Las primeras civilizaciones surgieron en Mesopotamia debido a que las llanuras aluviales de los ríos Tigris y Éufrates permitían una agricultura rica que producía excedentes y atraía población. Esto condujo al desarrollo de las primeras ciudades, escritura, leyes y gobiernos, dando origen a las civilizaciones sumeria y acadia en la región del Creciente Fértil.