Nuria es una niña de 10 años que siempre se queja de la comida y tira comida a la basura si no es lo que quiere. Sus compañeros Valeria y Rubén crean un plan para hablar con los padres de Nuria sobre su comportamiento irresponsable con la comida. Después de la conversación, Nuria acepta ser más responsable con la comida y no malgastarla, convirtiéndose en un ejemplo para otros.

1. Nuria y la alimentación responsable
Nuria tiene 10 años y está apuntada al comedor escolar porque
siempre pone pegas a la comida de su madre.
Está en su dormitorio, cuando su madre entra.
- Nuria baja a desayunar, hoy hay tortitas.
Nuria se viste y se arregla su pelo negro.
Cuando baja las escaleras contempla unas tortitas con mermelada de
fresa.
- ¡ Yo no quería eso¡ - gritó - ¡ Quería tortitas con Nocilla¡
Inés, su madre, le dijo:
- Si no quieres no te las comas, te preparo otras.
Nuria tiró las tortitas a la basura y cogió otras y las untó con Nocilla.
Su perrito se quedó mirando la basura.
Ya en el colegio, a la hora del desayuno, todos los niños de la clase
sacaron su comida.
- Ñam, ñam.... bocata de queso – dijo Aitor.
- Ummm.... que bueno este yogur de limón – dijo Carina.
Nuria sacó una caja de galletas con una nota de su madre: "Suerte en
el exámen de inglés. Besos, mamá."
- ¡ Noooo¡ - gritó Nuria.
Su maestra se sorprendió.
- ¡ Quería chocolate blanco¡

2. La maestra mandó a Nuria a la esquina. Ella tiró con fuerza las
galletas a la papelera.
- ¿Por qué has tirado las galletas? - preguntó Valeria.
- Adrián no tenía desayuno, se las podrías haber dado a él – dijo
Rubén.
- Es que es MÍ comida y hago lo que quiero con ella.
Nuria salió de la clase con Lucía.
Más tarde, en el comedor, Nuría hablaba con Guillermo y Celia. La
monitora le puso a Nuria un plato de pescado.
- ¿Pescado? ¡ Yo quiero pizza¡
Nuria disimuladamente volcó el plato en el suelo.
- ¡ Chica¡ ¡No sabes que hay gente que no puede comer y tú aquí con
la comida por el suelo¡ - gritó la monitora.
Después Valeria y Rubén iban hacia sus casas.
- Debemos hacer algo Rubén – dijo Valeria.
- Sí, mañana idearemos un plan – dijo Rubén a Valeria.
Al día siguiente daban la nota de inglés.
Valeria no hacía más que resoplar y enrollarse el pleo. Parecía
preocupada por la nota. En cambio, Rubén miraba a Nuria, que áun tenía la
cartita de su madre en las manos.
- Rubén García 8.6, Valeria Pozo 6.2, Pablo Castro 4.3, Emma Rodríguez
8.5 y Nuria Márquez 9.3. Enhorabuena, eres la mejor nota Nuria – dijo la

3. maestra.
Rubén le pasó un papelito a Valeria:
" El plan: salimos del cole y vamos a su casa a decirle eso a sus
padres. Ayer miré en internet cosas para evitar la alimentación no
responsable, o irresponsable".
Ding, dong. Era el timbre de casa de Nuria.
- Hola chicos, ¿os ayudo en algo? - preguntó Inés, su madre.
Valeria y Rubén contaron lo que su hija hacía en clase y en el
comedor. También le dijeron que era en parte culpa suya, porque accedían a
prepararle más cosas. Nuria entró en el salón.
- ¿Qué hacen esos aquí?
Inés le contó a su hija. - Por eso debéis aprovechar la comida – dijo
Rubén.
Después de un rato Nuria accedió y se comprometió a no malgastar
nada.
Y en un tiempo Nuria se convirtió en una persona responsable.
Cuando no quería algo se lo daba a alguien.
Su mayor sueño era formar una fundación para donar a otros niños y
niñas. Y era junto con Rubén y Valeria, los niños que le enseñaron el valor
de la alimentación responsable.
FIN