiento de forma
súbita, no responde y no respira o respira anormalmente,
en la búsqueda y la valoración no deben emplearse más de
10 segundos. Si no se detecta pulso (es de elección el pulso
carotídeo) en este período de tiempo, debe iniciarse la RCP
hasta que se disponga de un DEA.
Una vez detectada la situación de PCR debe iniciarse
inmediatamente el primer ciclo de 30 compresiones torá-
cicas, con una frecuencia de 100-120 compresiones por
minuto, alternándolas con las ventilaciones a razón de 30:2,
independientemente de que haya uno o dos reanimadores,
y utilizar el DEA lo antes posible.
Las compresiones torácicas deben aplicarse sobre la
mitad inferior del esternón, con los brazos extendidos y apo-
yando en el pecho solo la base de la palma de la mano. Para
que sean eficaces, las compresiones deben hacer descender
el esternón de un adulto al menos 5 cm (sin sobrepasar los
6 cm), permitiendo la posterior expansión torácica completa
después de cada compresión. Para conseguir esto, las manos
del reanimador no deben apoyarse sobre el tórax entre las
compresiones. Además, es esencial evitar su interrupción (y
si se interrumpe, que no sea durante más de 10 s) y realizar el
relevo de reanimador cada 2 minutos (o cinco ciclos de 30:2).
La fracción de compresión torácica (porcentaje del tiempo
total de RCP en el que se realizan compresiones) óptima es
superior al 80% (nunca inferior al 60%). Puede ser razona-
ble utilizar dispositivos de retroalimentación audiovisuales
durante la RCP para la optimización de su rendimiento.
No debe utilizarse el golpe precordial en el paro cardíaco
extrahospitalario no presenciado. Puede contemplarse en
pacientes con taquicardia ventricular (TV) presenciada,
monitorizada e inestable (incluida la TV sin pulso) si no se
dispone de forma inmediata de un desfibrilador listo para
ser utilizado, pero no debería retrasar el inicio de la RCP ni
la aplicación de la primera descarga.
A (vía aérea)
A continuación se procede a la apertura de la vía aérea
mediante la maniobra frente-mentón, o la de tracción man-
Soporte
vital
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18. 4 Sección I Soporte vital
dibular si se sospecha la existencia de una lesión cervical,
y se comprueba la presencia de cualquier objeto visible en la
boca del paciente que impida la ventilación, caso en el que
se procede a su retirada bajo visión directa. No se permite
realizar barridos «a ciegas» para retirar cuerpos extraños. En
caso de obstrucción de la vía aérea se procede como se des-
cribe más adelante para el paciente inconsciente.
B (ventilación)
Después de la apertura de la vía aérea se procede a realizar
dos insuflaciones boca-boca, con oclusión de los orificios
nasales,empleando en cada una de ellas no más de 1 segundo.
El profesional de la salud debería utilizar siempre un dis-
positivo de barrera (idealmente una mascarilla de ventilación
con válvula unidireccional), o bien una bolsa-mascarilla
Figura 1.1 Algoritmo para soporte vital básico en adultos para profesionales de la salud que proporcionan SVB/BLS: actualización de 2015. DEA:
desfibrilador externo automático o semiautomático; RCP: reanimación cardiopulmonar; SVA: soporte vital avanzado. (Reimpresa con autorización
de Highlights of the 2015 American Heart Association, Guidelines Update for CPR & ECC, ©2015 American Heart Association, Inc.)
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5
Capítulo 1 Soporte vital básico en adultos
de ventilación para realizar las ventilaciones. En caso de
utilizar esta última, la ventilación es más efectiva cuando la
realizan dos reanimadores (no se recomienda su utilización
por un solo reanimador).Siempre que se utilice mascarilla de
ventilación o bolsa-mascarilla debería colocarse una cánula
orofaríngea (cánula de Guedel) para mantener la permea-
bilidad de la vía aérea y facilitar la ventilación. En general,
no se recomienda utilizar presión cricoidea (maniobra de
Sellick) durante la ventilación.
Esta secuencia descrita puede llevarse a cabo de manera
simultánea si hay varios reanimadores desde el inicio. Así,
un reanimador activa el sistema de emergencias mientras un
segundo inicia las compresiones torácicas, un tercero abre la
vía aérea y administra la ventilación, y un cuarto consigue
y prepara un DEA.
