La Revolución Industrial supuso una transformación profunda de la sociedad desde una economía agrícola tradicional hacia una nueva clase de profesionales. La aplicación de la energía del vapor para mover máquinas tejedoras y de hilar marcó el comienzo de un aumento extraordinario de la producción. El desarrollo de la industria atrajo a miles de campesinos a las ciudades en busca de trabajo, haciendo crecer los centros urbanos de manera rápida y desordenada.