Leer y conversar con los hijos pequeños fomenta su desarrollo lingüístico. Estudios muestran que esto mejora el rendimiento escolar, especialmente en niños con pocos recursos. Factores como la capacidad cognitiva, raza, educación de los padres y recursos económicos del hogar influyen en el aprendizaje temprano. Dialogar en familia y ofrecer materiales educativos apoya el desarrollo del niño.