El método TEACCH se centra en prevenir la institucionalización de personas con trastorno del espectro autista (TEA) mediante el desarrollo de habilidades para la vida cotidiana, cooperación entre padres y profesionales, y el uso de un enfoque educativo estructurado. Implementa siete principios educativos que incluyen adaptación del entorno, apoyo visual y adaptación a las capacidades individuales del alumno, buscando fomentar la independencia y reducir la ansiedad. A través de técnicas específicas, como el uso de agendas y sistemas de trabajo, se promueve un ambiente predecible y organizado para facilitar el aprendizaje y la comunicación.