El documento describe las obras de misericordia corporales y espirituales, que son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a quienes tienen necesidades físicas o espirituales. Entre las obras corporales se encuentran dar de comer al hambriento y dar techo al que no lo tiene, mientras que entre las espirituales están enseñar al que no sabe y perdonar las ofensas. Jesús nos pide practicar estas obras de misericordia para ayudar a los más necesitados y así alcanzar la salvación.
3. Logotipo
• Se trata de vivir la misericordia sin juzgar ni condenar, sino
perdonando y amando sin medida. El Arzobispo Rino Fisichella,
Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización, presentó el logotipo del Jubileo. Explicó que este logo
muestra al Hijo que carga sobre sus hombros al hombre extraviado.
Destaca la imagen del Buen Pastor que toca en profundidad la carne
del hombre, y lo hace con un amor capaz de cambiarle la vida. El
Buen Pastor carga sobre sí a la humanidad con extrema misericordia,
pero sus ojos se confunden con los del hombre. Cristo mira con los
ojos de Adán y el hombre lo hace con los ojos de Cristo. La escena se
coloca dentro de una “mandorla” o “almendra”, una figura de la
iconografía antigua y medieval que evoca la presencia de las dos
naturalezas de Cristo –la divina y la humana-, y que dentro del arte
suele servir como marco para personajes sagrados.
4. Logotipo
Los tres óvalos
concéntricos, de color
progresivamente más claro
hacia el externo, sugieren
el movimiento de Cristo
que saca al hombre fuera
de la noche del pecado y
de la muerte. Por otra
parte la profundidad del
color más oscuro sugiere
también el carácter del
amor del Padre que todo lo
perdona.
5. Las obras de misericordia
• Son acciones caritativas mediante las
cuales ayudamos a nuestro prójimo en
sus necesidades corporales y
espirituales. Instruir, aconsejar,
consolar, confortar, son obras
espirituales de misericordia, como
también lo son perdonar y sufrir con
paciencia los defectos de los próximos.
6. •Las obras de misericordia
corporales consisten
especialmente en dar de comer
al hambriento, dar techo a quien
no lo tiene, vestir al desnudo,
visitar a los enfermos y a los
presos, enterrar a los muertos
(cfr. Mt 25, 31-46). Entre estas
obras la limosna hecha a los
pobres es uno de los principales
testimonios de la caridad; es
también una práctica de justicia.
7. Que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que
ya se debe a título de justicia.
• Las obras de misericordia son parte de la solidaridad humana.
Las palabras de Jesús: “me lo hicieron a mí” (Mt 25,40), dan el
toque peculiar que permite expresar el testimonio cristiano.
• Jesús se ha identificado con quien sufre hambre, sed, está
desnudo, es emigrante, está enfermo o en la cárcel, con quien es
presa de la duda o de la aflicción y tiene necesidad de ayuda y
consuelo para no caer en la angustia. Al mismo tiempo pide
perdonar y ofrecer gestos concretos de bondad, paciencia y
cercanía a cualquiera que se encuentre en necesidad.
8. • ¡Cuántas situaciones de
precariedad y sufrimiento
existen en el mundo de hoy!
Muchos no tienen voz porque
su grito se ha silenciado a
causa de la indiferencia de los
pueblos ricos.
• Abramos nuestros ojos para
mirar las miserias del mundo,
las heridas de tantos hombres
privados de dignidad.
9. • La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para
que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.
• Jesús nos pide que llevemos una palabra o un gesto de consolación a
los pobres o a los que están tristes. La predicación de Jesús se hace de
nuevo visible en las respuestas de fe de los cristianos. Nos
acompañen las palabras del Apóstol: “El que practica misericordia,
que lo haga con alegría” (Rom 12,8).
12. El Papa Francisco
•Dice que sin la vivencia de la
misericordia, “queda sólo una
vida infecunda y estéril… Ha
llegado el tiempo de
encargarse del anuncio alegre
del perdón”.
•Por tanto, hemos de albergar
las obras de misericordia en el
corazón.
13. A veces decimos de algunos
• “¿Quieren comer?
¡Que trabajen!”… --
Pero si lleva 24 horas
sin comer no tienen
fuerzas para trabajar.
Hay que conocer un
poco más las
circunstancias de cada
uno, antes de juzgar.
14. Etimología de la palabra misericordia
• La etimología de misericordia
procede del latín misere
(miseria, necesidad) y cor/cordis
(corazón) y se identifica con
tener un corazón solidario con
aquellos que tienen necesidad.
Por eso en el lenguaje corriente
se identifica con la compasión y
el perdón; pero la misericordia
incluye ternura, piedad,
clemencia, compasión, bondad y
don de Dios.
