Este documento argumenta que considerar el hurto simple y el hurto con agravantes por separado, en lugar de como hurto agravado, sería un error judicial que iría en contra de principios como la proporcionalidad y la protección de la sociedad. Al centrarse solo en el valor de lo robado, se ignoraría la ferocidad del acto. Además, esto podría llevar a una desigualdad ante la ley, donde robos a personas de menos recursos recibirían un trato más leve que robos a personas adineradas. Por lo tanto, concluye