Roma empezó como un poblado alrededor del año 1000 a.C. y eventualmente se convirtió en una gran ciudad y el centro de un poderoso imperio que gobernaba gran parte de Europa y el Mediterráneo. Los romanos construyeron impresionantes edificios y estructuras como acueductos para abastecer a la creciente ciudad, la cual llegó a tener más de un millón de habitantes y era la más grande del mundo alrededor del 300 a.C.