El documento ofrece orientaciones para las familias de personas con trastorno del espectro autista (TEA). Recomienda involucrar a la familia en la educación de la persona con TEA para promover un mayor aprendizaje con menos estrés. También enfatiza la importancia de mantener las rutinas familiares regulares e involucrar a la persona con TEA en actividades familiares y sociales. Además, sugiere evitar preferencias excesivas, menospreciar logros de otros hijos y compararlos.
1. Orientaciones a la familia
Cada vez es más importante
involucrar a la familia en la educación
de las personas, más si son diferentes
(Mulas et al., 2010).
El niño vive integrado en su ambiente
familiar por lo que una adecuada
información y educación redundará en
un mayor aprendizaje con un menor
grado de estrés e insatisfacción.
Por todo esto , lo que se pretende es
ayudar a una persona con TEA a
desarrollarse, a que alcance, él y su
familia, la calidad de vida que todos
merecemos y para ello es importante
tener en cuenta, en palabras
de Tamarit (1996) “que para que las
personas con TEA tengan conductas
más flexibles, las personas que
interactúen con ellos tienen que,
también, mostrarles flexibilidad, es
decir, darles posibilidad y diferencias
para aprender de ellas y contrastar los
comportamientos y actitudes de las
diferentes personas y entornos que los
forman”.
Con todo esto, nos preguntamos,
¿Qué pasará con nuestra vida con un
familiar con autismo?
Todos los miembros de la familia son
una fuente de apoyo y pueden
participar en el proceso de su hijo o
hija.
Se debe seguir con las actividades
cotidianas de la familia, como ir a las
compras, estar con amigos y familias
en reuniones acordadas, acompañar a
sus hijos a las reuniones y actos en la
escuela, no hacer sentir al niño o la
niña que, por ser especial, todo será
entorno a suplir sus necesidades y se
olvidan de la familia, si no que, todo lo
contrario, el cambio que debe existir,
será de ordenar rutinas y establecer
los horarios, pero el entorno familiar
debe mantener su ritmo cotidiano.
Su hijo es un niño como otro, necesita
cariños, atenciones, protección, y
amonestaciones al igual que otro
miembro de la familia.
No se tiene un nuevo hijo, la crianza
debe seguir su curso, como cualquier
otro hijo, con necesidades y deseos
que van variando con la edad, será un
niño, adolescente y posteriormente un
adulto.
Cuando se hable del tema, se debe
procurar estar tranquilos, se debe
explicar conforme a la edad de los
hermanos, explicar con lenguaje
cotidiano los diversos procesos del
hermano, se debe aconsejar que
deben mostrar sus sentimientos y
emociones, sin temor, que son una
familia y que están para apoyar cada
proceso de todos los integrantes de la
familia.
Se debe evitar lo siguiente:
Preferencias excesivas con el
niño con TEA.
Menospreciar los logros de los
otros hermanos.
Orientaciones a
la familia
Se debe evitar lo
siguiente
2. Excesiva disparidad en las
normas de la casa,
favoreciendo al niño con TEA.
Delegar excesiva
responsabilidad a los hermanos
el cuidado de su hermano con
TEA.
Comparar a los hijos, cada niño
es distinto, y debe ser valorado
como tal, además así se
promueve la solidaridad y la no
rivalidad entre hermanos.
La educación eficaz para promover el
aprendizaje y lograr el bienestar del
niño o niña con autismo y su familia,
debe apoyarse en la organización de
un contexto natural estable que les
permita la comprensión de los
sucesos que tienen lugar. Una
estabilidad de condiciones que la
persona pueda reconocer, sobre las
que pueda actuar y que pueda
transformar.
El ambiente juega un
papel muy importante en el
aprendizaje de los niños y niñas que
presentan autismo.
Se requiere que éste sea:
Organizado, que haya un lugar y un
momento para cada cosa, evitando los
contextos caóticos.
Estructurado, donde el niño o niña
saben y conocen las pautas básicas
de comportamiento, tienen seguridad
de lo que se espera de ellos/as, el
adulto dirige y organiza las
situaciones.
Predecible, saben cómo van a
suceder las cosas y qué esperan los
adultos de ellos/ellas. Igualmente,
cómo responden los adultos frente a
sus comportamientos. La falta de
anticipación y de estructura, crea
grandes dificultades para organizar el
mundo del autista.
Facilitador de aprendizajes; el adulto
aprovecha aquellos momentos
cotidianos y naturales en los cuales se
les pueden enseñar aprendizajes no
programados, allí está la oportunidad
para dar sentido a una palabra, acción
o situación.
Las orientaciones pedagógicas deben
ser dirigidas a comprender que, la
mejor posibilidad para la inclusión
educativa de las personas con
autismo es la de conocer sus formas
de comprender y actuar en el mundo.
Por ello es fundamental partir de la
caracterización para potenciar así sus
niveles de desarrollo social,
comunicativo e imaginativo: cualquier
adaptación debe ir encaminada a
desarrollar estos tres aspectos.
Orientaciones para el docente:
El conocimiento por parte del docente
acerca de las características de sus
estudiantes sujetas al momento
evolutivo en el que se encuentran
facilita el apoyo para la inclusión de
niños con autismo en el aula regular.
Cabe destacar que, para facilitar sus
posibilidades de anticipación, el
ambiente debe tener una estructura
predecible y fija, evitando los
contextos poco definidos y caóticos;
anticipar es fundamental para que la
novedad o los cambios no los
sorprendan. Igualmente, para
ORIENTACIONES PARA EL DOCENTE
3. favorecer el mantenimiento de la
atención conviene ubicar al estudiante
con en el aula próximos a la pizarra y
al docente, se evitará que en el
entorno haya distracciones
potenciales. Cuando se usen las
Tecnologías de la Información y
Comunicación, hay que tener en
cuenta que la computadora es un
elemento de aprendizaje activo, lo
cual implica un refuerzo importante en
el desarrollo de los aprendizajes. Las
aplicaciones informáticas en el campo
de la educación aportan importantes
ventajas, pues se trata de medios que
suelen generar una motivación
intrínseca resultando atractivas y
estimulantes. No obstante, ameritan
de la guía adecuada del docente para
estimular un buen procesamiento
cognitivo.