DESFIBRILACIÓN EXTERNA
AUTOMÁTICA O SEMIAUTOMÁTICA
El empleo del DEA está indicado siempre que se detecte
una PCR (paciente inconsciente, que no respira o respira
anormalmente y no tiene pulso), tanto en adultos como
en niños con más de 1 mes de vida (en lactantes si no hay
un desfibrilador convencional). Por tanto, en general,
ante una situación de PCR presenciada, el DEA debe ser
utilizado en cuanto esté disponible. Por cada minuto que
se demora la desfibrilación, la supervivencia disminuye
hasta un 10%.
RECOMENDACIONES EN EL USO
DEL DESFIBRILADOR EXTERNO AUTOMÁTICO
O SEMIAUTOMÁTICO
Una vez colocados los electrodos sobre el tórax desnudo del
paciente (habitualmente un electrodo por debajo de la claví-
cula derecha, paraesternal, y el otro por debajo y por fuera de
la mamila izquierda, bajo la axila) y conectado el dispositivo,
este comienza el análisis automático del ritmo durante 10 se
gundos(enalgunosmodeloshayqueoprimirelbotón«análisis»
cuando el DEA lo indique). Durante el tiempo que dure el
análisis debe evitarse el contacto con el paciente para no
artefactar los resultados o inactivar el análisis, ya que estos
dispositivos cuentan con sensores de movimiento. Una vez
hecho esto, pueden darse dos situaciones:
1. Ritmo desfibrilable (FV o TVSP). El aparato sugiere
la descarga eléctrica, aunque esta no se produzca hasta
que se oprima el botón correspondiente (salvo en los
dispositivos totalmente automáticos, en los que no se
requiere esta acción).Antes se comprueba que nadie toca
al paciente,y se avisa en voz alta que se va a efectuar.Des-
pués de cada una de las descargas, independientemente
del resultado y de forma inmediata, se inician 2 minutos
de RCP (cinco ciclos de 30:2) en un intento de potenciar
la función cardíaca del miocardio aturdido. Transcurri-
dos esos 2 minutos, el DEA recomienda que no se toque
al paciente, ya que va a realizar un nuevo análisis del
ritmo, tras el cual puede sugerir una nueva descarga, si
persistiera el ritmo inicial. Si después de analizar de nue-
vo el ritmo no la volviera a recomendar, se comprueba
la existencia de pulso o de signos de circulación y, de
estar presentes, la respiración y el estado de conciencia,
actuando en consecuencia. Si el DEA no recomienda
desfibrilar y no se detecta pulso, se realiza RCP durante
2 minutos comenzando por las compresiones torácicas
(la FV o la TVSP ha degenerado en una asistolia o acti-
vidad eléctrica sin pulso). Se ha comprobado que cuanto
menor sea el tiempo entre la última compresión torácica
y la descarga eléctrica, mayor es la tasa de éxito de la
desfibrilación. Por ello, en el último ciclo de RCP previo
a aplicar cada descarga eléctrica (tras el análisis corres-
pondiente del DEA) no se realizarán las dos ventilaciones
de rescate para no alargar el período de tiempo hasta la
descarga del DEA.
2. Ritmo no desfibrilable (asistolia o actividad eléctrica
sin pulso). Si al conectar el DEA inicialmente su análisis
confirma la existencia de un ritmo no desfibrilable, se
realiza RCP durante 2 minutos (o cinco ciclos de 30:2),
transcurridos los cuales el DEA solicita que nos retiremos
para comenzar un nuevo análisis.
En lactantes y niños menores de 8 años debe emplearse el DEA con
unos electrodos adecuados para la edad pediátrica (con atenuador
de dosis), si bien pueden utilizarse los del adulto si no se dispo
ne de aquellos.
Antes de colocar los electrodos del DEA se retiran cadenas, collares
y parches transdérmicos. Debe tenerse la precaución de que el
tórax del paciente no esté mojado y procurar que no haya una fuente
de oxígeno abierta a alto flujo cercana a la superficie donde se va
a aplicar la descarga eléctrica.
Si el paciente es portador de un desfibrilador automático implan-
table (DAI) o un marcapasos, o tiene colocados los electrodos
del electrocardiograma, se sitúa a una distancia mínima de 8 cm,
comprobando el generador del marcapasos una vez reanimado el
paciente.
Si un paciente con un DAI sufre un episodio de MSC, en la que
persiste la FV o la TVSP, aunque el DAI produzca descargas, está
indicado un contrachoque externo con el DEA. Si no es posible
administrar compresiones torácicas por las descargas inesperadas
del DAI, pueden utilizarse guantes de caucho o desactivarlo con un
imán que se sitúa sobre el generador del DAI.
OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR
CUERPO EXTRAÑO Y SU TRATAMIENTO
La tos es el mecanismo más eficaz ante una obstrucción
incompleta de la vía aérea (el paciente habla, respira y se
mantiene consciente). El reanimador debería intervenir úni-
camente si la víctima tiene signos de obstrucción importante
o completa de la vía aérea (tos silenciosa, estridor, cianosis o
incapacidad para hablar o respirar). Característicamente,
la víctima de atragantamiento lleva sus dos manos al cue-
llo, realizando el signo universal de asfixia. La secuencia de
actuación será la que se explica a continuación.
De una forma rápida, el reanimador debe preguntarle
«¿se está asfixiando?». Si la víctima indica «sí» moviendo la
cabeza sin hablar, se confirma que existe una obstrucción
completa de la vía aérea.Entonces debe activarse rápidamente
Soporte
vital
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20. 6 Sección I Soporte vital
el sistema de emergencias, colocarse detrás del paciente
y aplicar compresiones abdominales (maniobra de Heimlich)
hacia dentro y arriba en la zona media entre el ombligo y el
apéndice xifoides. Para ello se abarca al paciente con ambos
brazos, colocando el puño cerrado con el pulgar sobre la
zona mencionada y se presiona con la otra mano abierta
sobre este último,con intentos aislados de desalojar el cuerpo
extraño. Si las compresiones abdominales no son efectivas,
en mujeres con embarazo avanzado y en pacientes obesos
conscientes con sospecha de atragantamiento, se realizan
compresiones torácicas con ambas manos sobre el centro
del esternón, y con el reanimador situado a la espalda del
paciente, con este en pie.
Si el paciente está inconsciente, por obstrucción com-
pleta o por ineficacia de las medidas anteriores, se procede
a colocarlo en el suelo en posición de RCP, enviar a alguien
a activar el sistema de emergencias médicas e iniciar la RCP.
Cada vez que se abra la vía aérea para administrar respira-
ciones, hay que abrir la boca de la víctima y buscar el cuerpo
extraño. En caso de verlo, se retira con los dedos. Si no se
observa cuerpo extraño, se continúa con la RCP (30:2).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
American Heart Association.Aspectos destacados de la actualización de las
Guías de la AHA para RCP y ACE de 2015 (ed. , esp., ). 2015. Disponible
en: http://www.cercp.org/guias-y-documentos/guias/guias-2015.
American Heart Association. 2015 AHA Guidelines update for CPR and
ECC. Disponible en: http://www.cercp.org/guias-y-documentos/guias/
guias-2015.
Faddy SC, Jennings PA. Biphasic versus monophasic wave forms for trans-
thoracic defibrillation in out-of-hospital cardiac arrest. Cochrane Data-
base Syst Rev 2016;(2). CD006762.
López-Messa JB. ¿Cuál debe ser la duración apropiada de los intentos de
resucitación cardiopulmonar? Med Intensiva 2017;41:188-90.
Zhan L, Yang LJ, Huang Y, He Q, Liu GJ. Continuous chest compression
versus interrupted chest compression for cardiopulmonary resuscitation
of non-asphyxial out-of-hospital cardiac arrest. Cochrane Database Syst
Rev 2017;(3). CD010134.
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Capítulo 2
Soporte vital avanzado en adultos
F.J. Montero Pérez, L. Jiménez Murillo y J.M. Calderón de la Barca Gázquez
INTRODUCCIÓN
El objetivo del soporte vital avanzado (SVA) es restaurar las
funciones cardíaca y respiratoria abolidas, para conseguir
la reanimación de pacientes con sus funciones cerebrales
indemnes. Para cumplir este objetivo, las medidas de SVA
deben realizarse antes de transcurridos 8 minutos desde
el inicio de la parada cardiorrespiratoria (PCR), siempre y
cuando las medidas de soporte vital básico (SVB) se hayan
iniciado dentro de los primeros 4 minutos.
El SVA no consiste solo en realizar una RCP de calidad,
sino que es imprescindible investigar si está presente alguna
de las causas reversibles que conducen a la PCR (tabla 2.1),
resumidas en la regla mnemotécnica de las 5 H y las 5 T,
y administrar su tratamiento específico. Para ello, es muy
importante la incorporación al SVA de la ecografía, que
permite identificar algunas de estas causas.
CRITERIOS DE INGRESO
Es una emergencia médica y, como tal, si las medidas de
reanimación tienen éxito, siempre requiere ingreso en una
unidad de cuidados intensivos para administrar los cuidados
posreanimación.
