Un juez de Sevilla otorgó la custodia de un niño a sus abuelos y ordenó a los padres pagar una pensión alimenticia de 150 euros al mes. El juez determinó que los padres no podían ofrecer un entorno estable y seguro para el cuidado del niño, mientras que los abuelos ya se encargaban de su educación, cuidado médico y horarios. El máximo interés del niño justificó limitar los derechos de los padres para garantizar su bienestar con los abuelos.