Marina, una diosa del mar, vivía en el lago de Sarriguren. Un día, consoló a un niño que estaba solo y triste, y prometió visitarlo siempre en el lago. Troncalión, un hombre nacido de un árbol, llegó a Sarriguren y convenció a los niños de cuidar el medio ambiente. Marina y Troncalión continúan visitando Sarriguren anualmente para celebrar con los niños.