TRATAMIENTO
MEDIDAS GENERALES
Las siguientes actuaciones se realizan de forma simultánea
por los distintos miembros del equipo de SVA (fig. 2.1):
• Iniciar o continuar la RCP con compresiones torácicas
y ventilaciones a razón de 30:2 mientras se prepara el
monitor-desfibrilador. Cuando esté aislada la vía aérea
del paciente se continúa con 100-120 compresiones
torácicas/min y 8-10 ventilaciones/min a través del tubo
endotraqueal, sin detener las compresiones torácicas
cada vez que se inicie una fase inspiratoria. Cada 2 mi
nutos (cinco ciclos de 30:2) debe relevarse al reani-
mador que realiza las compresiones para que estas no
pierdan efectividad. Cada compresión torácica debe
hundir el tórax del paciente al menos 5 cm, y tras cada
una de ellas debe permitirse que el tórax de la víctima
se expanda y vuelva a su posición original, para lo cual
se debe dejar de apoyar las manos sobre el tórax del
paciente. No se recomienda el uso sistemático de com-
presores mecánicos frente a las compresiones torácicas
manuales, si bien pueden ser un complemento en RCP
prolongadas o en situaciones de difícil manejo para los
reanimadores.
• Anotar la hora de inicio del soporte vital (SV).
• Administrar oxígeno. Se ha demostrado que la adminis-
tración pasiva de oxígeno a alto flujo mediante mascarilla
es útil durante los primeros momentos de la PCR, hasta
que posteriormente se inicien las ventilaciones de rescate
mediante un dispositivo bolsa-mascarilla, que siempre
debe utilizarse con reservorio conectado a una fuente de
oxígeno. Debe administrarse la máxima concentración
inspiratoria de oxígeno disponible.
• Monitorización electrocardiográfica mediante las palas
del monitor-desfibrilador, o parches de electrodos de
forma inmediata. Pueden existir dos situaciones de pa
rada:
• Ritmos desfibrilables: fibrilación ventricular (FV) o
taquicardia ventricular sin pulso (TVSP).
• Ritmos no desfibrilables: asistolia y actividad eléctrica
sin pulso (AESP).
Posteriormente, si no se han utilizado de inicio parches
de electrodos autoadhesivos, se procede a la monitoriza-
ción estable con los electrodos del monitor, sin interferir las
maniobras de reanimación.
• Administrar el tratamiento específico del ritmo encon-
trado: desfibrilable o no desfibrilable, según se describe
más adelante.
TABLA 2.1 Causas reversibles de parada
cardiorrespiratoria
5 H 5 T
Hipovolemia Neumotórax a Tensión
Hipoxia Taponamiento cardíaco
Ion Hidrógeno (acidosis) Tóxicos
Hipopotasemia/hiperpotasemia Trombosis pulmonar
Hipotermia Trombosis coronaria
Soporte
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22. 8 Sección 1 Soporte vital
• Optimizar la permeabilidad de la vía aérea:
• Retirar los cuerpos extraños y las secreciones de la
orofaringe, manualmente o mediante un sistema de
aspiración, si no se ha hecho durante el SVB.
• Mantener la permeabilidad de la vía aérea mediante la
maniobra frente-mentón o la de tracción mandibular
si hay traumatismo cervical, hasta que se coloque un
dispositivo avanzado de vía aérea.
• Colocar una cánula orofaríngea si no se ha hecho
durante el SVB. Se introduce en la boca con la parte
cóncava hacia la nariz del paciente y se gira conforme
se avanza hacia la orofaringe hasta completar 180°.
Figura 2.1 Algoritmo de paro cardíaco en adultos: Actualización de 2015. AESP, actividad eléctrica sin pulso; FV, fibrilación ventricular;
IO, intraósea; IV, intravenosa; RCE, reanudación de circulación espontánea. RCP, reanimación cardiopulmonar; TV, taquicardia ventricular. (Reimpresa
con autorización Circulation.2015;132:S444-S464, 2015 American Heart Association Guidelines Update for CPR & ECC-Part 7: Adult Advanced
Cardiovascular Life Support, ©2015 American Heart Association, Inc.)
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9
Capítulo 2 Soporte vital avanzado en adultos
Alternativamente, de no haber contraindicación (sos-
pecha de fractura de la base del cráneo o coagulopatía
grave), puede colocarse una cánula nasofaríngea.
• Optimizar la ventilación:
• Inicialmente se utiliza un dispositivo bolsa-mascarilla
y reservorio conectado a una fuente de oxígeno a 15 l/
min, sincronizando con las compresiones torácicas
en ciclos de 30:2. No se recomienda la realización de
la presión cricoidea (maniobra de Sellick) durante la
ventilación con bolsa-mascarilla de forma sistemática.
Si se tiene suficiente experiencia, debe intentarse, en
menos de 30 segundos, la intubación del paciente
conectando el tubo endotraqueal a la bolsa-mascari-
lla o a un respirador de transporte, aportando en este
último caso oxígeno al 100%.
