El documento discute cómo el pH afecta el cáncer. Explica que las células cancerosas prosperan en ambientes ácidos con bajos niveles de oxígeno, mientras que es más difícil para el cáncer desarrollarse cuando el pH sanguíneo se mantiene en un rango alcalino normal de 7.35 a 7.45. También señala que las personas con estrés o una dieta deficiente tienden a tener mayor acidez, lo que crea un ambiente propicio para el cáncer.