1. MUJERES DE LA GENERACIÓN DEL 27 Celia Grützmacher Saiz
2. Todos conocemos esta famosa imagen donde aparecen los escritores de la Generación del 27 Pero, ¿y las mujeres del 27?
3. Estas mujeres luchadoras comprometidas, pensadoras y grandes artistas no han tenido el reconocimiento ni la difusión que se merecían. Con este trabajo vamos a rescatarlas del olvido para que su obra brille con luz propia.
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7. Amor Puliré mi belleza con los garfios del viento. Seré tuya sin forma, hecha polvo de aire, diluida en un cielo de planos invisibles. Para ti quiero, amado, la posesión sin cuerpo, el delirio gozoso de sentir que tu abrazo solo ciñe rosales de pura eternidad. Nunca podrás tenerme sin abrir tu deseo sobre la desnudez que sella lo inefable, ni encontrarás mis labios mientras algo concreto enraíce tu amor... ¡Que tus manos inútiles acaricien estrellas! No entorpezcan besándome la fuga de mi cuerpo. ¡Seré tuya en la piel hecha fuego de sol.
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10. Quisiera tener varias sonrisas... Quisiera tener varias sonrisas de recambio y un vasto repertorio de modos de expresarme. O bien con la palabra, o bien con la manera, buscar el hábil gesto que pudiera escudarme... Y al igual que en el gesto buscar en la mentira diferentes disfraces, bien vestir el engaño; y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes, con sutil maniobra, la caricia del daño. Yo quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros, los que pueblan el mundo y se llaman humanos: siempre el beso en el labio, ocultando los hechos y al final... el lavarse tan tranquilos las manos.
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13. Tú en el alto balcón... Tú en el alto balcón de tu silencio, yo en la barca sin rumbo de mi daño, los dos perdidos por igual camino, tú esperando mi voz y yo esperando. Esclavo tú del horizonte inútil, encadenada yo de mi pasado. Ni silueta de nave en tu pupila, ni brújula y timón para mis brazos. En pie en el alto barandal marino tú aguardarías mi llegada en vano. yo habría de llegar sobre la espuma en el amanecer de un día blanco. Pero el alto balcón de tu silencio olvidó la señal para mi barco. Y me perdí en la niebla de tu encuentro como un pájaro ciego, por los años .
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16. De muchas cosas he de hablaros. Quiero decirlas a tapadas en estas hojas que nadie leerá. He salvado apenas unas cenizas alegres, vivido una lección. Estoy en ese punto doloroso que es como un gemido que avergüenza y que mis maestros de moral llamaban arrepentimiento. Llevo los ojos cargados de verdades, que no me pertenecen. No sé cómo hacerlas salir. Soy un navío atracado a la soledad de un puerto y sufro porque quisiera encontrarme con el marinero borracho que conoce las mejores tabernas y acompañarle muelle abajo, en silencio, pensando en las alegres cosas que se fueron. ¿Dónde están ? Juego limpio
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19. ENTREGA TOTAL ¡Hazlo Tú todo en mí! Que yo me preste a tu acción interior, pura y callada. Hazlo Tú todo en mí, que aunque me cueste me dejaré labrar sin decir nada. ¡Hazlo Tú todo en mí! Que yo te sienta ser en mí dirección y disciplina. Hazlo Tú todo en mí. Que estoy sedienta de ser canal de tu virtud divina
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21. Poesía A la orilla de un pozo (1936). Versos prohibidos (1978) Poesía (1931-1991) (1992) Novela Estación ida y vuelta (1930) Teresa (1941). Memorias de Leticia Valle (1945). La Sinrazón (1960) Barrio de Maravillas (1976) Novelas antes de tiempo (1981) Acrópolis (1984) Ciencias naturales (1988) OBRAS
22. Epístola a Norah Borges Hacia ti, queridísima, mis brazos como tú los pintaste, se dilatan, como dos blancas ramas que, del tronco, se alargan contra el viento del olvido Mis manos van a tus delgadas manos que ignoran el carnal, curvo abandono, que atraviesan la vida y sus anhelos con la pura dureza de las alas. Voy a buscarte para que escapemos a nuestro mundo o elementos amigo suelta nuestra melena y nuestras colas surcando los albures de la espuma
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25. Amor Ofrecimiento. Acércate. Junto a la noche te espero. Nádame. Fuentes profundas y frías avivan mi corriente. Mira qué puras son mis charcas. ¡Qué gozo el de mi yelo! Adolescencia En el Alba de su vida el deseo le surgió en su boca la sonrisa por hallarse ante el amor. Era niña que vivía hasta en sueños su ardor, y la sangre palpitaba al hallarse con su amor. Sin el Alba ni en la Tarde ella un día preguntó: Si posible era guardar aquel su primer amor.
26. Esta generación de escritores y escritora s excepcionales en todos los sentidos, revolucionaron el mundo poético. Es una generación ejemplar y clave para la historia de la literatura