• La intubación endotraqueal solo debe intentarse si se
tiene experiencia. El diámetro estándar del tubo endo-
traqueal es de 8-8,5 mm, según el sexo. Debe realizarse
en el momento en que se indica en el algoritmo corres-
pondiente (v. fig. 2.1). En los ritmos desfibrilables
no debe realizarse sin haber completado la segunda
descarga eléctrica y haber administrado la primera
dosis de adrenalina.
• Si no se tiene experiencia en la intubación endotra-
queal, no se posee equipamiento o es imposible, pue-
den utilizarse la mascarilla laríngea, el tubo laríngeo
o el tubo esfagotraqueal. Estos dispositivos avanzados
de la vía aérea son más fáciles y rápidos de colocar si se
está entrenado, por lo que son de uso muy frecuente
en la RCP en el medio extrahospitalario.
• Si tampoco se dispone de estos dispositivos, se debe
continuar practicando ventilación con dispositivo
bolsa-mascarilla hasta que una persona experta pueda
colocar una vía aérea definitiva.
• Capnografía de onda para la medición del CO2
espirado. Es el método recomendado para verificar
la colocación del tubo endotraqueal en la vía aérea,
siendo más fiable que la exploración física destinada
a comprobar la ventilación del tórax o el gorgoteo
epigástrico. No obstante, no indica que el tubo endo-
traqueal esté correctamente colocado en la tráquea,
ya que podría estar alojado en un bronquio, sino en la
vía aérea. Además, las cifras de CO2 espirado pueden
guiar acerca de la efectividad de la RCP, pues si no se
alcanzan cifras superiores a 10 mmHg es improbable
que la RCP tenga éxito.
• Una vez intubado el paciente o colocado cualquiera
de estos otros dispositivos avanzados de vía aérea,
cesan los ciclos de 30:2 y se ventila al paciente a razón
de 8-10 ventilaciones/min, manteniendo de forma
continua e ininterrumpida las compresiones torácicas
a una frecuencia de 100-200/min.
• Optimizar la circulación, para lo que es imprescindible
conseguir un acceso vascular para la administración de
fármacos y soluciones. Durante la PCR, la realización
de RCP de alta calidad y la desfibrilación precoz son de
esencial importancia,mientras que la administración de fár
macos tiene una importancia secundaria respecto a
dichas maniobras.Por tanto,la canalización de un acceso
vascular debería realizarse una vez iniciadas las manio-
bras de RCP y aplicada la desfibrilación en caso de estar
indicada (ritmo desfibrilable). Además, debe realizarse
sin interrumpir en ningún momento las compresiones
torácicas. Las posibles vías de acceso vascular son:
• Vía venosa periférica. Es el acceso vascular a menudo
más disponible y más utilizado. Tras la administración
de un fármaco en bolo intravenoso,debe inyectarse un
bolo de 20 ml de solución salina fisiológica para facili-
tar la distribución rápida del fármaco en la circulación
central. A ello también puede contribuir la elevación
de la extremidad durante aproximadamente 10-20 se
gundos después de la administración del fármaco
en bolo intravenoso.
• Vía intraósea (maléolo tibial, teniendo cuidado con
la vena safena). Solo se utiliza si no puede canalizarse
una vía venosa.
• Vía venosa central. Es una técnica que requiere expe-
riencia, consume tiempo y obliga a interrumpir las
compresiones torácicas. Por otro lado, por esta vía se
consiguen concentraciones de fármacos más altas y
más rápido que por la vía venosa periférica. Además,
permite monitorizar la presión de perfusión coronaria
y la saturación venosa central de oxígeno, parámetros
que son predictivos de la recuperación de la circulación
espontánea. El juicio clínico del reanimador es el que
debe decidir durante el SV la realización de esta técnica.
• Vía endotraqueal. La imposibilidad de predecir la dis-
tribución y los efectos farmacológicos de los fármacos
administrados por esta vía hace que esté indicada
solo si no es posible canalizar una vía intravenosa o
intraósea. Por ella se puede administrar adrenalina,
lidocaína, atropina o naloxona en una dosis doble
o triple de la habitual y diluida en 5-10 ml de agua
esterilizada o solución salina fisiológica.
• Posteriormente se administran cargas de 300 ml de
solución salina fisiológica y se continúa en función
de la causa reversible de la PCR. No está indicado
el uso sistemático de bicarbonato sódico en la PCR,
porque puede contribuir a una acidosis respiratoria
grave que empeoraría aún más la acidosis intracelular.
