Este principio pedagógico se centra en los estudiantes y en cómo aprenden, no solo en recibir información sino en construir el conocimiento a través de pensar, analizar y comprender, así como mediante prácticas y trabajos colaborativos. El papel del docente es resaltar el interés del estudiante relacionando los contenidos con su experiencia y generando en ellos la capacidad para seguir aprendiendo por su cuenta.