Los movimientos sociales tienden a ser anti-institucionales y no interactúan directamente con las instituciones, sino que se adaptan, enfrentan o negocian con ellas. El documento analiza los movimientos ecologista y antimilitarista en el País Vasco, discutiendo cómo han contribuido a aumentar la democracia a través de un mayor pluralismo, participación ciudadana y flujo de información.