Se utiliza bicarbonato sódico 1 M (1 mEq = 1 ml),
siempre bajo control gasométrico, en una dosis inicial
de 1 mEq/kg por vía intravenosa una vez que hayan
transcurrido por lo menos 10-15 minutos de reanima-
ción. Las únicas situaciones en que su administración
debe realizarse sin demora son la PCR secundaria a
una acidosis metabólica previa, hiperpotasemia y la
intoxicación por antidepresivos tricíclicos.
TRATAMIENTO ESPECÍFICO (V. FIG. 2.1)
En la PCR del adulto es sumamente importante para la
supervivencia del paciente la disponibilidad de un trata-
miento eléctrico precoz.
Si la PCR es presenciada, se monitoriza al paciente con
las palas o electrodos del desfibrilador, si aún no se ha hecho,
y se aplica una descarga inmediata si está indicado. Mientras
se prepara el desfibrilador debe administrarse RCP comen-
zando siempre por las compresiones torácicas. En caso de
desfibrilador automático o semiautomático no se debe tocar
al paciente mientras el dispositivo analiza el ritmo.
Soporte
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24. 10 Sección 1 Soporte vital
Hay que estar preparado para tratar las siguientes situa-
ciones:
Ritmo desfibrilable (FV/TVSP)
• En caso de utilizar un desfibrilador bifásico (actualmente
recomendado frente al monofásico), la descarga debe
efectuarse con la energía que recomiende el fabricante del
aparato (120 J para ondas bifásicas rectilíneas o 150-200 J
para ondas bifásicas exponenciales truncadas), aunque
se acepta administrar la máxima dosis disponible (200 J)
si se desconoce qué tipo de desfibrilador bifásico se está
utilizando (el fabricante siempre señala cuál es la energía
óptima de descarga del dispositivo).
• Si se utiliza un desfibrilador monofásico,la desfibrilación
se realiza inicialmente con una descarga de 360 J, asegu-
rándose previamente de que nadie esté en contacto con
la camilla del paciente y de que las palas estén suficien-
temente lubrificadas con pasta conductora. No deben
utilizarse las palas manuales sin aplicar gel de electrodos,
tampoco con compresas empapadas en solución salina
o alcohol, ni con gel de ultrasonidos. En la actualidad se
recomienda utilizar parches de electrodos autoadhesivos
frente a las clásicas palas manuales.
• Después de la descarga se inician siempre de forma
inmediata 2 minutos de RCP (cinco ciclos de 30:2),
comenzando por las compresiones torácicas. Es muy
importante minimizar tanto el tiempo entre la última
compresión torácica del ciclo previo a la descarga y
esta, como el intervalo entre cada descarga eléctrica
y la primera compresión torácica del siguiente ciclo, ya
que están relacionados con el éxito de la RCP. Hecho
esto, las posibilidades son las que se detallan a conti-
nuación.
Cese de la FV/TVSP con signos de circulación
espontánea
• En este caso, se administra amiodarona (clase IIb)
(ampollas de 150 mg) en una dosis inicial de 300 mg
(5 mg/kg) por vía intravenosa. Para ello se diluyen 2 am
pollas (300 mg) en 10 ml de solución salina fisiológica
y se infunden en 15 minutos.
• Posteriormente se continúa con una infusión intravenosa
en dosis de 1,2-1,8 g en 24 horas, para lo que se diluyen
1,5 g (10 ampollas) en 1000 ml de solución glucosada
al 5% y se infunde a un ritmo inicial de 12 gotas/min
(36 ml/h), suspendiendo la infusión si aparecen hipo-
tensión o bradicardia.
• Según la evidencia científica, la lidocaína, el bretilio y la
procainamida no han demostrado mayor eficacia.
Aparición de ritmo de parada no desfibrilable
Si después del tratamiento eléctrico se produce una asistolia
o una AESP, se realiza tratamiento específico, como se des-
cribe más adelante.
Persistencia de la FV/TVSP
Cuando la segunda descarga ha fallado, debe administrarse
cuanto antes una primera dosis de 1 mg de adrenalina (ampo-
llas y jeringas precargadas con 1 mg), por vía intravenosa o
intraósea, que se repite cada 3-5 min. Si no puede canalizarse
una vía intravenosa o intraósea,la adrenalina puede adminis-
trarse por vía endotraqueal, en dosis de 2-2,5 mg. La admi
nistración excesivamente precoz de adrenalina (en los prime-
ros 2 min de la RCP) en pacientes con ritmos desfibrilables
ha mostrado una peor supervivencia que la administración
aconsejada en el algoritmo de la figura 2.1.
