ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Patricio escobar 1888
1.
2. Segundo viaje al Teatro de la guerra
Informes del Señor Presidente de la República; General
Don Patricio Escobar, que hizo toda la guerra hasta la muerte de
López
Advertencia
Instruido de mi propósito el Gral. Patricio Escobar, Presidente de la
República, resolvió hacer una reunión de jefes en su casa y otras
personas informadas, a saber:
Generales Caballero y Delgado, Coronel Centurión, Capitán de
navío Mesa, Comandante Gómez; padre Mais y otras, con el objeto
de revivir sus recuerdos y presentarme una memoria militar de los
acontecimientos.
Como esta memoria será materialmente general y similar he creído
necesario, consignar en forma de Apéndice a aquella las
secuencias de las conversaciones que sobre la guerra tuve varias
veces con el general y en las cuales él me dio datos interesantes
como episodios.
Escobar
Comenzó de carrera como soldado raso y en tal carácter asistió en
el batallón 40° á los combates que tuvieron largas en el Banco ó isla
Cafrita, y á las batallas del 2, 24 de mayo.
3. Fue ascendido el 24 de mayo a Subteniente y en Curupaity era ya
teniente 1º, ascendiendo sucesivamente como ayudante Edecán de
López hasta el empleo de Cónsul, que ejercía cuando terminó la
guerra.
Isla Redención (o Rendición)
Este es el combate que los paraguayos llaman del Banco.
Fue un ataque estéril, en que ellos eran fusilados antes mismo que
desembarcasen de las canoas, porqué estas se estorbaban unas a
otras o chocaban.
Se peleó firmemente; pero hubo muchas bajas.
2 de mayo
El encuentro de este día no dio resultado porque después de
lograda la sorpresa, para emboscarla y arrojar a los aliados
dispersos al río Paraná nos llegó un fuerte cuerpo de López.
Si en vez de una división, él lanza un ejército, el triunfo habría sido
completo.
En la retirada esta división no se halló muy comprometida pero en el
paso Sidra encontró un batallón de infantería a las órdenes del
comandante Giménez que era popularmente llamado Calaá en el
ejército y a la vez muy querido.
El estaba ahí desplegado y cuando el enemigo apareció en pie de
en derrotados dio una cargo al fondo permitiendo a la primera
rehacerse y (ilegible) más la retirada.
4. en el camino (ilegible) de paso Sidra a loma Yasy el enemigo
flanqueaba a los paraguayos habiendo desprendido fuerzas de
caballería por el lado de la laguna Piris, las cuales iban a córtales la
retirada.
Entonces apareció el capitán Cabral, un brillante oficial con su
regimiento de caballería y dando una carga la caballería enemiga la
hizo retroceder llevando salvada la división.
Reservas
López ignoraba el manejo de las reservas y no las empleaba
en los combates y batallas debiendo atribuirse a ello, algunas de
sus principales derrotas.
Hacía pelear además los cuerpos aislados, sin reserva, sin base de
operaciones y sin relacionarse con las otras fuerzas.
24 de mayo
El plan de esta batalla fue buena pero la ejecución mal combinada y
peor dirigida.
Asistió con el coronel Díaz a esta batalla y pudo apreciar que si bien
este jefe carecía de instrucción y era formado por sí mismo en la
guerra, reunía a un valor extraordinario cierta pericia para manejar
las fuerzas en frente del enemigo rechazada tres veces en sus
ataques, tres veces logro reorganizar sus fuerzas bajo el fuego,
conduciéndolas de nuevo al asalto, con la esperanza de que este
enorme sacrificio sirviera de base al ataque y triunfo de Barrios
5. Obispo Palacios
Habiéndome hablado en su presencia el Padre Maíz de la maldad
del Obispo, el General Escobar confirmo todo, siendo de advertir
que no he hablado con dos jefes, que no correspondería esta
respuesta.
A este propósito refirió el siguiente episodio.
Estando en San Fernando una mañana después de oír misa la
comitiva salio de la iglesia y rodeo a López. Este dirigió la palabra al
auditorio, diciendo que estaba persuadido de que había
conspiradores a su lado.
Que los invitaba a declararle toda la verdad, confesando su falla y
su arrepentimiento para tener el gusto de perdonarlos.
Que de lo contrario se sabría quienes eran y serian responsables.
Todos enmudecieron mirándose unos a otros.
Entonces el Obispo tomo la palabra y dijo:
No es la clemencia lo que V.E. debe ofrecer. En este caso la salud
de V.E. y de la Patria exigen un castigo inmediato e inexorable y
V.E. debe mandar ejecutar a deguello a todos los criminales.
No, Ilustrisimo Señor, dijo Lopez. Creo que estan pagando justos
por pecadores. Los culpables mas grandes merodean aquí talvez….
Se refería al Obispo y al Gral. Barrios.
6. Conspiración
El Gral. Escobar no cree en ella y nada oyó decir entre su gente.
Está (ilegible) en que López ejercía un temor espantoso y oía toda
clase de chismes de delaciones.
Recuerda que él mismo se le acercó una vez a pedir por la vida de
un inocente y se la concedió.