15. En la Sagrada Escritura
• Es en el Sinaí donde se
manifiesta el carácter
fundacional de la misericordia
de Dios: “Señor, Señor, Dios de
ternura y de gracia, lento a la ira
y rico en misericordia y lealtad,
que mantiene la misericordia
hasta la milésima generación,
que perdona la culpa, el delito y
el pecado” (Éx 34,6, Núm 14,19;
Jer 3,12s, Lam 3,22s).
16. •El hombre debe mostrarse
misericordioso hacia su prójimo
a imitación de “Dios, Señor de la
Misericordia”. La misericordia de
Dios no conoce otro límite que el
endurecimiento del pecador.
17. José con sus hijos
Efraím y Manasés, con
su padre Jacob
• De hecho, así como los profetas
auguran las peores catástrofes, en
cambio salvan la ternura del
corazón de Dios, tal como se
expresa emotivamente exclamando:
“¡Efraím es mi hijo querido, él es mi
niño encantador! Me acuerdo y se
me conmueven mis entrañas. ¡Lo
quiero intensamente!” (Jer 31,20; Is
49,14s; 54,7). La misericordia de
Dios supera toda experiencia
humana.
18. Dios nos dice por el profeta Isaías:
• “Este es el ayuno que yo quiero:
soltar las cadenas injustas,
desatar las correas del yugo,
liberar a los oprimidos, quebrar
todos los yugos, partir tu pan
con el hambriento, hospedar a
los pobres sin techo, cubrir a
quien ves desnudo y no
desentenderse de los tuyos” (Is
58,6-7).
19. Bienaventurados los misericordiosos porque
alcanzarán misericordia (Mt 5,7).
• Se trata de una condición esencial para entrar en el Reino de los cielos.
Jesús retoma la idea siguiendo al profeta Oseas (quiero misericordia,
quiero amor y no sacrificios, y conocimiento de Dios más que holocaustos
6,6). Por eso el juicio final será sobre la misericordia ejercida, aun
inconscientemente, en relación con Jesús es las personas más necesitadas.
• LEER texto del Juicio Universal en Mateo 25, 31-46, aquí sólo glosado:
“Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre...”. Separará a unos de
otros. Y dirá: Vengan benditos porque tuve hambre y me dieron de comer;
tuve sed y me dieron de beber; estuve enfermo y me visitaron; en la cárcel
y vinieron a verme… ¡Apártense de mí, malditos, a fuego eterno. Porque
tuve hambre y no me dieron de comer… Lo que no hicieron con uno de
éstos, tampoco lo hicieron conmigo.
20. Lumen Gentium 16 y Gaudium et Spes 22
explican:
• Quienes ignoran sin culpa el Evangelio de Cristo, pero
buscan a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan,
bajo el influjo de la gracia, en cumplir con obras su
voluntad, conocida mediante el juicio de la conciencia,
pueden conseguir la salvación eterna. Y la divina
Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para
la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a
un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en
llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios. El Espíritu
Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma
de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual
(GS, 22).
21. Dar de comer al hambriento
• En la era de la Globalización,
eliminar el hambre en el
mundo es meta que se ha de
lograr para salvaguardar la
paz y la estabilidad del
planeta. La alimentación y el
acceso al agua son derecho
de todos los seres humanos.
22. Obras de misericordia corporales
• Dar de comer al hambriento
• Dar de beber al sediento
• Dar posada al peregrino
• Vestir al desnudo
• Visitar al enfermo
• Socorrer a los presos
• Enterrar a los muertos
23. Obras de misericordia espirituales
• Enseñar al que no sabe
• Dar consejo al que lo necesita
• Corregir al que yerra
• Perdonar las injurias
• Consolar al triste
• Soportar con paciencia las
molestias del prójimo
• Rezar por vivos y difuntos
24. Corregir al que yerra
• La corrección se ejercita sin asperezas, sin humillar. Es verdad que “ninguna
corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego
produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella (Hebreos 12,11).
• La corrección fraterna exige discernimiento: escoger el momento
oportuno,; ejercitarla de modo que crezca y no disminuya la estima que el
hermano tiene de sí mismo; vitar que sea la única manera en la cual uno se
relacione con aquel hermano; ejercerla sobre cosas verdaderamente
esenciales; tender a liberar y no a juzgar y condenar; corregir sabiendo que
también uno es pecador y necesitado de corrección.
25. Tener espíritu conciliador implica la práctica
de tres obras de misericordia
• Consolar al triste
• Perdonar las ofensas y
• Soportar con paciencia a las
personas molestas.
• Las tres obras forman parte
de la actitud de una persona
conciliadora.
26. Consolar al afligido y al Señor
• “Consuelen, consuelen a mi
pueblo, dice su Dios “ (Is 40,1).
• Dios consuela a su pueblo con la
bondad de un pastor, el afecto
de un padre, el ardor de un
novio y de un esposo y con la
ternura de una madre. Y ¿quién
consuela a Jesús? Ojalá que tú y
yo lo consolemos.