El documento discute los problemas con prácticas autoritarias en el aula. Señala que algunos maestros confunden su autoridad legítima con autoritarismo, el cual se basa en jerarquías arbitrarias. Los maestros autoritarios esperan sumisión de los estudiantes a través de intimidación. Esto limita el desarrollo de una ciudadanía democrática y activa entre los estudiantes.
1. PRÁCTICA
Te invito a leer el siguiente texto de forma individual y reflexiva:
“EN EL AULA YO SOY LA AUTORIDAD Y SE TIENE QUE HACER LO QUE YO DIGA … (…)”
Si bien la autoridad del y de la docente es inherente a su labor, y va a ser más positiva mientras más
legítima sea, algunos maestros y maestras la confunden con el autoritarismo. El autoritarismo se
manifiesta como un defecto en el ejercicio del poder, pues se basa en una jerarquía arbitraria por la
que alguien se erige en el lugar de la Ley.
El o la docente autoritario ejerce su práctica desde la dominación, pues esperan de sus estudiantes una
actitud de sumisión y obediencia. Uno de los recursos más utilizados por una o un docente autoritario
es la intimidación de sus alumnos y alumnas, provocarles el miedo a la sanción disciplinaria, a repetir
de grado.
Esta práctica docente es un aspecto que limita toda posibilidad de lograr la convivencia
Democrática en la escuela. Estamos apostando por la eliminación de dichas prácticas especialmente en
niños y niñas de las escuelas primarias y secundarias de zonas rurales de nuestro país. No podemos
permitir que un compañero o compañera docente haga uso de violencia de cualquier tipo contra sus
estudiantes, en ninguna circunstancia. Este tipo de prácticas debe ser desterrado si queremos apostar
por la formación democrática de nuestros estudiantes y si nosotros mismos queremos vivir en
democracia.
Los actos intimidatorios o el ejercicio del autoritarismo afectan a los y las estudiantes de dos formas.
Primero, no garantizan un clima adecuado para desarrollar sus competencias. (…) no se tiene que
enseñar la democracia, tiene que vivirse. Y, segundo, impiden la formación de una ciudadanía activa (el
miedo a la sanción hace que no intervengan).
Por otro lado, la necesidad de evitar el desarrollo de una práctica autoritaria en el aula obedece a que
la reacción de los y las estudiantes de EBR, puede provocar actitudes de rechazo y rebeldía que
pueden extenderse al enfrentamiento contra todo tipo de autoridad, por lo que se convierte a la larga
en una amenaza al desarrollo de la convivencia social democrática. La violencia del aula puede
trasladarse a la escuela, luego a la comunidad y finalmente a la sociedad. Actualmente, vemos sus
efectos en las pandillas que se enfrentan a la salida de las escuelas. Para contrarrestar, estas formas de
violencia juvenil, los y las docentes debemos apoyarnos permanentemente en las normas que hemos
construido con los y las estudiantes en el aula.
Reconocer la necesidad de un cambio de actitud de nosotros y nosotras como docentes es un buen
indicador de la apuesta “por la formación de una ciudadanía activa de nuestros estudiantes”. Pero
existen también maestros y maestras que muestran otras conductas llamadas “pasivas”, que se
manifiestan a través de la frase “dejar hacer”, reveladora de la incapacidad para ejercer nuestra
legítima autoridad y que favorece el desorden, la apatía y el desinterés en nuestros y nuestras
estudiantes. De este modo, estas dos actitudes — el ejercicio del autoritarismo por él y la docente y el
exceso de permisividad— limitan el desarrollo de capacidades como la autonomía y el cumplimiento de
responsabilidades; y, como consecuencia, restringen toda posibilidad de formarse como un ciudadano
o ciudadana activo, con capacidad de responder a los desafíos que se le presentan en su vida cotidiana.
[Texto adaptado de: Rutas del Aprendizaje: Convivir, participar y deliberar para ejercer una ciudadanía
democrática e intercultural, MINEDU(S/F). Lima, pp. 45 -46]
2. A continuación responde las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es la idea principal del texto titulado “En el aula yo soy la autoridad y se tiene que hacer
lo que yo diga”?
2. El o la docente autoritaria que ejerce su práctica desde la dominación espera que:
a. Los estudiantes pierdan el año escolar
b. Los estudiantes se revelen contra la autoridad.
c. Los estudiantes asuman una actitud de sumisión y obediencia.
d. Los estudiantes busquen estrategias de aprendizaje.
3. Según en el siguiente enunciado del texto se menciona la siguiente idea:
“(…) la necesidad de evitar el desarrollo de una práctica autoritaria en el aula obedece a que la
reacción de los y las estudiantes de EBR, puede provocar actitudes de rechazo y rebeldía que
pueden extenderse al enfrentamiento contra todo tipo de autoridad”.
Para lo cual lo hemos dividido en dos partes:
“(…) la necesidad de evitar el desarrollo de una práctica autoritaria en el aula …”
“…obedece a que la reacción de los y las estudiantes de EBR puede provocar actitudes de
rechazo y rebeldía que pueden extenderse al enfrentamiento contra todo tipo de autoridad…”
¿Cuál es la relación entre ambas frases?
a. Intencionalidad- fin.
b. Causa-efecto
c. Problema-solución
d. Comparación-contraste
4. Lea con atención el siguiente párrafo del texto:
“Si bien la autoridad del y de la docente es inherente a su labor, y va a ser más positiva mientras
más legítima sea, algunos maestros y maestras la confunden con el autoritarismo. El
autoritarismo se manifiesta como un defecto en el ejercicio del poder, pues se basa en una
jerarquía arbitraria por la que alguien se erige en el lugar de la Ley”.
¿De qué se trata el párrafo anterior?
a. De la importancia de la legitimidad de la autoridad.
b. De los efectos del autoritarismo escolar para lograr aprendizajes
3. c. De la confusión en maestros y maestras de ejercer el poder de manera arbitraria en el
aula.
d. De todo lo que debe hacer el director si desea ejercer su poder.
RESOLUCIÓN DE CASOS
Lea con atención el siguiente caso y responda de forma reflexiva el siguiente caso:
La directora de la Institución Educativa José Leonado Ortiz, observa que las aulas del nivel secundario no
cuentan con los acuerdos de convivencia; ante esta situación, convoca a los docentes tutores de cada
grado, y les explica la necesidad de formular los acuerdos de convivencia; ante esta exhortación, los
docentes tutores le exponen sus razones del porque no es posible formular y cumplir con esta tarea.
Una de las razones es que los acuerdos de convivencia son solo para los niños de primaria, los estudiantes
de secundaria, ya tienen su edad. Además, en años anteriores, los acuerdos no se han cumplido, los
estudiantes han hecho lo que quieren en el aula y ningún docente tutor les ha dicho nada; por último los
papelotes con las normas constantemente han sido rotos.
La directora considera que debe postergan la reunión y encontrar una solución.
¿Qué acciones puede realizar la directora para resolver el conflicto?
PASOS PARA LA RESOLUCIÓN DE CASOS
a) Leer con atención el caso.
b) Comprender el caso leído.
c) Responder a las preguntas a partir del texto.
d) Evitar responder a las preguntas a partir de las experiencias vividas o posturas que se poseen en
relación al problema presentado.
e) A partir del rol de director, proponer acciones para solucionar el problema.
f) Desde el rol de director, identificar las fortalezas y debilidades de las propias acciones propuestas para
solucionar la situación problemática.