Una nueva visión, realmente no tan nueva, para la legalización y el consumo de marihuana en Chile.

1. Una visión sobre la legalización de la marihuana
Durante años en Chile, la marihuana ha sido un tema de bastante controversia, tanto por su accesibilidad como por su satanización, esta planta ha dado mucho de que hablar.
Desde siempre, en el mundo ha existido una gran diferencia de opiniones en cuanto a las ventajas y desventajas de la marihuana, de porque debería ser legal, de por que debería ser ilegal… pero nunca se ha podido llegar a una conclusión que pudiera ser aceptada por todos. En la última década, en Chile se han hecho varios intentos por legalizar esta planta, tanto para plantarla de manera individual como para consumirla, obviamente, hasta el momento no se ha logrado gran cosa, más que nada por la visión conservadora de la sociedad y política chilena. Recientemente, Estados Unidos y Uruguay han dado luz verde al consumo libre de la marihuana, cada uno de una manera diferente, si bien en Estados Unidos solo se ha aprobado para algunos estados y con algunas restricciones, en Uruguay simplemente le han permitido convertirse en una droga recreacional y de libre uso para todo el país. Este tipo de situaciones ha avivado aún más el espíritu de los pro-legalización presentes en Chile y ha desatado una vez más el eterno debate entre legalizar o no legalizar.
Ahora, después de todo este prólogo, me gustaría presentar una visión que nunca se ha tomado como una propuesta seria en Chile.
¿De qué se trata esta nueva visión?
Se trata de respeto, de equilibrio y más que nada, de encontrar un punto intermedio entre dos opiniones extremas que no hacen más que anularse mutuamente, “legalizar”, “no legalizar”, ¿qué punto intermedio habría entre esas dos perspectivas?, es bastante simple, si no pregúntenle a los Holandeses. En Holanda la marihuana es legal, es legal consumirla, incluso

2. hay lugares especializados en la venta de esta planta, ¿ pero qué tan legal es?, es aquí donde hay que encontrar un punto intermedio en el cual debemos tener en cuenta los efectos negativos y positivos de la marihuana, después de todo, la marihuana, a pesar de que tiene muchas propiedades medicinales que aún se siguen investigando y serían de mucha utilidad para la gente, sigue usándose de manera recreacional, sigue siendo una droga, sigue siendo adictiva, sigue presentando efectos negativos a corto y largo plazo. En Holanda no está permitido el cultivo de la marihuana, no está permitida su comercialización, no está permitida su venta a menores de 18 años, y su consumo está totalmente restringido a los Coffe Shop (lugares donde se venden), siendo de uso totalmente exclusivo para ciudadanos holandeses, sin mencionar que las penas por romper estas restricciones siguen siendo igual de duras y que solo está permitida una venta máxima de 5 gramos por persona, en resumen, el consumo, a pesar de ser legal, está completamente controlado y restringido por el estado teniendo en cuenta todos los riesgos que podría conllevar el abuso de esta planta en su sociedad.
Quizás algunos se estén diciendo en este momento, “Sí, es un buen punto, encontramos un equilibrio donde todos se respetan mutuamente y obtienen lo que quieren, pero aún no entiendo porque es necesario que una droga sea legalizada”
Es una buena pregunta, bastante obvia y al mismo tiempo fácil de responder, ¿Qué ventajas llevaría legalizar esta planta teniendo en cuenta su uso recreacional?.
Para empezar, según estudios de la ONU llevados a cabo el 2013, Chile es el tercer consumidor de marihuana en latinoamerica, siendo superado solo por Uruguay y Brasil, al mismo tiempo este estudio indica que el 5% de los chilenos (850.000 personas) entre 15 y 64 años es consumidor regular de esta planta y según un un estudio de la ACHS el 93% de los trabajadores consume o ha probado alguna vez la marihuana, lo que podemos concluir con esto es que esta planta no es algo que se pueda “combatir”, no es algo

3. que se pueda “eliminar”, es TOTALMENTE accesible para cualquier persona y no es algo que no haya estado presente en la vida de cada chileno, aunque sea indirectamente. Tenemos que saber ver esta realidad y entender, ¿Qué hacemos con esto si no podemos combatirlo, si a pesar de todo sigue teniendo muchísimas ventajas y es reconocida en la sociedad chilena como una droga casi al nivel del alcohol o el cigarro?, yo digo que la aceptemos, que la abracemos, que la controlemos y cuidemos a los consumidores que al estar fuera de la jurisdicción del gobierno se exponen a riesgos propios de una mala producción de esta planta, que aprovechemos el beneficio económico que podría traerle al país, que disfrutemos de las ventajas, tanto medicinales como recreacionales de esta planta, bajo la jurisdicción de un gobierno que imponga reglas, restricciones y severos castigos para quien intente romperlas.
Gracias por escuchar.