• Los ciclos de 2 minutos de RCP-desfibrilación-adrenalina
se repiten sucesivamente hasta conseguir un ritmo eficaz,
mientras persista la FV/TVSP.Las sucesivas descargas,tras
fracasar la primera,se realizan con una energía de 360 J en
caso de desfibriladores monofásicos. Si se utiliza un des-
fibrilador bifásico pueden utilizarse energías superiores a
la empleada en la primera descarga si esta no se realizó a
la máxima energía disponible.La administración de vaso-
presina ya no forma parte del tratamiento farmacológico
del SVA por no haber demostrado ninguna ventaja con
respecto al uso de adrenalina sola o en combinación.
• En la actualidad, la amiodarona es el antiarrítmico reco-
mendado como primera opción, y su administración
debe iniciarse en cuanto ha fracasado el primer ciclo
de RCP-desfibrilación-adrenalina. En este caso, la dosis
inicial de amiodarona es la ya comentada (300 mg), por
vía intravenosa o intraósea, y si persiste la situación se
repite a la mitad de la dosis (150 mg).
• Solo en caso de no disponer de amiodarona estaría
indicada la administración de lidocaína (miniplascos
de 10 ml al 5%) en dosis inicial de 1-1,5 mg/kg por vía
intravenosa. Si persiste la FV o la TVSP, se administran
dosis de 0,5-0,75 mg/kg por vía intravenosa,cada 5-10 mi
nutos, hasta una dosis máxima total de 3 mg/kg.
• En caso de torsades de pointes asociadas a QT prolongado
está indicada la administración de sulfato de magnesio
(ampollas con 1500 mg) por vía intravenosa, en dosis de
1-2 g, diluidos en 100 ml de solución salina fisiológica,
a infundir en 15 minutos.
• Si persiste la FV/TVSP después de 10-15 minutos de
iniciada la RCP, debe plantearse la administración
de agentes alcalinizantes, como bicarbonato sódico 1 M
(1 mEq = 1 ml), bajo control gasométrico o en dosis
inicial de 1 mEq/kg.
• Siempre hay que tener presente que es obligado investigar
y tratar las causas reversibles de la PCR. En caso de FV/
TVSP resistente, la isquemia coronaria aguda, incluido el
infarto agudo de miocardio, es la primera etiología que
debe considerarse. En esta causa, tanto la angioplastia
percutánea como la revascularización quirúrgica durante
la PCR han demostrado sus beneficios, pero no así la
fibrinólisis.
Ritmo no desfibrilable (asistolia o AESP)
En estos casos no está indicado el tratamiento eléctrico y
hay que realizar:
• Maniobras de RCP (30 compresiones:2 ventilaciones)
durante 2 minutos.
• Administración de adrenalina (ampollas y jeringas pre-
cargadas con 1 mg) en dosis de 1 mg por vía intravenosa
o intraósea cada 3-5 minutos. La adrenalina debe admi-
nistrarse lo más precozmente posible, en cuanto esté
disponible.
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 30, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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25. ©
Elsevier.
Fotocopiar
sin
autorización
es
un
delito.
11
Capítulo 2 Soporte vital avanzado en adultos
• Considerar la colocación de un dispositivo de vía aérea
avanzada (intubación endotraqueal u otro dispositivo,
como mascarilla laríngea, tubo laríngeo) e iniciar la
capnografía. La monitorización del CO2 espirado es de
especial interés para el manejo de la PCR con AESP, ya
que en los pacientes que presentan actividad mecánica
cardíaca sin pulso perceptible con valores de CO2 espi-
rado elevados, incluso sin necesidad de compresiones,
está indicada la expansión de volumen y el uso de fár-
macos vasopresores e inotropos. Esta actividad cardíaca
clínicamente subliminal se puede identificar o confirmar
mediante ecocardiografía.
• Una vez intubado el paciente o colocado cualquiera de
estos otros dispositivos avanzados de vía aérea, cesan los
ciclos 30:2 y se ventila al paciente a razón de 8-10 venti-
laciones/min, manteniendo de forma continua e ininte-
rrumpida las compresiones torácicas a una frecuencia
de 100-200/min. En caso de no haber colocado ningún
dispositivo de vía aérea avanzada, se debe continuar con
ciclos de RCP (30:2) durante 2 minutos, comprobando
siempre posteriormente si hay algún cambio del ritmo
cardíaco. Cuando en el monitor/desfibrilador se observe
la existencia de ritmo organizado, debe valorarse la pre-
sencia de pulso.