Confirma la versión de Aveiro sobre la prisión del Ayudante
Fernández de López como primer conspirador descubierto.
Ese día el ayudante Escobar estaba de servicio y recuerda el
incidente que sigue:
El ayudante Fernández había pedido audiencia a López y este no lo
recibía. Varias veces Escobar lo anunció y le decía que lo esperara.
Como insistiera en anunciarlo una vez más le dijo: - ¿Qué empeño
tiene Ud. en traerme a Fernández? - Que venga-. Apenas entró
López lo increpó llamándolo traidor.
Entonces Escobar se acercó a Fernández y abrazándolo de atrás le
desprendió la espada.
-¿Qué hace Ud.?- le dijo López
- Desarmarlo, Señor, pues si es traidor no merece el honor de llevar
la espada al cinto.
-Está bien. Sáquelo de aquí y remáchele una barra de grillos.
Lomas Valentinas
Cuando el marques de Caxias desembarcó en Lomas Valentinas
con el ejercito brasilero, López mandó al mayor Escobar su
ayudante con 4 batallones a descubrir y sorprender al enemigo.
7. Este se había ya establecido cubriendo el frente con un bañado
hondo viendo escobar que era imposible salvarlo con los batallones
organizados para dar el ataque y que había que pasar con el agua
al pecho llevando en las manos los baulillos y las armas creyó
innecesario sacrificar la gente y pidió una entrevista con López, lo
cual le fue concedido.
Llegado a presencia de López el estaba rodeado de muchos jefes.
Yo tenía que medir muy bien mis palabras, dice Escobar, pues, si
hubiera dicho algo inconveniente o contrario a los gustos y
sistemas de López pude ser fusilado.
Así, es que, después de explicarle el motivo por el cual no había
llevado ataque al enemigo, me preguntó:
- Tienen mucha fuerza
- No Excmo. Señor., muy poca
- Esta bien
López quedo muy contento. Si yo le hubiera dicho que había
muchos enemigos se hubiera irritado o creyéndome asustado.
Cuando quedo solo le dijo que no eran tan pocos los enemigos y los
calculaba en 3000 por las carpas que había contado en su
campamento.
El entonces me dijo que así debía ser.
Le propuse yo que me dejaría elegir 500 hombres, para armarlos de
sable y caer sobre el enemigo con ellos
- Entonces, señor podré morir allí; agrego Escobar, pero V.E.
debió hablar de mí.
8. - Eso no conviene, dijo López. No debemos perder gente sin
necesidad.
Cerro Cora
Cuando López estaba ya acampado en Cerro Cora, el Cnel.
Escobar formaba parte de la división del Gral. Roa, que llevaba la
artillería y el tesoro.
Escobar se había adelantado un poco en las filas y las carretas de
dinero acampándose a una legua del paso y monte de Chiriguelo y
mas o menos a la misma distancia del Cuartel General.
Entretanto el Gral. Roa venia atrás del Chiriguello luchando
heroicamente para llevar los cañones con bueyes flacos y hombres
muertos de hambre que apenas se movían de debilidad.
Había que traer un cañón majonada (ilegible) con todos los bueyes
y después había que traer otro y así sucesivamente.
En esto estaba cuando Cabral Se vio rodeado de enemigos, que le
decían ha muerto López, se acabo la guerra
Entonces me ¿tomo? la espada y me entregué.
En ese momento llego un oficial con una orden de López.
Era dirigida a mí o al General Roa
Leí y decía que dejando los cañones y todo el ¿bagaje?
Marcharíamos a (ilegible) al cuartel general con toda la fuerza
pero el enemigo acababa de hacerse sentir en Tacuaras tomando
la guardia.
Yo le mande aviso al general Roa, con el mismo oficial, de que
López había muerto y que yo me había alejado. El parece que
desconfió y dejando su tropa sola ganó el monte.
9. Después de eso fuimos llevados al Campo enemigo.
Asunción abril 20 de 1888
En presencia de Don Julián Boneo
Oficial de la legación Argentina”
Hay una firma de Zeballos
Muerte de Venancio López
Dice Escobar: Venía marchando a pie en nuestra columna,
enfermo, flaco, moribundo, con los pies hinchados y llagados. Cada
cuesta se paraba se sentaba y descansaba un rato.
Cuando yo estaba ya acampado en Cerro Cora vino un oficial a
avisarme que Don Venancio no se levantaba.
Fui yo mismo a cerciorarme y lo encontré muerto de hambre y
miseria. Tenía varios cintarazos en la espalda, como si el oficial
hubiera creído que no caminaba de pereza. Entonces pensé en
pasar el parte a López y lo había escrito diciendo al muerto Don
Venancio.
Me detuve aquí a reflexionar la impresión haría a López el
tratamiento de Don Venancio. En eso llegó el general Caballero,
que salía a su expedición a Dorados y me dijo:
-Bórrele el Don
Y así lo hice llamándolo nomás: Venancio.
López no contestó, ni se interesó por el muerto. Está ahí enterrado
al lado del paso de Chiriguelo.