La persona descubrió el colegio Loyola para la ciencia y la innovación a través de una amiga de su madre a finales de 2014. Aunque no pudo ingresar ese año debido a que ya había comenzado el año escolar, presentó una prueba de admisión a finales de 2014 para poder asistir en 2015. Al aprobar la prueba, notó que este colegio es diferente a otros en Medellín por sus clases, tareas, profesores, estudiantes y metodología de trabajo.