• Investigar y tratar las causas reversibles de PCR (5 H y
5 T): colocación de un dispositivo de vía aérea avanzada
de manera prioritaria en caso de hipoxemia; reposición
de fluidos en caso de hipovolemia o sepsis; transfusión
sanguínea en caso de hemorragia intensa; fibrinólisis
empírica en caso de tromboembolia pulmonar; descom-
presión torácica si hay neumotórax a tensión; adminis-
tración de bicarbonato sódico 1 M en caso de arritmia
ventricular grave por cocaína o por antidepresivos tricí-
clicos; administración de altas dosis de adrenalina en la
intoxicación por bloqueadores beta o antagonistas del
calcio, etc.
• La utilización de la ecografía, cardíaca y extracardíaca,
es útil en el manejo de la asistolia/AESP, ya que permite
valorar el estado de la contractilidad cardíaca del ven-
trículo izquierdo, defectos de movilidad locales de la
pared miocárdica y causas potencialmente tratables
de PCR, como taponamiento cardíaco, hipovolemia,
neumotórax o tromboembolia pulmonar, por lo que
debe considerarse, siempre que esté disponible, como un
extraordinario instrumento en la evaluación del paciente
con PCR.
• En la actualidad, la administración sistemática de atro-
pina no está indicada en la asistolia ni en la AESP.
Después de esta secuencia pueden presentarse tres situa-
ciones:
1. Continuar en ritmo no desfibrilable. Se repiten estos
ciclos, administrando igualmente bicarbonato sódico
1 M, a partir de los 10-15 minutos de parada y en la
dosis ya mencionada, siempre bajo control gasomé-
trico.
2. Paso a FV/TVSP. Se aplica el tratamiento específico de
esta situación, como ya se ha comentado.
3. Recuperacióndelritmocardíaco. Se inician los cuidados
posreanimación.
La existencia de AESP obliga igualmente a descartar y
tratar sus causas más frecuentes (5 H y 5 T). Su secuencia
terapéutica es la misma que para la asistolia. Al igual que en
la FV/TVSP, no deben suspenderse las maniobras de reani-
mación mientras haya actividad eléctrica.
• La RCP no debe interrumpirse más de 10 segundos excepto
para intubar, colocar algún otro dispositivo avanzado de vía
aérea o desfibrilar.
• Revaluar el ritmo cardíaco y la respiración cada 2 minutos.
• La adrenalina no debe mezclarse con bicarbonato sódico,
porque se inactiva.
• No hay que mezclar cloruro cálcico con bicarbonato sódico,
porque precipita.
En la actualidad, el cloruro cálcico no está indicado en el
tratamiento sistemático de la PCR, salvo que esta sea secunda-
ria a intoxicación por antagonistas del calcio, hiperpotasemia o
hipocalcemia. En estos casos se administra cloruro cálcico (ampo-
llas de 10 ml al 10%) en dosis de 2-4 mg/kg cada 10 minutos, es
decir, 1,5-3 ml/10 min por vía intravenosa.
OTRAS UTILIDADES DE LA CAPNOGRAFÍA
DE ONDA EN LA RCP
Además de las utilidades de la capnografía señaladas previa-
mente,como verificar la colocación del tubo endotraqueal en
la vía aérea y sospechar la existencia de actividad mecánica
cardíaca subclínica en la situación de AESP, la monitoriza-
ción del CO2 espirado es útil para:
• Detectar rápidamente el éxito de la descompresión de un
neumotórax a tensión, de la pericardiocentesis en caso
de taponamiento cardíaco y de la reposición de volumen
en la hipovolemia, todas ellas causas reversibles de PCR.
• Detectar la recuperación de la circulación espontánea
del paciente, ya que esta causa un aumento inmediato y
significativo del CO2 espirado, lo que hace posible iden-
tificar la recuperación del latido cardíaco durante la RCP
antes de que se haga clínicamente evidente,minimizando
la necesidad de comprobar el pulso cuando se detecten
ritmos organizados o haya cambio de ritmos.
• Detectar la salida del tubo endotraqueal de la vía aérea
tras la recuperación del ritmo cardíaco del paciente,
controlar la eficacia y la idoneidad de la ventilación,
e identificar un nuevo episodio de PCR.
RCP EXTRACORPÓREA
Se podría considerar en determinados pacientes con paro
cardíaco que no hayan respondido a la RCP convencional
practicada en un primer momento, y en entornos donde
se pueda implantar con rapidez. Solo debería considerarse
cuando exista una probabilidad razonablemente alta de
que esta medida beneficie al paciente (enfermedad poten-
cialmente reversible o paciente en espera de trasplante
cardíaco).
CUIDADOS POSREANIMACIÓN
Una vez que el paciente recupera la circulación espontánea
se debe:
Soporte
vital
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